El Comandante Segundo: jefe del Ejército Guerrillero del Pueblo

El Comandante Segundo: jefe del Ejército Guerrillero del Pueblo
Jorge Ricardo Masetti

Por Daniel Alberto Chiarenza*

31 de mayo 1929: Nace el periodista Jorge Ricardo Masetti

“El famoso Che Guevara me parecía un muchacho argentino típico de clase
media. Y también me parecía una caricatura rejuvenecida de Cantinflas.
Me invitó a desayunar con él y comenzamos a comer casi sin hablar.
Las primeras preguntas fueron, lógicamente, de él. Y, lógicamente también, se refirieron a la política argentina.
“Mis respuestas parecieron satisfacerle y a poco de hablar nos dimos cuenta que coincidíamos en muchas cosas y que no éramos sujetos peligrosos. Pronto hablamos sin muchas reservas –algunas manteníamos, como buenos argentinos de la misma generación- y comenzamos a tutearnos.
“Un soldado guajiro que trataba de escucharnos hizo soltar a Guevara un comentario humorístico sobre la gracia que les causaba a los cubanos nuestra manera de hablar y la risa mutua nos unió casi de inmediato en un diálogo menos reticente”.
Jorge Ricardo Masetti, Los que luchan y los que lloran (el Fidel Castro que yo vi), Adrogué, septiembre de 1958.

Che Guevara y Masetti

Nacido en Avellaneda, Conurbano bonaerense, hijo de un inspector musical y un ama de casa. No sobresalió como estudiante; probó con el deporte y tampoco pudo como arquero; tampoco como seminarista, ni como tipógrafo. El 17 de octubre de 1945, que le dio todo el poder popular a Perón, lo encuentra en la derechista Alianza Libertadora Nacionalista. Jorge también intentó destacarse como cantor de tangos, pero…; conscripto de la Marina, recorre el mundo en el Guardacostas Pueyrredón. Siendo un jovencito de 19 años ingresa en la redacción del diario Tribuna junto a Fermín Chávez. Con su primera esposa tuvo dos hijos. Ingresa a la publicación De Frente en 1954, con John William Cooke y César Marcos, quién sería el órgano representativo de la Resistencia peronista, con sus características latinoamericanistas e inscripta dentro de la izquierda nacional.

Periodista radial, alterna con Rodolfo Walsh, Rogelio García Lupo y Ricardo Rojo (el amigo del “Che”). Cuentista policial, escribe una obra de teatro, aunque se perdió en el desván del tiempo. De pronto, detona en su vida y en toda una generación, la Revolución Cubana. En febrero de 1957, Herbert Matthews, periodista del New York Times, con recursos, logística y prestigio logra un reportaje a Fidel Castro en su campamento guerrillero de Sierra Maestra que fascina al mundo periodístico y a los lectores en general.

Fidel Castro y Masetti

En enero de 1958, Masetti logra que Radio El Mundo destine unos pesos para financiar lo que sería el mayor reportaje escrito de la historia del periodismo argentino, según la definición del mismísimo Rodolfo Walsh. Una incursión a la Sierra Maestra, sorteando a los esbirros del Batistato, para traer la voz de un grupo de guerrilleros barbudos que cambiarán al Mundo. Cuando ve que su trabajo grabado no llega a Buenos Aires, o por los menos fieles como salen de La Habana, se decide a escribir “Los que luchan y los que lloran”. Conmovedora crónica de un oscuro narrador, ávido de prestigio, en un vocero de los vientos de cambio de la América mestiza y profunda. Masetti baja de la Sierra a la, aún, sofisticada Habana y se contacta con Buenos Aires. Comprueba que las cintas no llegaron a destino y vuelve a subir a la Sierra, sufriendo los mismos peligros que el viaje anterior.

Repite el reportaje y baja al llano. Cuando siente que pasó dos veces por el Jordán de la Revolución se da cuenta que no es más el Jorge anterior. Empuñó un fusil, le dieron el grado de teniente del Ejército Revolucionario y, ahora, se puede llevar las cintas grabadas a Buenos Aires. Según Walsh “había ido lleno de dudas, prevenciones y sutilezas, y se lo tragaba la insuperable experiencia colectiva de un pueblo en sedición. Volvía enamorado de aquella experiencia agraria, popular y antiimperialista”.

Masetti es el creador de la primera agencia latinoamericana de prensa: Prensa Latina. Es cofundador, gestor, y fogonero de la época independiente de la agencia que se enfrentó a Associated Press y a United Press. Construyó con Gabriel García Márquez, Rogelio García Lupo, Juan Carlos Onetti, Rodolfo Walsh, Ángel Boan, Carlos Aguirre y Carlos María Gutiérrez, una estructura con filiales en cada ciudad de América, en Londres, París, Ginebra y Praga.

La ruptura diplomática dispuesta contra Cuba por el Departamento de Estado determinó el cierre de todas las filiales en América. Además, tensiones ideológicas y políticas en PRELA lo llevan a renunciar en marzo de 1961. Principalmente el origen del conflicto está en que no hay acuerdo con el sector pro-soviético de la dirigencia revolucionaria. Masetti no era comunista, ni cubano, ni manejable. Pero su línea directa con el Che, sobre todo, lo hicieron blanco de un sectarismo avasallante. Creemos que la renuncia fue una decisión compartida y consensuada con Guevara. Ninguno quería dar la batalla en Cuba porque “su” revolución estaba en la Argentina y en el resto de América Latina.

Masetti, a partir de allí, sería el Comandante Segundo, el jefe del Ejército Guerrillero del Pueblo, dispuesto a ser el contacto guevarista en Salta. El objetivo era explorar la geografía, instalar bases de apoyo, relacionarse con campesinos del lugar y armar una red urbana en Salta, Córdoba y Tucumán. Fracasó. Puso en cuestionamiento la vialidad o no de la lucha armada. Hubo errores: iniciación en el gobierno de Illia que, al menos configuraba una pseudo-democracia al estar las mayorías populares proscriptas, armar un ejército irregular con universitarios y empleados urbanos, confundir el Altiplano con Sierra Maestra, moverse en forma errática y dispersa a la vista de la Gendarmería Nacional, la indisciplina, etcétera, eran señales que decían que iban directo al abismo.

Pero se toma en cuenta su renuncia al mundo cómodo y burocrático, la intensidad de esos últimos cinco años, el mayor reportaje del periodismo argentino, la febril actividad en Prensa Latina, y su inmolación final. Masetti se pierde en la selva salteña el 18 de abril de 1964.

Rodolfo Walsh en el prólogo del libro de Jorge Masetti, “Los que luchan y los que lloran”, pone punto final a su descripción analítica diciendo:

“Los dispersos van cayendo en grupos de dos o tres.
Masetti no aparece nunca. Se ha disuelto en la selva, en la lluvia, en el tiempo.
En algún lugar desconocido el cadáver del comandante
Segundo empuña un fusil herrumbrado. Tenía al morir 35 años, había nacido
en Avellaneda”.
Rodolfo Walsh, Marzo de 1969.

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