Crónica: II Homenaje a los represaliados de la Orchova y Las Rinconadas
Por Adolfo Pastor Monleón.
El tiempo amaneció un poco cambiante. Algo nublado y con gotas finas. Fue un corto esbozo que no fructificó. De todas maneras, al frescor del amanecer siguió una mañana tranquila sin sol radiante, suficiente, pero sin el calor de días anteriores. Ideal para nuestra celebración
A los rinconeros y orchovanos represaliados por el franquismo
La intención era ir saliendo hacia el punto del acto, después del encuentro, en aquel lugar de la Calma, en el 111 y 113 de la Calle Rinconadas A, en el Puntal de Las Rinconadas. Los más madrugadores tuvieron que esperar junto a las ruinas de La Pálvarez, mientras iban llegando de manera escalonada, asistentes que habían salido de Santa Cruz, Las Rinconadas, Segorbe, Castellón, Barcelona o Valencia. Algunos ya habían dormido en la aldea o Santa Cruz.
Algunos, desconocedores de todos los carriles, recorrieron caminos innecesarios, nunca despreciables por la belleza agreste de tantos parajes que nos ofrecen. Ya todos en La Pálvarez, algunos, dando los últimos bocados a su almuerzo, dispuestos en redondel, sentados en sillas plegables o en el ribazo de la cuneta, sobre una manta, empezamos el acto.
En primer lugar, expusimos la causa del lugar escogido: No lo hacemos en nuestro local, el local de la ACSRR junto a tod@s nuestr@s paisan@s, porque todavía no está aceptada y madurada la idea, en nuestra aldea. ¿Qué le pasa a mi aldea? ¿Por qué hacer el homenaje en la Pálvarez? Explicamos la causa. La Pálvarez es un lugar de memoria irremplazable. Aquí, los dos hermanos, Abel y Pepe, sufrieron las torturas más horrendas que podamos imaginar. Abel, patadas con botas claveteadas, sin miramiento alguno, entre insultos y bravatas, mientras le preguntaban por los bandoleros como los esbirros de Franco decían. Lo salvó su condición de soldado acabado de licenciar.
A Pepe, joven que todavía no había ido a la mili, con un simulacro de ahorcarlo, mientras le rompían palos y tejas en la espalda, lo abandonaron tirado en el suelo como un pelele. Ahí lo tienes. Abel, como pudo, lo subió a uno de los mulos y lo llevó a su casa. Se salvó de la muerte, pero con graves secuelas.
Empezamos el acto. Este año, recordando a las mujeres, su dolor, su miedo y su enorme esfuerzo cuando asesinaron a su marido o lo llevaron a la cárcel. Al duro trabajo de todas las mujeres de la aldea o el rento, el cuidado de la casa, de los niños, de los animales con lo que eso conlleva, tuvo que hacer el trabajo del hombre: La tía Pascuala, la tía Juliana, la tía Irene, la abuela María, la tía Casilda, la tía Blasa, la tía Petra, la tía Lucía, la tía Bonifacia, la Bienvenida, mi madre, la tía Bienvenida… Recuerdo y homenaje a todas estas mujeres, calladas, silenciosas, sufrientes, que malvivieron de negro, aprisionadas por una losa de miedo.
Más que discurso, pasamos un buen rato, rodeados de pinos y sabinas, frente a las ruinas de La Pálvarez, bajo un animado diálogo, recordando a la joven Amparo, asesinada y a todos los represaliados. A Hermenegildo y Julián, muertos en la guerra, aquella guerra que nos impusieron. Estos dos jóvenes rinconeros murieron, Hermenegildo por la provincia de Castellón y Julián más hacia el Pirineo.
Desde el primer momento de la entrada, después del Valle de Arán, los guerrilleros encontraron enormes dificultades. No pocos fueron cayendo por el camino. Pero la represión fue aumentando tal y como pasaban los días. En 1947 el peligro aumentó y más todavía cuando llegó a Teruel y se hizo cargo de la represión el tristemente famoso Pizarro. Junto al recuerdo de Amparo, recordamos el grupo de asesinados, Adolfo, ahorcado en el depósito del Villar del Arzobispo, fue el primero, en abril de este año. Crescencio murió en su casa de Las Rinconadas, asesinado a causa de las torturas, la silla eléctrica en el cuartel famoso de Arrancapinos, en Valencia. A Gregorio le aplican la ley de fugas en Los Terreros de Santa Cruz de Moya. A Germán le aplican también la ley de fugas en Las Parás del tío Tarelo, cerca del pueblo.
En mayo de 1947, un mes después de la muerte de Adolfo, sigue la represión. “Debidamente interrogados” un grupo de rinconeros sufren los interrogatorios, primero de los guardias civiles de la aldea y el pueblo, después en Landete, Cuenca y Madrid. Queda patente su ayuda a la rebelión, haber llevado una carta, proporcionar unos panes, carne, cobijo, cena…reunirse para escuchar la Pirenaica. Todos son encarcelados, Nicolás, Manuel, Orencio, Fausto. ¡Recuerdo y homenaje!
Crescencio y Adolfo fueron recordados en los interrogatorios, pero su asesinato les impidió el encarcelamiento. A principios del año siguiente, 1948, suceden los interrogatorios de los represaliados de Orchova: Casildo, Antonino, Jeremías, Valero, Antonio, Pedro, Julián. Los mismos pasos que sus amigos rinconeros. “Debidamente interrogados” y encarcelados. Antonio sufrió el cautiverio más largo debido al ambiente rojo de su casa, su yerno era un guerrillero, muerto en la cárcel. Se trataba de Adolfo.
Recuerdo y homenaje a los represaliados de Orchova
Feliciano, Gregorio hacían carbón en la Sierra. Se acercaron unos pobres necesitados, guerrilleros malvestidos. Necesitaban ayuda. Cayeron en la trampa. Era la Contrapartida. Feliciano “debidamente interrogado” sufrió también la cárcel. Gregorio fue asesinado y no lo pudieron, por tanto, encarcelar. Hilario y Raúl, hermano de Pepe y Abel, los dos amigos de los guerrilleros y colaboradores sufrieron las torturas de Arrancapinos, y Raúl la cárcel.
Una corona de sabina con las cintas de los colores republicanos colocada en el lugar de las torturas a Pepe, dio por finalizada la primera parte del acto.
En aquel rincón de la Calma del Puntal en las Rinconadas acabamos la segunda parte: Una caldereta fue el centro de una amigable y distendida comida. Abrazos de despedida hasta el III Homenaje, el 15 de agosto de 2024.
¡Recuerdo y homenaje a todos los represaliados orchovanos y rinconeros por ayudar en la lucha por la libertad!
– Primer Homenaje a los represaliados de la Orchova y Las Rinconadas
* Expresidente y responsable de desaparecidos en la Asociación “La Gavilla Verde”. Activista iaioflauta barcelonés. Catalá y Manchego de Cuenca, al fondo a la izquierda en Las Rinconadas. Otras notas del autor
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