El doctor Luis Calandre Ibáñez, su vida familiar y el archivo

Por Cristina Calandre Hoenigsfeld

Conferencia realizada por la autora, en el Casino de Cartagena el 1 de diciembre del 2011 dentro de los actos del homenaje al Doctor Luis Calandre Ibáñez.

1)    SU VIDA FAMILIAR

La relación  con mi abuelo se desarrolló en la finca que tenía cerca de Cartagena. Recuerdo que mi abuelo tenia en gran estima su historia familiar, que recogió en un pequeño libro y había documentado que hubo un Calandre que procedente de Francia llego a Cartagena en 1790, donde se instaló como comerciante. Generaciones posteriores entroncaron con familias cartageneras como los Lizana o los Ibáñez y ya su padre se hizo médico, transmitiéndole a él esa vocación que luego paso a su hijo y a su nieto. En su infancia la relación con la ciudad solo se mantenía a través de la familia que vivía aquí-principalmente Lizana –ya que la familia se había trasladado a vivir en el campo  en Santa Ana en una preciosa finca que se llamaba la Almenara.  Esa finca del campo de Cartagena era su tercer gran afecto,  después de su profesión y su familia. Era un hombre de enorme generosidad y en esa finca mantuvo de por vida a su queridísima madre y a sus cuatro hermanas solteras. Yo y toda la familia tenemos un recuerdo mágico de belleza de los pequeños jardines mediterráneos y de la armonía familiar que allí se conseguía y comprendo porque mi abuelo allí se olvidaba de todos sus problemas.  En ese lugar  disfrutaba con algunas de sus grandes aficiones, la fotografía o el estudio de los árboles. Se le veía  feliz enseñándonos las características del tronco o de las hojas y nos cansaba un poco haciéndonos posar mucho rato midiendo minuciosamente la luz con el fotómetro para tomar unas magníficas fotografías con su cámara Leica.

También estaba entusiasmado con un gran ciprés que había visto crecer, un  molino de viento que nunca vi. Funcionar y con una novedosa bomba para sacar  el agua tan escasa entonces en esas tierras.  Así mismo había ido reuniendo una importante colección de la interesante loza de Cartagena y algunos preciosos muebles hechos en la zona. Por las noches se sentaba al aire fresco a conversar con los vecinos, gentes del campo con las que tenía una perfecta sintonía o amigos y familiares que venían de la ciudad. Recuerdo especialmente al señor Ros, arquitecto a D .Eduardo Bonet, médico y al también médico Dr. Bonmatí.  Pero no solo descansaba, por las tardes se ponía su chaleco y camisa con cuello duro y pasaba una consulta a una procesión de pacientes que venían de toda la comarca, en automóvil  o en tartana.  Su amor por ese campo de Cartagena se refleja en  un libro que escribió llamado “ La Almenara en el Campo de Cartagena “ y otro que editó,  un clásico de Campillo del Bayle ,denominado “El lentiscar de Cartagena “, en su editorial Almenara.

También veía a mi abuelo en su piso de la madrileña calle Castellana 30.Allí nos reuníamos periódicamente toda la familia e iban y venían amigos y conocidos todos bien recibidos por él,  aunque la casa la llevaba con maestría su esposa, doña Paca, mujer siempre jovial, hija de un pastelero institucionista,   y que fue apoyo imprescindible en su vida. En esa misma casa pasaba su consulta, con la ayuda inestimable de Cruz Rodríguez y donde se veían tanto ministros o duques, como poetas o gente llegada del campo, nuevos ricos.

En el laberinto de habitaciones había un misterioso cuarto donde se encontraba el aparato de rayos X y otro, también oscuro, donde se revelaban los electrocardiogramas.  En navidades la casa se inundaba de regalos de pacientes agradecidos, muchos provenientes del antiguo Instituto Escuela   donde sus hijos habían estudiado y él mismo  había sido inspector y del colegio ESTUDIO  al  íbamos mi hermano Luis, mi prima Beatriz Moles, y yo misma.

Luego he comprendido que, al margen de su papel como científico o gestor, fue un gran medico humanista adorado por sus pacientes. Entre las muchas habitaciones una especialmente hermosa era una pequeña biblioteca con una librería de caoba donde guardaba sus más preciosos volúmenes de bibliófilo. El mismo había creado una pequeña editorial donde publicó  los libros arriba mencionados o uno que escribió sobre el palacio del Pardo. También se encontraban los libros más maravillosos que nunca he visto,  con miniaturas a todo color sobre pasta, obra del artista Panadero con el cual tuvo una prolongada relación. En otro  saloncito todos los sábados se reunía  a tomar el café  un grupo de amigos de distintas y diferentes edades y diversas profesiones, médicos, maestros o abogados de talante progresista.  No he vuelto a conocer tertulias de ese tipo.

