El dulce y sucio rock clásico del siglo XXI: Dirty Honey
Por Mariano Muniesa. LQSomos.
Tomando como su referencia el rock y el blues de los 70 junto al rock más melódico de los 80, en una amalgama sonora que va desde Aerosmith, Led Zeppelin y AC/DC a una profunda huella del southern rock, desde la más absoluta independencia y desde el más puro underground
Lo que comúnmente conocemos en el mundo del rock actual como la tendencia o el estilo “retro”, heredero del hard rock y el blues progresivo de finales de los 60 y comienzos de los 70 (Led Zeppelin, Rolling Stones, Allman Brothers Band, etc) es quizá la que en los últimos años más agradables sorpresas nos está proporcionando en cuanto a nuevas bandas, a talento emergente. Nombres como los de Tyler Bryant & The Shakedown o Greta Van Fleet ya han aparecido en estos “Papeles de Rock” hace algunos años y hoy, sin ánimo de presumir de visionarios, fuimos pioneros hablando de ellos y son realidades ya consagradas en el ámbito mainstream del rock.
Hoy nos ocupamos de un grupo al que llevo pinchando desde 2018 en mi programa de radio “Rock Star” en www.mariskalrock.com y que aunque trabaja dentro de un marco existente y elabora una versión fresca y refinada de una fórmula conocida, sabe hacerlo con una calidad innegable y un más que notable estilo propio a pesar de su juventud. Provienen de Los Angeles, California y su nombre es Dirty Honey.
Hubo un tiempo, no hace mucho, en que no pocas bandas clasificaban y definían su música usando una variación del eterno cliché de: “Oh, no sonamos como nadie. Nuestro sonido es totalmente original”. Parte de eso es pura exageración, pero parte se refleja en las etiquetas de género que algunas bandas usan en Soundcloud. Todo eso se volvió bastante ridículo después de un tiempo y, naturalmente, planteó la pregunta: ¿cuántos géneros y subgéneros de rock puede haber? Dirty Honey no tienen ese problema, no lo duden.
Tomando como su referencia el rock y el blues de los 70 junto al rock más melódico de los 80, en una amalgama sonora que va desde Aerosmith, Led Zeppelin y AC/DC a una profunda huella del southern rock, desde la más absoluta independencia y desde el más puro underground, lograron en 2019 un hito que no pasó en modo alguno inadvertido en la industria del disco: llegar, sin el apoyo ni el concurso de ninguna gran compañía discográfica de las llamadas “majors”, al número 1 en la lista Mainstream Rock de Billboard con su single debut “When I’m Gone” de su EP homónimo de 2019, una hazaña nunca antes lograda por un grupo sin un contrato firmado. Con el viento proverbial a sus espaldas y contra la corriente de los bloqueos de covid 2020, su LP debut de 2021, que también lleva el nombre de la banda, se basa en la misma fórmula ganadora.
Ello ha hecho posible que a lo largo de los próximos meses vayan a ser con toda seguridad la sensación de los festivales de verano, entre ellos el Azkena Rock Fest de nuestro país y que combinen esas apariciones en los grandes festivales de verano europeos con shows en los cuales van a ser artistas invitados de Guns N’Roses, Kiss y Rival Sons, al tiempo que pensando obviamente en su lanzamiento en el mercado europeo, se funden su EP y su LP en un solo disco llamado así, “Dirty Honey EP/LP” y puesto a la venta en estos días.
¿Ejemplos? El blues-rock que abre el disco “California Dreamin’” y la poderosa “Tied Up” definitivamente se inclinan hacia ese peculiar sonido primigenio de Led Zeppelin, con los riffs de su guitarrista John Notto claramente influenciado por el Jimmy Page de piezas históricas como “Heartbreaker” y “Whole Lotta Love”, mientras que algunos sutiles toques de ZZ Top y Lynyrd Skynyrd se aprecian en la mezcla entre la voz conmovedora de Marc LaBelle y el tratamiento de los coros. La impronta que en Dirty Honey han dejado AC/DC es fácil de de apreciar en “The Wire” y “No Warning”, mientras que la esencia blues convertida en balada de rock sureño que se llama “Another Last Time” podría compararse con la forma en que Jimi Hendrix podría haber interpretado “Tuesday’s Gone” de Lynyrd Skynyrd. Sin obviar el fabuloso e impactante riff de “Take My Hand”, una verdadera bendición para los fans de Aerosmith y Lenny Kravitz.
“Down The Road” refuerza también en ese sentido las grandes credenciales de balada de blues de Aerosmith: un auténtico himno. Mientras tanto, “Scars” establece la nunca negada cercanía sonora y estilística de Dirty Honey con sus padrinos Rival Sons. Para ser un grupo que en gran medida evita acumular pistas adicionales al grabar en el estudio para mejorar su sonido y se apega a las fórmulas conocidas, estos cuatro recién llegados parecen una banda compuesta por el doble de miembros. Y mientras que su primera obra de larga duración ocupa poco menos de media hora de tiempo, su calidad, su madurez y su solidez ofrecen la impresión de ser un proyecto con muchas más experiencias y tiempo de música en sus espaldas de lo que realmente llevan.
Con la mayoría de los viejos grandes grupos ahora ya en su recta final y sus días de gira tristemente contados, la década de 2020 está lista para que una nueva generación de rockeros tradicionales basados en el blues reafirme las viejas formas, renovándolas y aportándoles frescura. Los detractores, agoreros y snobs de todo el mundo pueden seguir gritando que el rock está muerto a todo pulmón, pero Dirty Honey no están de acuerdo, y si alguien quiere apostar por ellos, no se equivocará. Dirty Honey tienen por delante un espectacular futuro que aún puede servir para marcar el comienzo de un nuevo renacimiento de un estilo que ha visto días mejores.
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