De nuevos pactos
Aristocracia: Gobierno de los nobles o casta militar, obteniendo su predomino en la edad Media. Plutocracia: Gobierno de los grupos más ricos, como las multinacionales, financias… Autocracia: Gobierno total o autoritarismo de un grupo predominante, en el que su alienación le lleva al despotismo. Democracia: Gobierno del pueblo o de los pobres.
Al modelo político-económico, correspondiente al estadio feudal y manufacturero; a su definitivo derrumbamiento con la participación masiva de los pobres, -revolución francesa- queda como teoría en la sociedad la palabra democracia, pero esto no significa y lo comprueba la realidad objetiva, que los pobres gobiernen. Ya en la misma Francia y desde el principio de la revolución, gobierna la plutocracia e incluso en dos periodos puntuales, estuvo en el gobierno la autocracia de la gran industria, siendo sus representantes como funcionarios en el gobierno los dos napoleones. Solo por existir con tanta subjetividad la teoría democracia en la sociedad, en esta era contemporánea; los gobiernos de las plutocracias y en casos los de las autocracias, han mantenido a través de una especie de figura retórica y solo retórica y nada práctica, la escena como de una democracia; para evitar su enfrentamiento frontal de esos contrarios.
Genéricamente, a partir de 1971, caen los gobiernos de las plutocracias, que se mantuvieron en el poder desde la segunda guerra mundial, gracias a los pactos que estos gobiernos instan tanto a las vanguardias del Este como a las del Oeste y que estos últimos aceptaron y no solo aceptaron, sino que terminaron por integrarse en sus concepciones y en sus gobiernos y a tanto, que cuando caen los gobiernos plutocráticos en la fecha señalada, para convertirse en la autocracia de las finanzas, tanto los funcionarios descendientes de las plutocracias como las vanguardias integradas, conjuntamente representan a la autocracia de las finanzas. Y el sector más fuerte o predominante: las finanzas, se ha erigido en autocracia, ante la visión de su final como modelo político-económico, para alargar a través de su dictadura totalitaria su agonía.
A la terminación de la segunda guerra mundial, USA: la cabeza de los gobiernos plutocráticos, para su cometido de apoderarse de la región España, hace sus inversiones de capitales y trae a la par para ocuparla sus bases militares, con lo que el dictador genocida, queda complacido al dejar todo atado y bien atado. Y como el entendimiento, USA-genocida es perfecto, lo mantienen como su funcionario o representante hasta su muerte. Pero como saben que existía en la sociedad española una teoría contraria a la del dictador genocida; antes de su muerte preparan con todas las fuerzas políticas, la movilización de la ciudadanía a que participe en el cambio al decorado de la escena, manteniendo el mismo modelo de obra. Porque una ciudadanía que participa, esta al menos por un periodo de tiempo termina integrada en ese cambio del decorado. He aquí la jugada USA y de los españolitos que se consideraban vanguardia. Con lo que tenemos desde un principio, consenso o pacto. Así se refleja en sus leyes y hechos. Legislación laboral, peor que con el genocida, pactos de la Moncloa, pactos de Toledo, etc.
Es decir el consenso y los pactos, están unidos desde el principio, hasta en las reglas de juego cuando las elecciones. Por tanto, los nuevos pactos, que se hagan o no se hagan dan lo mismo, porque todos están ya de hecho en consenso y en el pacto requerido de la autocracia financiera, que además ante su fin sin salida, esta va derivándose en una alienación despótica grosera: De guerras locales, por robos de materias primas; de imponer gobiernos de constituciones neoliberales y confesionales y en donde aparentemente están instalados gobiernos de tradición democrática o socializantes y laicos, les van restando derechos e inclusive usando fuerzas desproporcionadas e intimidatorias contra manifestaciones pacíficas. Todo ello derivado de su miedo y temor de que ven su modelo político-económico muerto. Así que de estos nuevos pactos que piden las supuestas teóricas oposiciones, entran dentro del camelo escénico. Y lo probaremos muy pronto, como el de la reforma de los pactos de Toledo. En el que todos firmarán a lo que le requiera la dictadura totalitaria financiera, con la diferencia para que todos estén contentos y se lo apunten como un tanto: el de una coma de más o de menos o él de un artículo o frase ambigua, en el que todos la puedan usar a su favor. Pero la historia nos deja claro, los pactos de estos impersonales: más violencia y maltrato a la ciudadanía; pero nos avalan las condiciones objetivas, para terminar tarde o temprano contra la impunidad de esa lacra.