De vez en cuando salía con sus  nietos por Madrid, le gustaba la rosaleda del Retiro en época de floración, un seco encinar cercano a la ciudad en la zona de la Berzosa y celebrar su cumpleaños en un precioso restaurante al aire libre llamado Granja Sibaris.  Todos mis recuerdos relacionados con el abuelo son agradables. El era un hombre sereno,  amable, a veces algo impasible pero feliz cuando estaba con sus nietos que parecían hacerle olvidar el sufrimiento que había pasado con la  feroz represión que le había hecho abandonar sus grandes vocaciones, la ciencia médica, la enseñanza y el servicio a la sociedad. Tenía una dolencia cardiaca que le hizo padecer mucho en sus últimos años, pero jamás lo reflejó-por lo menos a mis ojos infantiles-y su muerte fue tan digna y ejemplar como había sido su vida.

2)    EL ARCHIVO

Tanto mis abuelos paternos, como mis  padres, nos mantuvieron alejados de los recuerdos que  podían tener de la Guerra de España ( es como  debe ser llamada la Guerra Civil Española ) , así  como nuestros abuelos maternos judíos y polacos del   Holocausto judío que sufrieron  sus  20 familiares   hermanos, sobrinos, etc.  Supongo que sería para protegernos., ó porque les era  doloroso el recuerdo.

Esto lo cuento, pues luego,  a la muerte de mi madre Ruth en Agosto del 2003, y  tras el fallecimiento de mi padre Luis,  8 años antes en 1999, es cuando en el sótano   de nuestra casa familiar encontramos gran cantidad de documentos y fotos de los Calandre, metidos en unas cajas como de zapatos, grises, y dentro todo en perfecto orden por fechas y en sobrecitos naranjas con la letra de mi abuelo Luís.   También, aunque en menor cantidad documentos y fotos de la familia judía polaca, con la que actualmente me encuentro trabajando  ya que tengo la  intención de escribir un libro.

Yo soy economista, he trabajado 13 años en el Banco Exterior de España  y luego  con la Agencia de Cooperación Española en el  Uruguay 3  años, así que no se mucho de historia  y mucho menos de medicina, pero  le estoy cogiendo el gusto a eso de ser historiadora aficionada..

Al principio, y como coincidió con que tenía tiempo,  pues me acababa de divorciar , después  de llevar 30 años casada,  pude dedicarme a ver que había dentro de esa especie de cajas de zapatos grises-   Gracias a Internet , me fui documentando sobre personajes que aparecían en las cartas que  firmaban, y me eran totalmente desconocidos .  Me fui poco a poco dando cuenta de que eran personajes importantes de la Institución Libre de Enseñanza, (ILE) de la Junta Para Ampliación de Estudios (JAE), instituciones para mí casi desconocidas,   y  de las medicina española y extranjera, etc.

Para  explicarles a las personas que  quizás no sepan muy bien que es la Institución Libre de Enseñanza, les puedo indicar muy brevemente  que se trató de  una institución  educativa y ejemplar , única en España y tal vez en la  Europa  de su tiempo( segunda mitad siglo  diecinueve,1876 ) . Con por Don Francisco Giner  a la cabeza,” la obra”, como la llamaban los institucionistas, dirigida  principalmente a los jóvenes,  no solo fue pedagógica sino que se extendió a toda la cultura y la vida entera española, como a la Junta para Ampliación de Estudios  creada para fomentar principalmente las actividades científicas y las conocidas como pensiones (becas) con el propósito de reestablecer la relación con la ciencia europea, que se había roto desde hacía siglos. Al mismo tiempo la JAE creó diversos centros científicos, como el Centro de Estudios Históricos,  El Instituto de  Física Química, Instituto Cajal,  el Instituto escuela y la Residencia de Estudiantes,  una de las más interesantes creaciones de la JAE y una de  las más influidas por las ideas pedagógicas de la ILE.

A ese privilegiado ambiente, es al que perteneció mi abuelo y en el que se formó como  la gran persona y el gran científico que luego fue.

Consciente del “tesoro “que tenía en el sótano, esto  sería como en el año 2005-2006, hice  un inventario, que me dio la cifra aproximada de  3000 documentos entre cartas, fotos, folletos, etc.

