El oro que no viajó a Moscú
El franquismo asoció durante años a Juan Negrín al "oro de Moscú", un supuesto expolio que sus herederos rebaten sobradamente exponiendo documentos que prueban que las reservas del Banco de España no se regalaron a la URSS, sino que financiaron de forma "transparente" a la República, algo sabido, publico y notorio, pero que por diversos intereses, se ha seguido manipulando en el país de la “injusticia histórica” .
La Fundación Negrín, que ya esta instalada en Las Palmas de Gran Canaria, en donde se encuentra el archivo del último presidente de la República, defiende que el denostado envío de reservas de oro a la URSS durante la Guerra Civil fue "una operación brillante" que dio liquidez al gobierno legítimo del país ante el boicot del sistema financiero internacional, no el saqueo aireado luego por la dictadura.
La polémica sobre el "oro de Moscú" gira en torno al destino de los fondos que atesoraba el Banco de España en 1936, al inicio de la guerra: unas 640 toneladas de oro, equivalentes a 725 millones de dólares de la época (Javier Tusell, "Historia de España en siglo XX"), que constituían la cuarta reserva de oro más importante del mundo en aquellos años (Anthony Beevor, "La Guerra Civil española").
La entidad que preside Carmen Negrín, nieta del Presidente de la II República, asegura que "las cuentas están claras" y que esa maniobra, aunque secreta, fue desarrollada conforme a la legalidad y sin que en ningún momento supusiera regalar a la Unión Soviética el oro del país.
De hecho, confían en que la vuelta a España desde París de los llamados "archivos de Negrín" -el fondo documental que constituye su principal patrimonio- permitirá "desmontar" la "patraña" extendida al respecto.
Muchos de los 150.000 documentos incluidos entre esos archivos -manuscritos originales y copias de cartas, registros y estadillos de balances sobre las relaciones económicas con la URSS entre 1936 y 1939- se refieren a la gestión de esos fondos y avalan la falsedad de la leyenda del "oro de Moscú", defienden dos de los asesores de la Fundación, los historiadores Ángel Viñas y Sergio Millares.
Ambos consideran que ese "mito", en el que muchos españoles siguen creyendo, se debe a "un bombardeo unilateral de propaganda durante 40 años" (y algo más…) destinado a culpar al último presidente de la República de las estrecheces que pasó la población española al terminar la guerra, cuando en realidad se debían al gobierno "inepto y corrupto" instaurado por la dictadura.
La Fundación Negrín asume entre sus fines "desmontar esa patraña", como prueba el hecho de que uno de los apartados de la exposición con la que ha abierto sus puertas en la ciudad natal del político republicano se titule "Transparencia con el oro de Moscú".
Documentos de esa exposición confirman, por ejemplo, que el oro que el gobierno republicano decidió emplear en comprar en el extranjero todo tipo de pertrechos -desde bombarderos y blindados a alimentos-, se comenzó a enviar a Francia, antes que a Rusia.
En su libro "El escudo de la República", Ángel Viñas detalla que el Gobierno republicano trasladó a Francia "del 24 de julio de 1936 a finales de marzo de 1937 oro, remesado en divisas, por un importe mínimo acumulado total de 23.608.000 libras de oro".
Sin embargo, los envíos de armas contratados en Francia para el Ejército republicano nunca llegaron e, incluso, se bloquearon en ese país buena parte de los fondos enviados por España.
Sergio Millares achaca esos problemas a la "falsa neutralidad" que adoptó el Gobierno francés siguiendo las directrices del Comité Internacional de No Intervención en la Guerra Civil Española, cuyos integrantes acabaron en realidad "plegándose a exigencias" de Alemania e Italia, para evitar represalias.
La decisión inicial de enviar oro a Francia la relatan también otros historiadores ajenos a la Fundación, como Stanley G. Payne, Javier Tussell o Anthony Beevor, quien sostiene que a Francia se llevó el 27,4 % de las reservas españolas, unas 174 toneladas.
Coinciden con sus estimaciones Payne y Tussell, quien precisa en su "Historia de España en el siglo XX" que el oro trasladado a la Unión Soviética, que viajó repartido en cerca de 8.000 cajas sacadas en secreto por el puerto de Cartagena en el otoño de 1936, "era el 73 % del total existente", 460 toneladas.
La República depositó sus reservas en Moscú tras descartar su primera opción, Francia, porque "tenía dificultades para hacer un uso eficaz de su oro y su crédito en Europa Occidental", según señala Payne en "40 preguntas fundamentales sobre la Guerra Civil".
Sergio Millares señala que los franquistas acallaron ese hecho porque así resultaban más creíbles sus "mentiras", que llegaron a respaldar, con "un comportamiento vergonzoso y denigrante", antiguos compañeros de Negrín en el PSOE, como su antecesor en la Presidencia del Gobierno, Francisco Largo Caballero, o Indalecio Prieto, que fue ministro de Defensa a las órdenes del presidente.