El último viaje de Zelensky a Polonia fue muy significativo
Por Andrew Korybko*.
Traducido para LoQueSomos por Selodi Gasan Adie.
La visita de Zelensky pretende marcar el curso de la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia durante los próximos tres meses, antes de la cumbre del bloque que se celebrará a principios de julio. El papel de Varsovia en los próximos acontecimientos influirá poderosamente en lo que haga Kiev durante este momento crucial de ese conflicto, de ahí el momento en que el líder ucraniano decidió reunirse con su homólogo. Sin embargo, por muy cuidadosamente que Zelensky lo esté planeando todo, aún podría fracasar a la hora de invertir la suerte de su bando
Simbolismo y sustancia
El primer viaje de Estado de Zelensky a Polonia desde el inicio de la operación especial rusa el año pasado tuvo lugar a principios de esta semana, durante el cual fue condecorado con la más alta condecoración civil de su país anfitrión, la Orden del Águila Blanca. Su visita se produjo en un momento crucial de la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia, lo que le añade un elemento de intriga, al igual que su simbolismo. Así pues, el presente artículo analizará lo anterior para comprender mejor la importancia del último viaje de Zelensky.
La última dinámica militar-estratégica
Para empezar, el jefe de la OTAN declaró a mediados de febrero que su bloque se encuentra en la llamada “carrera de la logística”/”guerra de desgaste” con Rusia, que Moscú está ganando como lo demuestra su continua resistencia militar y el comentario de Zelensky a finales del mes pasado sobre quedarse sin munición. El fundador de Wagner, Prigozhin, también reivindicó recientemente la victoria en la batalla de Artyomovsk/”Bajmut” después de que su grupo capturara el centro administrativo de esa ciudad, lo que provocó un cambio de política por parte del líder ucraniano.
A finales de febrero, dijo que sus fuerzas podrían abandonar esa zona si sus pérdidas allí se vuelven irrazonables, pero luego dijo a la CNN el mes pasado que perder esa ciudad podría dar lugar a que Rusia avanzara por el resto de Donbass. Zelensky se basó en esta predicción para advertir hace poco más de una semana de que se vería presionado en su país y en el extranjero para “llegar a un compromiso” con Moscú si eso ocurría, pero ahora ha vuelto a su posición anterior después de precondicionar a la opinión pública a esperar una posible retirada.
Queda por ver qué ocurrirá finalmente, pero no hay duda de que la dinámica estratégico-militar favorece a Rusia. Y no se trata de una ilusión, sino que se basa en los datos demoledores del informe del Washington Post de mediados del mes pasado sobre la mala situación de las fuerzas de Kiev. Teniendo en cuenta este contexto más amplio, está claro que el último viaje de Zelensky a Polonia se produjo realmente en un momento crucial de este conflicto.
La Confederación de facto polaco-ucraniana
En cuanto al simbolismo, Polonia es uno de los principales aliados de Ucrania, hasta el punto de que ambos declararon su intención mutua el pasado mes de mayo, durante la visita del presidente Duda a Kiev, de acabar eliminando todas las fronteras entre ellos. El resultado fue que se fusionaron gradualmente en una confederación de facto, lo que impulsa el proyecto geopolítico de Polonia de restaurar su mancomunidad perdida en pos de su gran objetivo estratégico de volver a convertirse en una gran potencia.
La reafirmación por parte de Zelensky de su intención mutua de eliminar todas las fronteras entre ambos durante su último viaje a Polonia da más credibilidad a esta valoración, al igual que el impulso dado a ese proyecto geopolítico por un grupo de presión neoconservador en un reciente artículo para la influyente revista Foreign Policy. Con vistas a legitimar el estatus de Ucrania como protectorado de facto de su país, Duda declaró que Varsovia busca garantías de seguridad adicionales para su vecino antes de la próxima cumbre de la OTAN de este verano.
Problemas polaco-ucranianos
Por mucho que ambos quieran fusionar gradualmente sus países en una confederación de facto, siguen existiendo algunos obstáculos muy serios en su camino. Para empezar, está obviamente la cuestión de la financiación de este proyecto geopolítico, que Polonia no puede permitirse. En segundo lugar, los polacos están disgustados con la glorificación por parte de Ucrania del colaborador genocida fascista de Hitler, Bandera. Cuanto más tolera esto el Estado polaco a pesar de su retórica ocasional en defensa de la verdad histórica, más se enfadan los polacos medios.
Partiendo de la observación anterior, el tercer reto para este proyecto geopolítico es el aumento del sentimiento anti establishment en Polonia, que podría llevar al partido de la Confederación a ganar suficientes votos en las elecciones de este otoño como para que el partido gobernante se vea obligado a formar una coalición de gobierno con ellos. Este resultado podría echar por tierra estos planes y retrasar indefinidamente su puesta en práctica, especialmente si la Confederación encuentra la forma de bloquear la financiación o las garantías de seguridad necesarias.
Las perspectivas de una intervención militar polaca
Sin embargo, todavía pueden ocurrir muchas cosas antes de las próximas elecciones, incluida una intervención militar polaca en Ucrania. Su embajador en Francia afirmó a finales del mes pasado que “si Ucrania no defiende su independencia, no tendremos más remedio que entrar en el conflicto. Nuestros valores fundamentales, que son la piedra angular de nuestra civilización, nuestra cultura, estarán en peligro fundamental, así que no tenemos elección”. Aunque la embajada dijo que sus palabras estaban descontextualizadas, la intención estaba clara.