Para no ser tediosa en contarles lo que  hay en el archivo , les voy a presentar mi página WEB luiscalandre.com que tengo  colgada en  Internet desde hace  un mes , y que  he elaborado para homenajear a mi abuelo  en el cincuentenario de su muerte .

Voy a pasar a comentarla brevemente:

La he dividido en pocos apartados, pues se trata de una WEB artesanal: Biografías, Textos escritos por el Dr. Calandre, Textos  que mencionan al Dr. Calandre, Correspondencia, Colecciones  y Galería  fotográfica, además de un Blog., y una dirección de correo electrónico.

He metido una selección muy rigurosa de los 3000 documentos,  en función de la categoría  de los que los escribían, y se complementan además con los documentos y fotos que hay en la sección de  biografías en donde aparecen  tanto en el libro que escribí en el 2008 sobre mi abuelo, como el la Tesis doctoral del Dr. Sebastián, como en otros artículos y  que pueden ver en esta sección con muchas fotos y documentos importantes que van desde 1900 a 1970.

Entre los libros escritos por Calandre, sobresalen algunos importantes que he digitalizado y colgado en la WEB, como el de  Fisiología y Anatomía del corazón editado por Saturnino Calleja en 1920, Enfermos reales ó imaginarios de la editorial comunista Cenit, también los dos libros que escribió sobre el Palacio del Pardo, Socorros médicos de Urgencia , escrito junto al profesor del Instituto Escuela  José Sánchez  Pérez   ,Cartagena vista por los extranjeros,  su último libro árboles ó  algunos de los  informes publicados por él mismo sobre el Hospital de Carabineros en la época de la Guerra de España.

(Aquí voy a  abrir un paréntesis):

Desde marzo de 1937 hasta marzo  de 1939 en la conocida Residencia de Estudiantes (si esa de García  Lorca, Dalí y Buñuel, aunque  debería mas bien conocerse por la de los doctores  Calandre, Negrín y Pío del Río Hortega  y sus Laboratorios) se situó un Hospital de Carabineros, que dirigió  mi abuelo Luís.  Allí se trataban a enfermos de malaria, pues hubo una epidemia enorme durante la guerra en los frentes de Madrid.  Curiosamente esta epidemia ha sido totalmente ignorada por los historiadores de la medicina y de la ciencia, ya que no aparece en ninguna estadística internacional, ni incluso  en una gran exposición que sobre la Malaria hubo en el año 2009 en la Biblioteca Nacional de Madrid, dependiente del Ministerio de Cultura y financiada por Caja Madrid,  con participación del Cresib de Barcelona,   y  del  Dr.  Pedro Alonso, el gran especialista en la vacuna contra  la malaria.

Pienso que debe ser un error intencionado dado que los libros sobre el tratamiento (casi curando al 99% de los infectados) están hace muchos en el Centro de Documentación de la Residencia, ya que mi familia los dio en  concepto de  “custodia “(aunque  los de la Residencia dicen que es una donación) cuando en el año 1990 se hizo ahí un pequeño homenaje a  mi abuelo.  Asistí yo a dicho homenaje, con mi marido Javier, con mis padres, con mi hermano Luis, mis primas (creo que solo Beatriz) mis tíos y tías, casi todos ellos ya fallecidos, menos Josefina la mayor que tiene  más 95 años.  Fue entrañable el pequeño homenaje, participaron personas que conocieron muy bien a mi abuelo, como su discípulo  el Dr.  Leopoldo Fabra, el Dr. Albarracín, Historiador de la medicina, el Dr. Vega Díaz,  y Elvira Ontañón, cuyo padre era muy amigo del abuelo., y que asistía a unas tertulias que se organizaban en  Castellana 30 los sábados, según testimonio de la propia Elvira (actual Presidenta de la Corporación de antiguos amigos de la ILE).

A mi me pareció entonces entrañable dicho acto, por la gente que participaba, pero ahora, 21 años después me doy cuenta que no se dijeron muchas cosas de la obra de mi abuelo, como señalar que  fue el último delegado de la Junta Para Ampliación de Estudios desde  octubre de 1938 a marzo de 1939 con el final de la guerra, ó que el Hospital de Carabineros  se ocupaba principalmente  de curar a enfermos de malaria. Por supuesto nada de un Refugio antiaéreo que estaba y sigue debajo de donde se dio la conferencia, y que en el años 1990 todavía no debía de haberse medio destruido, pues estaban comenzando las obras.

