El Laboratorio de España: la JAE, 1907-1939
El Laboratorio de España: La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones científicas , 1907-1939”
Una exposición sin corazón y sin memoria republicana.
La exposición “que tiene lugar en la Residencia de Estudiantes y que estuvo hasta el 2 de marzo del 2008, insiste de nuevo en expulsar de su análisis histórico a la JAE del Frente Popular, durante la Guerra Civil.
Si bien es verdad que el profesor José Manuel Sanchez Rón, uno de los comisarios de dicha exposición, pasa de puntillas sobre dicho periodo, no da en absoluto una visión de conjunto, pues solo informa de algunos nombramientos y el funcionamiento de algunas instituciones (Centro de Estudios Históricos, Laboratorio matemático, Instituto Cajal) pero no de todas las actividades que tuvieron lugar entre Madrid, Valencia y Barcelona. Están ausentes de su análisis por un lado la actividad de la Residencia de Señoritas en Valencia, el Instituto Escuela, El Museo Nacional de Ciencias Naturales, los Laboratorios también en Valencia y posteriormente toda la colaboración con el Institut D´Estudis Catalans en Barcelona, al que solo hacer una referencia y por otro lado, todos los científicos e intelectuales, además de personal auxiliar, que en esas durísimas condiciones colaboraron incondicionalmente para apoyar al gobierno legítimo de la República.
Y tiempo no les ha faltado a los organizadores, pues desde que se publicó una carta mía al director en el diario El País, el 13 de marzo (en el ingenuo supuesto de que no lo sabían desde hace muchos años) en donde advertía del olvido de este periodo de la JAE por parte de las Instituciones, han tenido tiempo los investigadores que participan en dicha Exposición, en estudiar los numerosos documentos que existen sobre el tema, muchos ya digitalizados.
En el apartado de “Los Protagonistas”, la ausencia de la JAE del Frente Popular es total y en ninguno (excepto el de Ignacio Bolívar) de sus integrantes aparece esta etapa en su perfil biográfico. Tendríamos el caso de Tomás Navarro Tomás, Jose Royo Gómez, Luis Calandre, Manuel Sánchez Arcas, Antonio de Zulueta, entre otros.
Y es que decididamente no quieren resaltar la simpatía de todos estos intelectuales y científicos por la República, ya que por ejemplo, en la biografía de Luis Calandre, en vez de decir que dirigió un Hospital de Carabineros en la Guerra, nombre por el que siempre se le ha conocido, lo sustituyen por “centro de asistencia clínica” y en la biografía de Juan Negrín se olvidan que fue ministro de Hacienda y presidente del Gobierno, lo cual da que pensar.
Con ese anti-republicanismo manifiesto, es difícil que reconocieran en dicha exposición que justo debajo de ella, en el subsuelo, existe desde 1937-39 un Refugio antiaéreo construido por la República a través del Instituto de Carabineros, para proteger a los enfermos del Hospital de Carabineros que estaba instalado en la Residencia de Estudiantes y a los que habitaban en la “Colina de los Chopos” y eso que ya en 1987, a petición del que era director de la Residencia, José García–Velasco, el CSIC encargo al estudio de arquitectos Jerónimo Junquera-Pérez Pita la redacción de un Plan de ordenación y una vez realizado el “Plan Director de la Colina de los Chopos” se le encomendó al mismo estudio de arquitectos la rehabilitación de la Residencia, que incluía la construcción de un subterráneo que uniría entre sí los tres pabellones y el Trasatlántico. No cabe duda que vieron el Refugio.De este Refugio y del Hospital al que servía salió un artículo en el periódico El País, el 9 de agosto de 2007, escrito por Rafael Fraguas con datos que yo le suministré.
La confusión que viene reinando en la Conmemoración del Centenario de la JAE durante todo el año 2007 queda claramente plasmada en la siguiente afirmación:
“Y aunque la JAE no sobrevivió a la Guerra Civil porque fue disuelta por un Decreto franquista en 1938, su labor continuó en la zona republicana”, según escribe al principio del catálogo Mercedes Cabrera Calvo Sotelo, ministra de Educación y Ciencia.
A lo que yo contrapondría: “que dicho Decreto franquista era inexistente, dado que al estar emitido por un gobierno ilegal e ilegítimo, el de Burgos, todas sus consecuencias eran nulas y sino lo que sería ilegal sería el nombramiento de mi abuelo, Luis Calandre, en octubre del 1938, por el gobierno legítimo de la República, como subdelegado de la JAE en Madrid“.
Como bien dicen los autores de la exposición y de su catálogo, la JAE estuvo inspirada en la Institución Libre de Enseñanza, organización privada y laica y muchos de sus protagonistas eran institucionistas, lo que no dicen en la citada exposición, en cambio, es inminente el derribo de los edificios de la Institución Libre de Enseñanza por decisión de personas e Instituciones que promueven esta exposición de la JAE, lo que nos corrobora la esquizofrenia reinante en ese entorno: Se esta ensalzando a la ILE por un lado como fuente de inspiración de la JAE y a la vez se la quiere eliminar de la faz de la tierra, para edificar “La ILE del siglo XXI”, de nuevo formato. ¿A quién servirá esta ILE de inspiración?
Pues seguramente como nuevo trampolín a los que ya han utilizado la Residencia de Estudiantes para promocionar sus carreras y les ha salido muy bien, eso sí, al precio de esconder a la ciudadanía desde hace años un vestigio de la República, como es el Refugio antiaéreo de la “Colina de los Chopos”, unido al recuerdo de un Hospital de Carabineros que curó a cientos de enfermos de paludismo del Frente del Jarama y que estuvo dirigido por el que fuera nombrado delegado de la JAE en Madrid, Luis Calandre Ibáñez.