Conversaciones de Adunia
El plan de Dios
El interlocutor interroga humildemente con la mirada y espera. Dios dirá.
Y Dios dice.
– Dejo actuar al Diablo; le dejo quitar y poner, le permito desarrollar sus ideas y le doy plena libertad de acción. Eso, quizás, te ayudará a entender cómo va el mundo.
– ¿Y después, Señor?
– Después, a quien haya superado todo eso sin emitir la más leve queja, la más mínima protesta, el más mínimo ademán de rebeldía, le daré la bienvenida a mi lado. Esa es la prueba.
– ¿Y el Diablo?
– Bueno, habrá cumplido con la misión encomendada, estará agotado… Quizás le permita un breve descanso, muy breve, desde luego, antes de encomendarle nuevas tareas. En eso consiste el castigo por su rebeldía: trabajar, trabajar y trabajar.
– ¡Joder, Señor!
– ¿Quieres estar a mi lado?
– Perdón, Señor, perdón.
El libro mágico
Me dice un autor, con no poco entusiasmo, que para ampliar el horizonte cultural del país ha escrito un libro:
– Es un libro, me dice, para los que no leen libros, para que empiecen.
Una magnífica intención, pero el buen autor desconoce un principio básico: los que no leen libros, no leen libros; por tanto, no puede existir un libro para los que no leen libros, ya que nadie lo leería. Así que se lo dije:
– No existe un libro así.
– ¿Por qué?
– Por eso.
Accidente leído en la prensa
Mujer muere arrollada por su propio coche.
Mujer muere arrollada por su propio coche mientras conducía a velocidad excesiva.
Mujer muere arrollada por su propio coche mientras aparcaba en zona prohibida.
Mujer muere arrollada por su propio coche, tras advertirle el mismo que estaba indebidamente aparcado.