Hungría destruye todos los campos de maíz transgénico de Monsanto
En marzo, Hungría introdujo una nueva regulación para impedir el ingreso y comercio de semillas OMG (transgénicos inventados por Monsanto) donde cada estado debía revisar y vigilar el tránsito de semillas antes de su introducción al mercado local. Sin embargo, algunas semillas transgénicas fueron mezcladas con las normales. Esta es una estrategia muy conocida de la corporación estadounidense perteneciente a Rockefeller, para contaminar e introducir sus productos por la fuerza. Muchos agricultores de Hungría tenían plantas transgénicas en sus campos sin ser conscientes de ello.
En este artículo aprenda cómo destruir cultivos transgénicos y polen de siembra sin disparar una bala.
Como resultado de una nueva maniobra sucia de Monsanto, se hallaron casi 1.000 hectáreas de maíz cultivadas con semillas genéticamente modificadas, que se distribuían por toda Hungría. El secretario de Estado adjunto del Ministerio de Desarrollo Rural, Bognar Lajos, dijo que el maíz transgénico ha sido erradicado y que el polen no se ha llegado a diseminar desde el maíz transgénico.
Planetsave informa:
"A diferencia de la legislación de varios países de la Unión Europea, las semillas transgénicas están prohibidas en Hungría. Los controles continuarán y los comerciantes de semillas deberán, obligatoriamente, asegurarse de que sus productos estén libres de transgénicos", dijo Bognar.
Al mismo tiempo, en Los Estados Unidos, la gente comienza a tomar consciencia sobre las consecuencias de tener cultivos OMG invadiendo libremente el país.
A mediados de los 90, la corporación Monsanto introdujo semillas genéticamente modificadas, que resisten la marca Roundup, también de Monsanto. RoundUp Ready es un herbicida a base de hidrocarburos y glifosato. Hoy en día, estos llamados "campos Roundup Ready" se distribuyen por todo EE.UU. -el 94 por ciento de la soja, más del 70 por ciento del maíz y el algodón poseen el gen resistente al Roundup-.
Las corporaciones no pueden jugar a ser Dios
Además de los conocidos riesgos para la salud humana y los daños para la biodiversidad, que los cultivos transgénicos significan, cuando la tierra se dosifica durante años con un solo herbicida, los ecosistemas se adaptan. Y la naturaleza desafía al Roundup desarrollando "supermalezas" que en la actualidad se encuentran "fuera de control".
Lejos de equilibrarse, el problema para Monsanto se acelera, debido a que las mal llamadas "malas hierbas" (resistentes al glifosato) cada vez son más fuertes.
De acuerdo con Mother Jones: "Las nuevas malas hierbas se adaptan más rápidamente y con más fuerza que sus antecesoras, los campos se asfixian acorde a la obstrucción de canales de riego, las malezas crecen tan rápido que ni el agua puede pasar."
* Fuente: BWN Patagonia