El Vigilante (The caretaker), de Harold Pinter
Sobre la obra, de que va…
Aston es un hombre introvertido que vive en una casa que ha comprado su hermano Mick. Aston tiene problemas de relación social, debido a que en su juventud, y quizás por una actitud demasiado extrovertida sufre tratamiento siquiátrico de electrosock cuando todavía era un adolescente y con consentimiento materno. Aston se encuentra con Davis, vagabundo y “buscavidas”, al que auxilia, en una situación delicada de pelea, y le invita a pasar la noche en su casa. Davis permanentemente está atento a ver “que saca” de la situación, llegando a aliarse con uno u otro hermano en función de donde está “el poder”.
Mick es el hermano pequeño de Aston que tiene un pequeño negocio de construcción y ambiciona crecer y “situarse” en la sociedad. Ha comprado la casa donde vive Aston para darle alojamiento y al mismo tiempo para que se la arregle, la revalorice y además tenerle ocupado, pues no está en condiciones de “buscarse la vida”. El vínculo con su hermano es tirante y Mick lo vive como una carga, pues frena toda la ambición de “escalar” socialmente posiciones. Esta situación Davis la utiliza para tratar de instalarse en el lugar de forma definitiva intentando ver quién manda para aliarse con él.
Al mismo tiempo Mick desde su situación preponderante trata de “utilizar” a Davis para descargarle de lo que supone el control y desarrollo de los trabajos en la casa y la atención hacia su hermano.
Todos en mayor o menor medida somos víctimas de nuestro propio sistema, como el pez que se muerde la cola. El miedo a la carencia nos lleva al exceso, el miedo a la opresión nos lleva a oprimir, el miedo al vacío, nos lleva al deseo, el miedo a la libertad nos lleva a dios. El miedo hace la vida irrespirable. El que tiene poder lo sabe y lo aplica. Nos fabricamos un sistema de relaciones humanas que genera permanentemente tensión, incomunicación, con una lucha cíclica por el poder, y hay de aquél que se atreva a contestar, pues será alienado por el poderoso de turno.
Sobre el director, Miguel Torres
Actor, director y músico fue co-fundador de ENSAYO 100 TEATRO donde trabajó como actor en montajes de autores como Chejov, Becket y Tennessee Williams entre otros y como director con autores como Enzo Cormann y Juan del Enzina. En “Églogas” de Juan del Enzina toda la música del autor renacentista fue realizada en directo y dirigida por él.
En 2000 se separa de ENSAYO 100 TEATRO y promueve el TEATRO LAGRADA donde sigue actuando y dirigiendo autores como Unamuno, Anouilh, Ionesco, Antonio Tabucchi, Valle Inclán y José Ramón Fernández entre otros.
Obtuvo el premio al mejor actor en el certamen nacional de teatro “Arcipreste de Hita” en el año 1989.
Impartió clases de interpretación y voz en la escuela de ENSAYO 100 TEATRO y dirige EN LA ACTUALIDAD la escuela del TEATRO LAGRADA.
Y sobre la compañía, Espacioscuro
Fundada y dirigida por Miguel Torres, surge a partir de alumnos que han terminado su formación en la escuela del Teatro Lagrada. Valle Inclán, Chejov, Anouilh, Unamuno, Ionesco son algunos autores con los que la compañía ha venido trabajando, además de Guillermo Heras, Jerónimo López Mozo, Juan Pablo Heras… Espacioscuro está abierto a trabajar con actores formados en otras escuelas, como es el caso de The Caretacker, donde Héctor Tomás es licenciado por la RESAD y Oscar Nagar estudió en Londres y algunos trabajos esporádicos con Miguel Torres.
Equipo artistico y técnico
Mick: Héctor Tomás. Aston: Oscar Nagar. Davis: Miguel Torres. Dirección: Miguel Torres.
Escenografía y vestuario: -Diseño: Esperanza Alonso. -Realización: Producción y Decoración Puntozero. -Iluminación: Elías Torres. -Fotografía: Salvador Navas.
Producción: Lagrada Producciones Teatrales
¿Cómo y dónde?
Teatro Lagrada, c/ Ercilla, 20, Madrid. Del 14 de Octubre al 6 de Noviembre
Viernes a Domingo a las 21 horas