El calendario holoceno

El calendario holoceno
Ilustración: Christelle Enault para Libération

Por Cristina Ridruejo*

Desde la Historia y la Arqueología se ha puesto sobre la mesa en distintos momentos, ya desde el s. XIX, el absurdo de utilizar un calendario que empieza a contar desde hace tan solo 2000 años. Decir que las pirámides se construyeron unos 2600 años “antes de Cristo” es ridículo: ¡será que Cristo nació unos 2600 años después de la construcción de las pirámides!

El calendario cristiano que utilizamos comúnmente, en su variante gregoriana, tiene otro gran defecto: pertenece en exclusiva a una de las religiones que hay en el mundo. Pero en el planeta coexisten docenas de calendarios diferentes; si el calendario cristiano se ha implantado como medida “universal”, no es porque sea mejor o peor que otros, es simplemente por imposición de las potencias cristianas dominantes en los últimos siglos (que no dejan de ser un instante en la Historia de la humanidad).

En LoQueSomos apostamos por un calendario realmente universal que no cuente ningún periodo histórico en negativo y que no se base en ninguna de las religiones existentes: el calendario holoceno (1), que se podrá consultar desde ahora en nuestra web.

La idea del calendario holoceno es que pueda designar, en cifras positivas y no en cuenta invertida, todos los acontecimientos de la Historia de la humanidad, y para ello tomar como punto de partida el neolítico, hace unos 12.000 años (10.000 a.C.), por considerarlo el momento en que buena parte de la humanidad se asienta y comienza la agricultura y el desarrollo de las civilizaciones humanas. La fecha se indica con las siglas EH (Era Holocena). La transición desde el calendario cristiano consiste por tanto en sumarle 10.000 años a la fecha. Con las fechas que esta cuenta en positivo, es muy sencillo: decimos entonces que estamos en el año 12024. La pandemia tuvo lugar en 12020, la segunda guerra mundial terminó en 11945, la Revolución Francesa empezó en 11789, etc. etc.

La misma suma de 10.000 años aplicada a las fechas en negativo, da resultados muy diferentes de las fechas que tenemos interiorizadas, pero mucho más respetuosos con las distintas culturas. De esta manera, la gran pirámide de Guiza se empezó a construir en el año 7550 EH y no en el 2550 a. C. (10.000 – 2550 = 7550).

Transposición de fechas del calendario cristiano al holoceno (tabla completa en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_holoceno)

Una propuesta que viene de lejos

El geólogo italiano Cesare Emiliani propuso el calendario holoceno en 11993 EH en la revista Nature (3), pero la idea ya había sido enunciada con más detalle y minuciosidad en 11924 EH, hace ahora un siglo, por el historiador francés Gabriel Deville (4), y este aún se inspiró en la propuesta que lanzó en 11893 EH el arqueólogo Gabriel de Mortillet a la Escuela de Antropología de París. Afirmaba Deville que habría que corregir las anomalías de nuestra manera de contar el tiempo en toda la cronología anterior a nuestra era: “La fecha de nacimiento de los personajes parece más reciente que la de su muerte, y los acontecimientos se suceden al revés”. Como vemos, la idea no es nueva, pero al igual que cualquier otra cosa que cuestione la preponderancia cristiana en todos los ámbitos, se ha hecho caso omiso.

Un calendario realmente universal

Hay docenas de calendarios en el mundo. Algunos de los principales:

  • Según el calendario tradicional chino estamos en el 4722, desde el reinado del Emperador Amarillo.
  • En el mundo musulmán, estamos en el 1446 desde la Hégira, el viaje de Mahoma a Medina.
  • Según la religión hebrea, estamos en el año 5784 desde la creación del mundo.
  • Para el budismo estamos en el 2563 desde la liberación de Buda de la rueda de reencarnaciones.
  • En el mundo cristiano estamos en el 2024 desde el nacimiento de Cristo.

Desde nuestra mentalidad eurocéntrica y nuestros aires de superioridad, a menudo nos “hacen gracia” los demás cómputos, como si el nuestro no fuera uno más de ellos, sin mayor valor. Todos son meras convenciones. Sin embargo, estos calendarios comparten los dos graves defectos que hemos mencionado: 1) en todos ellos, una parte de la Historia queda en “números negativos”, 2) se basan en acontecimientos más o menos legendarios pero siempre locales, que no deberían servir de referencia para pueblos de otras regiones. El calendario holoceno, en cambio, es respetuoso con todas las culturas del mundo y no cuenta en negativo ningún periodo histórico. Quizás en el futuro se encuentre algo mejor aún pero, entretanto, no nos conformemos con lo impuesto.

