EEUU: más de 10.000 libros prohibidos en bibliotecas y escuelas públicas
Por Selodi Gasan Adie
Más de diez mil libros han sido prohibidos en el pasado curso en las escuelas de EEUU, según los datos preliminares dados a conocer por PEN America. El incremento es notable, ya que el curso anterior los libros prohibidos fueron 3.362, un tercio de los prohibidos en el ejercicio 2022-2023
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Memo on School Book Bans from PEN America
Alrededor de 8.000 de estas prohibiciones ocurrieron en Florida e Iowa, impulsadas en gran medida por leyes estatales restrictivas. Otros distritos escolares, como el Distrito Escolar de Elkhorn Area en Wisconsin, también registraron un aumento en la prohibición de libros, con más de 300 títulos vetados durante varios meses. Los libros prohibidos incluyen aquellos con contenido sexual, temas sobre abuso sexual, y obras con personajes o temas LGBTQ+, además de libros que tratan sobre raza, racismo y personajes de color.
«Este dramático incremento es casi el triple del número de libros prohibidos en el curso anterior», destaca PEN America, que recuerda que fueron 3.362 los libros prohibidos en las escuelas públicas estadounidenses un año anterior.
PEN America advierte que estos números son probablemente una subestimación, ya que muchos casos de censura no se informan. Además, las cifras no incluyen casos de censura encubierta, como la reticencia en la selección de libros, restricciones ideológicas en las compras escolares, la eliminación de colecciones en las aulas y la cancelación de visitas de autores y ferias de libros.
Con el argumento de que tienen «contenido sexual», las prohibiciones incluyen novelas, obras en las que mujeres cuentan sus experiencias sexuales, trabajos que denuncian violaciones o abuso sexual o libros con temática LGTBIQ+. El racismo es otra de las grandes temáticas que se ven afectadas por las prohibiciones de libros en EEUU.
PEN America considera que hay que tomar la cifra de diez mil libros prohibidos como una estimación que será superada por la realidad. En este sentido, constatan que las prohibicios de libros normalmente no son objeto de denuncia.
Junto a ello, PEN America señala que esta cifra tampoco incluye lo que denomina «censura suave», en la que se incluyen las dudas en la selección de libros, las restricciones ideológicas en la compra de libros escolares, la eliminación de colecciones que están en las aulas y cancelaciones de visitas de autores y ferias del libro.
PEN America destaca que en el curso 2023-2024 entre los libros prohibidos «se incluyen de manera abrumadora» historias con personas de raza negra y LGTBIQ+. «También observamos cómo los casos de prohibición de libros se centran cada vez más en historias escritas por y sobre mujeres y niños o que incluyen representaciones de violación o abuso sexual», añade.
Junto a ello, señala que, tal y como ha ocurrido en años precedentes, hay dos modos de presionar para que un libro se prohíba en EEUU. Por un lado, está la legislación estatal y, por otro, la influencia de grupos recurren al «derecho de los padres» para desarrollar un discurso favorable a la censura.
PEN America explica que «campañas coordinadas ejercen una presión sobre las juntas escolares y los distritos, lo que genera un ambiente frío de toma de decisiones demasiado cauteloso respecto a la accesibilidad de los libros en las bibliotecas de las escuelas públicas».
Leyes estatales más restrictivas
Este año, además, en el ámbito de la legislación estatal se ha acelerado la prohibición de libros, haciendo más sencillo el procedimiento para retirar libros de las escuelas. En algunas ocasiones, incluso, no se requiere siquiera de un proceso formal. De este modo, se han implementado una docena de leyes y políticas estatales para prohibir libros.
Por ejemplo, una ley aprobada en Iowa (SF 496) en julio del año pasado exige que todos los materiales escolares sean «apropiados para la edad correspondiente», lo que prohíbe cualquier descripción o representación del acto sexual. Mediante esta norma se han prohibido todos los libros que tenga cualquier relación con la actividad sexual o, incluso, el género. También ha servido para censurar debates sobre la identidad LTGBI+ en las clases.
La aprobación de la ley SF 496 ha provocado que en Iowa se hayan prohibido miles de libros durante el curso 2023-24. Antes de que se aprobara esta norma, en el curso 2021-2023, se prohibieron catorce libros.
En Florida, se aprobó la ley HB 1069, que entró en vigor en julio de 2023, establece que cualquier libro que mencione «conductas sexuales» debe ser retirado durante el proceso de revisión.
En Utah se aprobó una ley que permitió prohibir trece libros a nivel estatal. «Esta ley es la más extrema actualmente vigente y establece lo que PEN America ha denominado una ‘lista de no lectura’ en las escuelas de todo el estado», alertan. Si tres distritos escolares determinan que un título es «material objetivamente sensible» debe prohibirse en todas las escuelas del estado.
Carolina del Sur o Tennessee también han aprobado leyes estatales que amparan y facilitan la prohibición de libros en los centros escolares.
Las diferencias en la forma en que PEN America y la American Library Association (ALA) definen y contabilizan las prohibiciones de libros explican por qué sus cifras varían. Para la ALA, una prohibición es la eliminación permanente de un libro de una colección, mientras que para PEN, cualquier retiro temporal de un libro cuenta como una prohibición.
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