El FMI y la lucha de clases
The Guardian ha entrevistado recientemente (26-5) a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Lagarde utiliza la entrevista para presionar al pueblo griego con el fin de que acepte votar a los partidos que dan apoyo al plan de rescate.
En la entrevista, Lagarde saca a relucir una vez más los tópicos sobre los griegos que se propagan por los representantes del capitalismo mundial para que la gente acepte la miseria y la presión a la que se los está sometiendo. Lagarde trata a Grecia como si fuese un niño mimado y poco voluntarioso al que ahora se le debe forzar a tomar un medicamento. El medicamento puede parecer desagradable y puede que el niño haga alguna travesura, pero el niño tiene que entender que el medicamento es bueno para su salud.
Como sabemos, Grecia ha sufrido un duro colapso económico y ahora es un país endeudado. La troika (el FMI, el Banco Central Europeo -BCE- y la Comisión Europea) están imponiendo un severo programa de austeridad y exigen más y más recortes en los salarios, en las pensiones y en los servicios sociales y también exigen la privatización de los bienes públicos, con el fin de recaudar para pagar los intereses y la deuda.
Lagarde esconde que Grecia es un país dividido en clases sociales, como lo es España, Alemania o EE.UU. Cuando se le preguntó sobre los recortes en los servicios públicos, culpa a los griegos en general, declarando en repetidas ocasiones, que deberían saber ayudarse a sí mismos pagando sus impuestos. Según Lagarde, todos los griegos son evasores.
Sin embargo, los trabajadores griegos del sector público o privado, que son precisamente los que sufren de manera directa los recortes, pagan religiosamente sus impuesto sobre la renta, al igual que los pagamos los trabajadores españoles, alemanes o norteamericano, ya que no nos queda otra opción. Estos mismos trabajadores, cuando compran productos de primera necesidad, se ven obligados a pagar el IVA. Entonces, ¿cómo es que ahora se les acusa de no pagar impuestos?
Los millonarios griegos, en cambio, seguramente que no pagan muchos impuestos, pero no lo hacen por ser griegos, sino por ser millonarios, como ocurre con los millonarios españoles, alemanes o norteamericanos, que cuentan con un marco fiscal favorable y con asesores internacionales que los instruyen para que puedan incumplir sus obligaciones. Esta evasión ha sido y es muy perjudicial para la mayoría de griegos.
Cuando a Lagarde se le pregunta sobre el dolor que todo esto puede ocasionar a los niños griegos, responde lo siguiente: a los niños de una escuela en un pequeño pueblo en Níger se les enseña sólo dos horas al día y se ven en la necesidad de compartir una silla entre tres, y pese a ello están muy interesados en la educación.
Esto es chantaje emocional para acusar de nuevo a los niños griegos (ahora a los de verdad) de ser unos mal criados, ya que tienen la suerte de disponer (de momento) de aulas con una silla para cada uno. Se olvida así que los auténticos mal criados suelen ser los hijos de los ricos, sean griegos, españoles, alemanes o norteamericanos, y que estos niños ricos tienen la ventaja de contar, no sólo con una silla, sino con un montón de privilegios, para cada uno de ellos.
Moraleja: es posible que algunas personas bienintencionadas de izquierdas, durante los últimos años, llegaran a la conclusión de que la lucha de clases había muerto. Ahora, esta creencia ya no tiene sentido y sólo la pueden albergar los ciegos. Como acabamos de ver, los hechos ponen de nuevo los intereses de clase al desnudo y nos indican, una vez más, que los capitalistas están decididos a hacer todo lo que esté en sus manos para conseguir que la clase obrera y los pobres paguen por esta crisis.
* http://apuigsole.blogspot.com/