¿Qué año era cuando nació Cristo?

En lo que se refiere a la historia europea, la cuenta de los años en otros calendarios que no sean el cristiano ha sido borrada de los libros de historia durante siglos. Especialmente sangrante es el caso de la historia de Roma, que se suele relatar enteramente sin mencionar las fechas que regían en aquellos momentos. Se dice que Roma se fundó en el año 753 antes de Cristo. De nuevo: ¡no, no y no! Es que cuando nació Cristo era el año 753 del calendario romano Ab urbi Condita (AUC), es decir, desde la fundación de Roma.

“Dato” ese del nacimiento de Cristo que, por otra parte, no se estableció o inventó hasta 10525 EH, cuando el monje Dionisio el Exiguo (5) propuso esa fecha y que se tomase como punto de partida para contar los años, con lo cual el año en el que estaba este Dionisio, que era entonces el 1278 del calendario romano, se convirtió por arte de birlibirloque en el 525 d.C.

Ilustración: https://x.com/antigua_roma/status/1609490117806231553

Pocos años después del nacimiento de Cristo, en el año 800 AUC, luego llamado 47 d.C. (o 10047 EH), el emperador Claudio celebró los ochocientos años desde la fundación de Roma… porque en su calendario era el año 800. Y se dice en las enciclopedias que en el año 248 d.C., el emperador Filipo conmemoró el Milenio de la Urbe con unos Juegos Seculares. Pero por favor, ¿qué guasa es esta? ¿Cómo que conmemoró el milenio de la urbe en el año 248? ¡Lo que conmemoró es que era el año 1000 del calendario romano! Se nos cuenta la historia de Roma usando fechas que no existían entonces, y resulta complicadísimo encontrar menciones al año romano que era cuando pasó tal o cual cosa. Se da la paradoja de que, según las enciclopedias, el calendario juliano fue “introducido por Julio César en el año 46 a. C.”. ¿Cómo va a ser introducido antes de una fecha que no existía? Julio César reformó el calendario en el año 708 AUC.

También cabe mencionar que en Roma coexistían varias formas de contar los años, y que de hecho la mención del año no era tan habitual. Se contaban los años según el calendario Ab urbi Condita, es decir, desde la fundación de Roma (año 1 AUC, 753 a.C., 9248 EH), pero también en ocasiones desde la instauración de la República de Roma (la “era republicana”), también llamado desde la expulsión de los reyes  (año 244 AUC, 509 a.C., 9491 EH), o bien se nombraban los años haciendo referencia a los cónsules de ese año (6).

El paso al calendario holoceno

En los últimos años, algunos historiadores e historiadoras, en otras partes del mundo pero también en países tradicionalmente cristianos, vienen usando las siglas e.c. o EC (“era común”), para referirse a una fecha en calendario cristiano evitando usar las siglas a.C. o d.C., es decir, sin mencionar a Cristo. Fechando por ejemplo el desembarco de Colón en Abya Yala o América en el año “1492 e.c.”. Pero es que el propio hecho de expresar una fecha referenciada al nacimiento de Cristo, ya es una forma de citarlo. Si de verdad queremos no mencionarlo, cambiemos el chip, cambiemos el calendario. El cambio nos puede dar pereza, como todo cambio, pero todo es cuestión de empezar. También creímos al abandonar las pesetas que nunca nos entenderíamos en euros, y al cabo de un tiempo lo interiorizamos. Cambiar no es tan difícil.

Animo a todo el mundo a empezar a usar el calendario holoceno, a introducirlo en sus escritos y conversaciones, a contárselo a sus amistades. El cómputo del tiempo es una convención que se adopta en una sociedad, se ha cambiado muchas veces y se puede volver a cambiar, nada es inamovible. ¡Apostemos por un calendario realmente universal y laico!

Notas:
1.- El calendario holoceno es una reforma al calendario gregoriano…
2.- Otra crítica al calendario cristiano es que carece de año 0, lo cual complica las cuentas; la obra de Gabriel Deville contiene una explicación en materia de matemática y astronomía.
3.- Revista Nature: Calendar reform
4.- La publicación de Deville se puede consultar digitalizada en la Biblioteca Nacional Francesa (solo en francés)
5.- Dionisio el Exiguo
6.- Calendario romano

* Miembro del colectivo editorial LoQueSomos
Más artículos de la autora

Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;

LQSomos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar