Comunicado sobre el cierre de la capilla
Ya han pasado casi cuatro años desde que se tomara la decisión, de forma democrática por parte de la Junta, del cierre de la capilla de la facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense. Desde entonces, una excepción de cinco o seis usuarios han mantenido, con su uso, el privilegio de la existencia de esta capilla mientras el hacinamiento y la falta de aulas es cada vez mas grave en la Facultad. Parece que al final se corregirá esta tremenda injusticia y que, al fin se cumplirá lo acordado por los órganos de representación de PAS, profesores y estudiantes.
¿Qué está sucediendo ahora mismo en la Facultad?
Los usuarios de la Capilla en la facultad son una excepción, no ya una minoría. Pero esta excepción esta respaldada por unos medios de comunicación que han movilizado, respondiendo a la llamada de auxilio del capellán, a la hueste mas integrista y reaccionaria del catolicismo patrio, a la que los propios usuarios de la capilla no saben, ni pueden, controlar.
Han sido movilizados para detener el cierre de la capilla, y aunque sabemos que son personas ajenas absolutamente a la Facultad, queremos recalcar la responsabilidad que van a tener los usuarios de la capilla y su asociación estudiantil en aquello que puedan provocar estos fanáticos.
Ahora mismo tienen tomada la Facultad, el pasado lunes se arrancaron los carteles de nuestra Asociación y hoy, viernes, han intentado entrar a la fuerza en el decanato. ¿Que vendrá a continuación?
Tememos pues, diversas consecuencias. La primera, que la presión que ejerce el lobby católico a todos lo niveles, desde sus radios, periódicos y televisiones, paralice el acondicionamiento de una aula, que no solucionará, pero mitigará, la carestía de aulas en nuestra Facultad. La segunda, que la Capilla no desaparezca, sino que se reubique en la misma facultad, desobedeciéndose de esta forma lo acordado por los Órganos de Gobierno de la Facultad. Por último, la agresividad de la que hacen gala estos ultras, no solo pone en peligro la delicada convivencia de la Comunidad Educativa, sino la integridad física de aquellos que nos oponemos a la imposición de una religión en nuestro espacio educativo.
POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA Y LAICA.
