Congelar fondos a la UNRWA es contribuir al genocidio en Palestina
Por Acacio Puig*
UNRWA es la principal agencia humanitaria en Gaza, y más de 2 millones de personas dependen de ella para su mera supervivencia. Muchos tienen hambre mientras el reloj avanza hacia una hambruna inminente. La Agencia gestiona refugios para más de 1 millón de personas y proporciona alimentos y atención primaria de salud incluso en el punto álgido de las hostilidades
Los recientes ataques del ente sionista (el llamado “estado hebreo”) a la UNRWA han tenido éxito inmediato descolgando ocho países de la financiación pública destinada a los refugiados palestinos. Pero esos ataques tienen antecedentes y una larga historia desde fines de 1948 tras la Nakba y el éxodo de 700.000 palestinos expropiados por la primera gran ofensiva militar israelí.
De hecho, descrédito y ataques a las iniciativas de defensa de refugiados palestinos se iniciaron desde el momento en que esa entidad vinculada a la ONU inició sus labores de protección de los refugiados en 1949.
Hoy, son casi seis millones de palestinos los que están dispersos en los más de sesenta Campos de Refugiados situados en Palestina, Líbano, Jordania y Siria y dependen de la ayuda internacional… mientras que la Resolución 194 de la ONU (la que vela por un mínimo respeto de los derechos de los refugiados) sigue sin ser respetada desde su proclamación en noviembre de 1948 por la autoproclamada “gran democracia de oriente medio”. Papeles mojados de instituciones que han perdido todo crédito, capacidad de actuar y sufrido una crisis ya imposible de remontar y que requiere alternativas sólidas.
La Resolución 194 de la Asamblea General de la Naciones Unidas,
11 de diciembre de 1948.
El viernes 26 de enero, el sionismo acusó a la UNRWA de tener empleadas a 12 personas presuntamente vinculadas a Hamas e implicadas en el ataque del pasado 7 de octubre: un ridículo porcentaje incluso en el caso de que se confirmase el vínculo con Hamas de esos trabajadores, considerando que la UNRWA emplea en Gaza a 13.000 personas ocupadas en el auxilio a más de dos millones de personas -de las que 1,7 millones sobreviven en los campos de refugiados instalados en la Franja.
La última ofensiva del aparato represivo del estado hebreo contra la UNRWA acompaña así su histérica reacción contra la tibia resolución de la Corte Internacional de Justicia y sobre todo contra el crescendo de movilizaciones sociales solidarias con Palestina que se ha extendido por todo el planeta.
Más de dos millones de personas en gaza dependen de UNRWA
para su supervivencia mientras la guerra y los desplazamientos continúan
A la brutal guerra de destrucción de Gaza, el sionismo ha añadido intensa propaganda justificativa del genocidio, compra venta de opiniones y opinador@s, radical rechazo a las observaciones de la CIJ e intensificación de su estrategia de limpieza étnica manu militari, en pro de la construcción de un Gran Israel exclusivo y acorde con su versión nazi de “estado de la raza judía”.
El llamamiento sionista encontró inmediatamente eco en países que han congelado fondos de ayuda a los refugiados palestinos: Estados Unidos, Canadá, Australia, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, Italia y Finlandia, todo un ramillete de países reaccionarios, de intensa trayectoria colonialista, xenófoba y enteramente afines a las depredadoras políticas del estado hebreo. Todos ellos son cómplices del genocidio y en justicia, deberán rendir cuentas del mismo.
* Artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación “En Medio de Abril”. Miembro del Colectivo LoQueSomos
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