Si en ese momento hubiera sabido, todo  lo que ahora  he averiguado, tras 5 años investigando, seguro  que se hubieran enterado los organizadores de ese acto,  del agravio cometido   contra el honor de mi abuelo y la Historia de España.

Que se oculte el refugio antiaéreo,  lo medio comprendo, por eso de que es un delito urbanístico por haberse rehabilitado dichos edificios sin las licencias correspondientes, teniendo la máxima protección como Bienes de interés Cultural (BIC).

De todos modos no es el único, hay por lo menos otros cuatro refugios antiaéreos mas,  debajo de Hospitales durante la guerra en Madrid , lo que prueba que los fascistas   no iban a objetivos militares sino civiles, e incluso hay un refugio debajo de la Maternidad de Santa Cristina en la Calle Odonell de Madrid , que podría ser  la prueba del intento de un delito de genocidio hacia la población infantil republicana, y esto son palabras mayores, pues  esta tipificado a nivel internacional por las Naciones Unidas, como crímenes contra la humanidad.

Que no se dijera  que Luis  Calandre fue el Subdelegado de la JAE   (Junta para ampliación de Estudios), cuando ya en el año 1990 tenían ahí mismo en el archivo de la Residencia todo el archivo de dicha JAE  “donado” a ellos por el CSIC, lo entiendo  menos , quizás no querían enfrentarse a un  decreto franquista que  pretendía  disolver a dicha JAE en 19 de mayo de 1938  y que sigue vigente como todo el entramado jurídico franquista , gracias a los pactos de la Transición., y que  fue  recientemente  ratificado vía BOE del 19 de noviembre del 2011., acordado en el último consejo de ministros del  gobierno  socialista, por si quedaba alguna duda.  Con dicha Orden, se legaliza al  golpe de los militares rebeldes franquistas del 18 de julio de 1936, e impide el reconocimiento jurídico de mi abuelo como sub-delegado de la JAE en Madrid.

Pero lo que ya no me cabe en la cabeza, es la ocultación, después de más de 70 años de la extensa  epidemia de malaria y su   tratamiento. Solo se me ocurre que como  se curó perfectamente, no quieran  que se sepa que algo de la II República funcionó tan bien.

Tanta es la ocultación de dicha epidemia que no solo en Tesis, libros ,artículos varios  escritos por los especialistas en dicho tema  lo han obviado, sino que incluso el Dr. Clavero  del Campo , que fue el director de la Escuela Nacional de Sanidad  , desde 1940 a 1965 (sustituyendo al Dr. Pittaluga que tuvo que exiliarse por “rojo”) especializado  en temas relacionados con la malaria ó paludismo en sus dos discursos para ingresar  como académico de numero en las Reales Academias  Nacionales de Medicina  y Farmacia de Madrid , con los títulos  “La erradicación del paludismo en España” y “La lucha antipalúdica en España “   no dice  nada sobre esos años,(1937-39) y eso que también en el Hospital de Rey , muy cerca de la Escuela Nacional de Sanidad (de la que fue tantos años director),  en el Campus de Sinesio Delgado, se trataron a  miles de enfermos de paludismo durante la Guerra de España. Y ese doctor era el encargado muchos años de la  representación española  en la Organización Mundial de la Salud (OMS) en temas de la malaria  , y en cuyas estadísticas   al día de hoy sobre la lucha antipalúdica  faltan los años 1937-39, igual que no aparecen en las estadísticas nacionales (INE).

Desde aquí  reivindico una vez más , el papel de mi abuelo , tanto como Delegado de la  JAE ,  así  como director del Hospital de Carabineros , y que  la Residencia de Estudiantes histórica debe incluir el periodo 1910-1939  y no como  casi siempre ponen en la historiografía , 1936, ya que dichos edificios   de la Residencia siguieron perteneciendo a la JAE (Ministerio de Instrucción Pública )  que existió hasta marzo de 1939., y por cuidar de dichos históricos edificios , como aparece en las declaraciones de Calandre ante el juez instructor , fue condenado  .Todo esta historia del lugar fue ignorada por los gestores de la Fundación  Residencia , que preside la monarquía, cuando en el año 2007 se solicitó el galardón “sello patrimonio europeo” que les fue injustamente concedido., según mi opinión.

