El PP legaliza la depredación litoral
El gobierno de Rajoy pretende reducir la línea de protección de los 100 metros actuales a tan sólo 20 metros. La consecuencia más directa es que la mayor parte de las urbanizaciones ilegales sobre las playas, y pendientes de demolición por imperativo judicial, unas 10.000 viviendas, quedarían automáticamente legalizadas. El asunto reviste la mayor gravedad. El propio informe ministerial admite que las aguas pueden ocasionar catástrofes, y se pretende que sean reparados con medios públicos. El promotor de la nueva ley de costas es el ministro Miguel Arias Cañete. El ministro de Agricultura, Alimentación y ¡Medio Ambiente! Este país es prodigioso. El propio ministerio de Medio Ambiente es el encargado de desproteger y amenazar al litoral marítimo.
Cañete es un elemento singular de amplio espectro. Si acudimos a la página web www.losgenoveses.net, Cañete queda destacado como cínico principal de la Marca España. Un jeta profesional de larga trayectoria, una vaca sagrada dentro del Partido Popular. Ha sido ministro Agricultura, Pesca y Alimentación (2001-2004) con Aznar y éste lo nombro secretario de Economía del PP en 2004. Aunque su nombre no ha salido a relucir en el caso Bárcenas, se supone que algo tendría que haberse sospechado Cañete, a tenor de las grandes sumas de dinero que entraban y salían de las arcas ddel partido.
Bajo un revestimiento de cachondez, late peligro y osadía cleptómana. Arias Cañete, según la organización ecologista Greenpeace, es juez y parte en la nueva ley de costas. Tiene intereses empresariales en la construcción de áreas afectadas por esta normativa. Por otra parte, como ya denunció la revista “Interviú” en su día, Cañete figura en una infinidad de consejos de administración de sociedades, algunas de las cuales,como la financiera holandesa “Havorad B.V. Han manejado ingentes cantidades de dinero en paraísos fiscales.
El Informe Greenpeace y el ministro Cañete
Las múltiples actividades del ministro Cañete
Cañete es el prototipo del refrán “dame trigo y llámame gorrión”. De vez en cuando suelta chascarrillos como el de lavarse con agua fría para ahorrar energía. También hace luz de gas anunciando que él puede comerse los yogures caducados sin problemas. Ya como ministro de Agricultura y Consumo, cuando la crisis de las vacas locas que tuvo en vilo a toda Europa, él se exhibía comiendo un chuletón. En el mejor estilo de Fraga bañándose en Palomares para ahuyentar el fantasma de la contaminación radiactiva.