Detener a un periodista es matar la democracia: ¡Liberen a Stanis Bujakera!
Por Selodi Gasan Adie*.
Se ha cumplido un mes de la detención y encarcelamiento, 8 de septiembre, del corresponsal de Jeune Afrique en la República Democrática del Congo, Stanis Bujakera Tshiamala, que fue arrestado en el aeropuerto de N’Djili en Kinshasa
El 8 de septiembre Stanis Bujakera Tshiamala, fue arrestado en el aeropuerto de N’Djili en Kinsasa. El lunes 11 de septiembre fue trasladado a la fiscalía general de Kinsasa después de haber sido interrogado tres veces. Se le acusa de haber transmitido información de la revista Jeune Afrique sobre el asesinato del diputado Cherubin Okende. ¿Desde cuándo la transmisión de información es un delito en la República Democrática del Congo?
Porque Stanis no firmó el artículo incriminado, que se atribuye a Jeune Afrique como publicación. Al no ser el único periodista de Jeune Afrique que escribe sobre el país, no debería considerarse automáticamente el autor. No hay motivo para confundir a Stanis Bujakera Tshiamala y Jeune Afrique, que legalmente son dos identidades distintas.
Detenerlo en estas condiciones es un abuso del poder judicial y un acoso contra un periodista independiente. ¿Por qué no haberlo citado o simplemente presentar una denuncia en su contra, dándole la oportunidad de explicarse o defenderse como un hombre libre?
Las autoridades también sospechan que preparó una nota confidencial de la Agencia Nacional de Inteligencia sobre el asesinato de Chérubin Okende, que Jeune Afrique afirma haber publicado en exclusiva. Después de la publicación del artículo, las autoridades congoleñas rápidamente cuestionaron la autenticidad de la nota.
Por lo tanto, corresponde a quienes impugnan esta nota demostrar su falsedad más allá de toda duda razonable, si quieren apoyar la acusación de difusión de información falsa contra Jeune Afrique.
Es curioso y preocupante perseguir a un periodista en estas condiciones. Especialmente cuando sabemos que Stanis Bujakera Tshiamala, como recuerdan sus abogados, había recibido múltiples amenazas durante meses. También es bueno recordar las amenazas que recibió y la denuncia presentada en su contra por el ex Ministro de Defensa porque había tuiteado comentarios del ministro sobre el avance del M23 en el este del país, luego que estas declaraciones aparecieron en las actas oficiales del consejo de ministros.
Con esta detención se golpea violentamente otro principio sagrado del periodismo independiente. De hecho, los instructores del caso intentaran acceder al teléfono de Stanis para descubrir sus fuentes. De ser así, se constituye en un grave ataque a la protección de las fuentes periodísticas. Recordemos aquí que los periodistas tienen derecho a proteger sus fuentes, lo cual es esencial para el periodismo de investigación, la libertad de prensa y la buena salud de la democracia.
Este arresto de Stanis pone de relieve el peligro que corre la libertad de prensa en un contexto electoral tenso en el país. Acusar a un periodista de difundir rumores falsos parece un comodín. Y genera preocupación sobre el deber de los periodistas de informar al público, incluso si esto implica publicar información sensible. Y tres meses antes de la fecha límite electoral, este asunto puede interpretarse como un intento de silenciar a los periodistas y limitar la cobertura de las elecciones por parte de los medios independientes.
También parece haber un deseo de manipular la opinión pública. Arrestar al periodista congoleño más seguido –más de 543.000 seguidores en X (antes Twitter)– puede ser una estrategia para socavar la credibilidad de los medios independientes, especialmente aquellos que cubren temas delicados relacionados con la seguridad y las elecciones.
Esto suena como una advertencia para otros periodistas que podrían considerar realizar investigaciones en profundidad durante el período electoral. Esto es muy peligroso para la democracia congoleña: lo que le pasa a Stanis ahora le puede pasar a cualquier periodista que se moleste.
* Publicado por la Sociedad de Periodistas de Jeune Afrique, y difundido por el colectivo “Carta blanca”.
Puedes firmar la petición pidiendo su libertad con un clic aquí.
#FreeStanis #JournalismIsNotACrime!
República Democrática del Congo – LoQueSomos
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