Rusia ya lleva tiempo advirtiendo sobre este escenario, que podría representar una escalada sin precedentes en la guerra por poderes de la OTAN contra ella por el hecho de que Polonia es miembro oficial de ese bloque cuyos países tienen obligaciones de defensa mutua entre sí. Por lo tanto, una intervención polaca podría servir de trampolín para que esa alianza antirrusa formalizara su papel en este conflicto, especialmente en el caso de que Polonia anunciara su “unificación” con Ucrania y la pusiera bajo su paraguas.
Aunque esta secuencia de acontecimientos sigue siendo especulativa, no deja de tener una base actual, como se ha explicado hasta ahora en este artículo, especialmente teniendo en cuenta la desventajosa dinámica militar-estratégica que ensombrece el último viaje de Zelensky a Polonia. Volviendo a ellas y teniendo en cuenta las palabras del embajador polaco en Francia, así como que los líderes de estos dos países han reafirmado su deseo de eliminar todas las fronteras entre ellos, los observadores no deberían descartar la posibilidad de que esto ocurra.
Variables del escenario
De hecho, podría muy bien desarrollarse antes de las próximas elecciones de otoño si la captura de Artyomovsk por parte de Rusia la llevara a extenderse por el resto de Donbass como Zelensky predijo anteriormente que podría suceder, lo que podría llevar a Polonia a intervenir de acuerdo con las condiciones que su embajador en Francia estipuló. Las únicas variables que podrían contrarrestar de forma creíble este escenario son que Rusia continúe realizando progresos parciales sobre el terreno o que Kiev acuerde un alto el fuego con Moscú antes de reanudar las conversaciones de paz.
Las posibilidades de la primera podrían verse reforzadas por una oleada de modernas armas occidentales a Ucrania, mientras que las de la segunda podrían verse reducidas por la promesa de Polonia de prestar todo el apoyo que Kiev necesite para no sentirse obligado por las circunstancias a negociar con Rusia. Ahí radica el probable propósito del último viaje de Zelensky a Polonia, a saber, explorar exactamente lo que Varsovia podría ofrecer a este respecto para evaluar mejor si merece la pena considerarlo seriamente en este momento crucial del conflicto.
Reevaluación de la demanda de Duda a la OTAN
Durante una entrevista concedida a Le Figaro a principios de febrero, Duda dio a entender que temía que Francia intentara mediar en un alto el fuego, escenario que podría verse favorecido por el actual viaje de Macron a China, cuyo plan de paz de 12 puntos https://korybko.substack.com/p/kiev-should-agree-to-the-ceasefire fue elogiado por el presidente Putin durante la visita de su homólogo a Moscú el mes pasado. Por tanto, la dinámica política de este conflicto es tan desventajosa desde la perspectiva compartida de Kiev y Varsovia como la militar-estratégica, ya que ambas apuntan a un alto el fuego inminente.
Esta observación añade más contexto a la exigencia de Duda de que la OTAN ofrezca a Ucrania más garantías de seguridad. Su declaración puede interpretarse ahora como una insinuación de una próxima intervención militar polaca (independientemente de que vaya precedida de la formalización de su confederación) o como una sugerencia de que éstas podrían ampliarse pronto para asegurar a Kiev el apoyo permanente de ese bloque en caso de que se vea obligado por las circunstancias a acordar un alto el fuego con Rusia (independientemente de quién medie en él).
La próxima contraofensiva de Ucrania
El deseo de Duda de que esto se haga en algún momento de los próximos tres meses, antes de la cumbre de la OTAN de principios de julio, pone un plazo concreto a su demanda, que coincide con la esperada contraofensiva de Kiev. Al respecto, el citado informe del Washington Post moderó las expectativas sobre su éxito, al igual que la última evaluación del ex comandante de las Fuerzas Terrestres polacas. Waldemar Skrzypczak declaró a los principales medios de comunicación polacos que Ucrania “no está preparada” para ello y que “ahora es el momento de los políticos”.
A los cínicos que podrían afirmar que este oficial retirado no dispone de información precisa sobre la dinámica militar-estratégica del conflicto habría que recordarles lo que el actual Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas polacas, el general Rajmund Andrzejczak, declaró a los medios de comunicación financiados con fondos públicos a finales de enero. Advirtió de que a Kiev se le está acabando el tiempo, confirmó que el poderío militar de Rusia sigue siendo formidable y expresó su seria preocupación por que Ucrania pueda ser derrotada en última instancia.
A pesar de este nefasto análisis del máximo responsable militar polaco, que indiscutiblemente está en posición de recibir la información clasificada más actualizada sobre la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia en Ucrania, es probable que Kiev intente de todos modos su planeada contraofensiva. Esto, a su vez, influirá en si Polonia formaliza su confederación de facto y/o interviene militarmente en su apoyo, exactamente qué garantías de seguridad podría dar la OTAN a Kiev, y si se alcanza un alto el fuego antes de la cumbre de verano del bloque.
Reflexiones finales
Esta visión nos lleva a la conclusión de que el último viaje de Zelensky a Polonia fue superimportante, ya que está destinado a marcar el curso de la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia durante los próximos tres meses. El papel de Varsovia en los próximos acontecimientos influirá poderosamente en lo que haga Kiev durante este momento crucial del conflicto, de ahí el momento en que el líder ucraniano decidió reunirse con su homólogo. Sin embargo, por muy cuidadosamente que Zelensky lo esté planeando todo, aún podría fracasar a la hora de invertir la suerte de su bando.
– Traducido para LoQueSomos por Selodi Gasan Adie
– Nota original: Zelensky’s Latest Trip To Poland Was Super Significant
* Andrew Korybko es un analista político estadounidense con sede en Moscú que se especializa en la relación entre la estrategia de EEUU en Afro-Eurasia, la visión global de China One Belt One Road de la conectividad New Silk Road y Hybrid Warfare. Este artículo se publicó originalmente en el boletín de noticias de Andrew Korybko.
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