Por todo ello he colgado también en la WEB, en un apartado específico,(Calandre subdelegado de la JAE)  algunos de los muchos documentos oficiales que existen sobre su nombramiento  como subdelegado de dicha JAE  por el gobierno legítimo de la II República  que encontré en archivos varios, como el de la propia Residencia de Estudiantes, el  de la Residencia de Señoritas que esta en la Fundación Ortega y Gasset y el del   Centro Documental de la memoria Histórica de Salamanca., donde incluso  hay un documento que   habla del sueldo que va a cobrar por ese puesto. En la misma línea van dos  artículos míos publicados por la Universidad de Cádiz y la Autónoma de Barcelona  que están en dicha WEB.

También quiero resaltar  la placa  conmemorativa  en honor de la JAE y dedicada por el CSIC, que hemos conseguido desde una plataforma ciudadana  cambiar de la fecha  1907-1938 a  1907-1939 como finalización de la JAE y que esta puesta en la pared del propio Campus del  CSIC en Madrid,  en el edificio de física-química Rocasolano. Dicha placa modificada pueden verla en mi WEB.

Todo lo expuesto anteriormente nos muestra las graves contradicciones que vienen ocurriendo con este tema de la disolución de la Junta  y el Hospital de Carabineros desde hace  más de cinco años.

(Cierro paréntesis)

Quiero ir ya finalizando. En la WEB en la sección de “correspondencia” pueden verse cartas  de todo el abanico político, que van desde una carta de uno de los pioneros de la Revolución Cubana, Sr. Agromonte, cuando era rector de la Universidad,  a una emotiva carta de Juan de Borbón desde su exilio en Estoril,  pasando por los  ilustres personajes de la Institución Libre de Enseñanza,  la Residencia y la JAE como Don  Prieto Vances,(ministro de la República ) Don   Bartolomé  de  Cossío  ( director de la ILE),  Don Ramón   Menéndez Pidal (JAE-Centro de Estudios Históricos), Don Bernardo Giner de los Ríos (Ministro de la República ), Don Alberto  Jiménez Fraud (director de la Residencia de Estudiantes), José María de Labra (ILE) políticos como Azaña (Presidente de la Republica ), Pablo Iglesias (Fundador del PSOE) de los grandes médicos-científicos  como el Dr.  Gregorio Marañón , Dr.  Juan Madinaveitia, ó  el Dr. Gustavo   Pittaluga (con el que codirigió la prestigiosa revista científica  Archivos de Cardiología y Hematología desde 1920 a 1936), Dr. Juan Negrín (Presidente de Gobierno con la República  del Frente Popular), Dr. Cardenal, Dr. Recasens o con sus discípulos predilectos  como el Dr.  Juan Planelles que llegó a ser un importante científico  exiliado  en la URSS, etc. Y desde el extranjero los más importantes cardiólogos de Francia, Alemania,  con los que se había formado y conocido cuando disfrutó de las pensiones (becas) de la Junta Para ampliación de Estudios (JAE)  que tanto hizo a que creara una ciencia en España , que llegó a alcanzar niveles europeos.

En la sección de pésames (impresionante)  de nuevo, eminentes  médicos (viuda de Marañón,  Dr. García Orcoyen (ginecólogo de la familia Franco) Dr.  Rof Carballo, Dr. Azpitarte, Dr.  Vega Díaz,  Dr. Pescador, Dr. Gavilanes, Dr. Teófilo Hernando, uno muy sentido del Dr. Estelles,  artistas como el pintor republicano Briones (que estuvo en la exposición universal de 1937 en París junto al Picasso y su Guernika),   aristócratas (Casa  Peñalver –Koplowich), banqueros (los hermanos asturianos  Selgas, Juan y Ezequiel), grandes fortunas (Juan  Abelló, de los laboratorios farmacéuticos Abelló, familia  Urgoiti  ahora integrados en  Acciona, Ramón Areces del Corte Inglés, los Larragoiti), gente importante del régimen franquista, (Raimundo Sánchez Cuesta), Generales (Rosaleny),  Contraalmirante(Rotaeche),  y sus fieles amigos de la ILE  que le sobrevivieron como Alberto Jiménez Fraud, Ramón   Menéndez Pidal , Carande,  Pablo de Andrés Cobos , González Uña (Presidente Cámara de Comercio) Julio Caro Baroja,  Julián de Zulueta, Pons Sorolla,  y  claro de  viudas, como la Marquesa de Palomares, o Julia Cossío , la hija del Sr. Cossío.  Dos de los directores del colegio Estudio, como Jimena Menéndez Pidal y  Fernando Bauluz.

