Edición ilustrada de “20.000 leguas…”
Nueva edición ilustrada de 20.000 leguas de viaje submarino de Jules Verne. Con más de cincuenta ilustraciones a todo color, del dibujante argentino Agustín Comotto, y una nueva traducción a cargo de Íñigo Jáuregui. Los amigos de Nórdica Libros hacen las delicias de los vernianos como ya lo hicieron cuando editaron Viaje a contrapelo por Inglaterra y Escocia que ya reseñamos aquí.
Nota de la editorial:
“Veinte mil leguas de viaje submarino es una obra narrada en primera persona por el profesor francés Pierre Aronnax, notable biólogo, que es hecho prisionero por el Capitán Nemo y es conducido por los océanos a bordo del submarino Nautilus, en compañía de su criado Conseil y del arponero canadiense Ned Land. Esta edición, que cuenta con una nueva traducción, será una de las obras gráficas más importantes del año. Agustín Comotto ha realizado más de 50 ilustraciones para este libro en un proceso que le ha ocupado dos años de trabajo. Una edición imprescindible de un clásico imprescindible para lectores de todas las edades.”
Agustín Comotto (Buenos Aires, 1968). Aprendió a dibujar cómics de la mano de Alberto Breccia y Leopoldo Durañona, publicando para diversos medios en Argentina y en Estados Unidos. Desde los 90 se dedica exclusivamente al campo de la ilustración como ilustrador y autor. Tiene libros publicados en México, Venezuela, Argentina, España, Corea e Italia. En el 2000 recibe el premio «A la orilla del Viento» de la editorial Fondo de Cultura Económica y en el 2001 la mención White Raven por el álbum Siete millones de Escarabajos del cual es autor e ilustrador. Desde el año 1999 vive en Corbera de Llobregat, pueblo cerca de Barcelona.
" El mar es el vasto receptáculo de la naturaleza. Fue por el mar por lo que comenzó el globo, y quién sabe si no terminará por él. En el mar está la suprema tranquilidad. El mar no pertenece a los déspotas. En su superficie pueden todavía ejercer sus derechos inicuos, batirse, pelearse, devorarse, transportar a ella todos los horrores terrestres. Pero a treinta pies de profundidad, su poder cesa, su influencia se apaga, su potencia desaparece. ¡Ah! ¡Viva usted, señor, en el seno de los mares, viva en ellos! Solamente ahí está la independencia. ¡Ahí no reconozco dueño ni señor! ¡Ahí yo soy libre! " (Capítulo X: El hombre de las aguas)