El rijoso culterano irradia el sol de la inteligencia
Por Nònimo Lustre
Corone al juicio el arte de prudencia, lauree al ingenio el arte de agudeza. Si toda arte, si toda ciencia, que atiende a perfeccionar actos del entendimiento, es noble, la que aspira a realizar el más remontado y sutil bien, merecerá el renombre de Sol de la inteligencia (Gracián, final de Agudeza y arte de ingenio, 1646)
La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales (I. Errejón, siglo X antes de cristo) [traducción al cristiano: yo, único núcleo irradiador del planeta, como superior que soy, debo seducir a mis aliadas aparentemente proclives a la horizontalidad]
Aunque se publicó hace años, el lexema núcleo irradiador sigue siendo recordado por el segmento guasón de la ciudadanía hispana -vulgo, por una periferia del núcleo que todavía se pregunta, ¿cómo carajo habla este profe a sus alumnos electores? En los siglos XVII y XVIII, lo hubieran calificado como culta latiniparla pero, en este siglo, semejante expresión quiere ser críptica y se queda en postiza. Aun así, nos da la clave histórica de la enrevesada escritura de Íñigo Errejón (IE): hace siglos, hubiera sido una pieza de convicción en el agrio debate entre culteranos y conceptistas -simplificando, entre Góngora y Quevedo. Pero, si actualizamos al siglo XXI aquel antañón debate, IE llega tarde a la inmortal antología de las mil peores poesías. Una pena porque su aportación hubiera sido significativa. Por ejemplo, ¿hubiera mejorado una de las joyas de aquel recopilatorio, la imperecedera estrofa “Cuando el pino abacial, umbroso y núbil / se esquilorcia en la síntesis de prono / hay un ágido sonmínedo de estratos / que involucran la estroncia en perifurcis”? (cf. Las mil peores poesías de la lengua castellana, Jorge Llopis, 1957 y 1973)
El documento de perdón que no pide perdón
Si no se procura tener atada la atención de los lectores y de los oyentes con la oscuridad, o a lo menos con que no esté a primer folio la inteligencia de la frase, enseña la experiencia que unos roncan y otros piensan en las Babias, por cuanto es muy volátil la imaginación de los mortales” (Isla SJ, Fray Gerundio de Campazas IX:10-15; 1758)
Una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros (I. Errejón, 24.X.2024) [traducción al cristiano: el Exquisito Irradiador escoge no pedir excusas de manera que ni aparecen en su carta las palabras perdón, mujer-mujeres ni, por supuesto, sexo; ”no sex, please, we’re spaniards”]
Cuando, gracias a las feministas, IE percibió que sus “aliadas aparentemente proclives a la horizontalidad” no eran tan proclives ni tan horizontales -hombre, haber preguntado-, el ex Núcleo, ante la aplastante evidencia mediática de que ha sido descubierto con-el-carrito-del-helao, escribe con fecha 24 octubre 2024 un Documento público o Carta abierta en el que reincide en su manía culterana -i.e., ininteligible para el vulgo. ¿Para quién la redacta?, ¿para la universidad o para el electorado progresista?, ¿para epatar a sus colegas académicos o para abrumar al mundo con su sapiencia? No lo sabemos pero está claro que, en cualquier caso, no escribe para sus víctimas. Visto así, es una pieza de soberbia machista que no convence a nadie: los académicos no la leerán, la plebe electorera no la entenderá y las mujeres, feministas o simplemente féminas, víctimas y sobrevivientes… no digamos.
Es duro desfilar en la calle y ser campanero en la torre pero IE ha tenido diez años para observarlo -evidentemente, no ha aprendido nada: sus 508 palabras chapotean en medio de la nada. Como casi todo ese medio millar de palabras está trufado de confesiones para el diván, renunciamos a comentarlo porque no queremos quitar trabajo a los psiquiatras y, asimismo, porque nos repele la extrema subjetividad. Así pues, nos limitaremos a glosar los tres párrafos subsiguientes exponiéndolos en el orden narrativo original:
IE se queja de que una década de preeminencia política, “ha desgastado [a] mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional”. Nada sabemos ni nos interesa su salud física -que vaya al gimnasio protestará más de una indignada. En cuanto a su salud mental, tampoco nos interesa -dice en otro párrafo que acude a esos sustitutos de los párrocos que ahora se llaman psicólogos pero, si está tan mal como demuestra este Documento, mejor que vaya al psiquiatra. Más nos requiere esa distinción estructural entre afecto y emoción. Con el diccionario de la RAE en la mano, nos preguntamos: ¿hay emociones que no son afectuosas? En efeto, las víctimas de su acoso sexual sostienen que estaba muy emocionado pero no era afectuoso. Y quizá quisieran añadir ¿por qué llaman emoción a los calentones del políticamente poderoso?
Continúa IE: En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica. Yendo por partes: a) en lo que IE entiende por política, la eficacia reside más en lo mediático que en lo político -lo sospechábamos pero este razonamiento nos lo demuestra con inolvidable brutalidad. b) un comportamiento que se emancipa [corrección, que huye y/o desprecia] de la empatía… de los otros -efectivamente, desde hace añales, el déspota ilustrado IE nos ha demostrado que es un antipático y que los Otros le importan un bledo. c) antipático y elitista son idóneos para los neofranquistas pero son repugnantes para la izquierda.
Entonces, ¿a quién culpa IE de su enfermiza disociación? A la subjetividad tóxica que ha incorporado como macho sumiso al patriarcado. No nos preocupa que dispare por elevación. Señor IE: no se esconda detrás del patriarcado que, efectivamente, planea sobre todas las sociedades occidentales -y las orientales, también. Otros apuntamos a la sana parte de esas sociedades que no comulga con el patriarcado -en primer lugar, obviamente la mitad del cielo, dicen los chinos. Es grotesco que un sociólogo ilustrado admita ser subsumido como agente patriarcal. Pero tan horrenda claudicación no es ineluctable como bien sabe esa sana parte antes mencionada. Por ende, si IE presume de que sus delitos son culpa de haber interiorizado una subjetividad tóxica, sepa V. que “mal de muchos, consuelo de tontos”. Y Usted no es tonto, ¿no?
Finalmente, IE reconoce la contradicción Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. Estamos de acuerdo: su vida es neoliberal, léase, la antítesis de lo que predican los cuatro partidos por los que ha pasado -ahora podemos decir con más pena que gloria. Señoría, no hay más preguntas. Bueno, sí que las hay pero se dirigen a sus cuatro partidos: su gerencia, ¿los ha impregnado de neoliberalismo aunque fuera light? Dicho finamente: ojalá que, en tal caso, como decía fray Gerundio, unos roncan y otros piensan en las Babias.
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