Desde Cartagena, Carmen Conde  que le dedico un  maravilloso Réquiem, (que según me dijo mi tía Julia, es lo que mejor ha descrito al abuelo),  y muchos otros cartageneros como los doctores Bonmmatí y  Bonet, los Celdrán, los Rosique,  etc.

Para mí  las más emotivas  cartas son las de sus discípulos médicos, recordando al gran  maestro que fue y lo que les enseño en su  Laboratorio de la Junta para Ampliación de Estudios en la Residencia de Estudiantes., en la mítica Colina de los Chopos, como la bautizará el poeta Juan Ramón Jiménez, amigo y paciente de mi abuelo.  También desde el exterior  vinieron telegramas como el del prestigioso Instituto  de cardiología de  México, que dirigía el Dr. Chaves, y también desde el exilio de ese país que acogió a tantos republicanos, un telegrama de Somolinos, uno de sus discípulos.

He colgado también algunas  colecciones,   por ejemplo las tarjetas de mi padre  Luis , de debía tener 20 años ,desde el  durísimo Campo de Concentración de San Marcos de León, por entender que es importante para conocer la historia de los Calandre y lo mal que lo pasaron en la postguerra , y con el mismo motivo he colgado los documentos de los diferentes tribunales que jugaron a mi abuelo, los militares por “auxilio a la rebelión “ el de Responsabilidades Políticas que le impuso multa y el del Colegio de médicos de Madrid que le quitó de médico durante 5 años., siendo la principal acusación por parte del Juez médico Dr. José Luis Rodríguez Candela del Opus Dei  y uno de los primeros funcionarios  del franquista CSIC (Instituto Cajal): “haber curado demasiado rápido a los enfermos  del Hospital” (se ve que no recordaba el  juramento  hipocrático y el  de Maimónides )

Aprovecho para decir que tengo solicitada la anulación  al Tribunal Supremo del juicio militar para ver si puedo limpiar su nombre, pues al día de hoy sigue siendo considerado como un “criminal”. Llevo con este tema 4 años, y va a ser difícil que lo consiga  ya que hasta ahora dicho Tribunal no acepta anular ninguno de los muchos que se han presentado, por ejemplo el último,  el del poeta comunista Miguel Hernández.

Un poco más amable,  es la  colección de tarjetas en esperanto de muchachas europeas escritas a mi abuelo siendo casi un niño, así como del  prestigioso  encuadernador Panadero y sus exquisitos  libros de los que conservamos en la familia 13 ejemplares.  Y la impresionante colección de electrocardiogramas (desde 1918 a 1940) de políticos de todas las tendencias políticas  como  Lerroux (Presidente de la  República),  Nicasio Velayos (Ministro de la República), Calvo Sotelo (Ministro),Indalecio  Prieto,(Presidente de la República ) artistas  y escritores como Valle Inclán ,  Juan Ramón Jiménez, Eugenio D Ors,  Joaquín  Sorolla,  o Álvarez de Santullano, el Sr. Angel Llorca , el gran  pedagogo  de la ILE, amigo de la familia y que murió en casa de los Calandre en 1941,  rodeado de cariño. Mi abuelo con el deseo de rendirle homenaje edito un índice con su biografía, que se puede leer,  pues todo ello esta colgado en la WEB, para conocimiento general y en particular para los investigadores de la ciencia y la medicina, a ver si consigo despertar un poco de interés en ellos.

Para los que quieran profundizar en su biografía les aconsejo se  lean la Tesis doctoral que esta en  dicha WEB del Dr.  José Manuel Sebastian  que fue leída en la Facultad de Medicina de  la Universidad de Murcia, en el año 2010, consiguiendo la calificación “Cum Laude” y estuvo dirigida por el catedrático de Historia de la medicina, Dr. Marset Campos.  También mi libro “El Dr. Calandre, de la Junta para Ampliación de Estudios al exilio interior “editado por Silente  en el año 2008, con un enfoque más  divulgativo., y con preciosas fotos.

Podemos concluir que el Dr. Luís  Calandre Ibáñez, fue un hombre bueno y sabio , como lo  fueron casi todos los personajes  relacionados con la ILE y la JAE(Residencia Estudiantes ) , comprometidos con el progreso de su patria, España,  y  que  como  dejó escrito mi abuelo en uno de los libros sobre el funcionamiento del  Hospital de Carabineros en el año 1937 y en plena guerra  y bajo los bombardeos:

“…Ansiamos una vida noble y humana que la  Nueva República ha de ofrecer a sus hijos en este magnífico renacer de España”

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