Elecciones animales
Se atribuye al escritor mexicano Guillermo Aguirre y Fierro el poema que comparto unas líneas más abajo y que, no obstante haber sido publicado en 1926, con el paso del tiempo no sólo no ha perdido gracia sino, lo que es peor, tampoco vigencia.
En su amplio repaso por las elecciones animales el poema de Aguirre refleja ciertas humanas tendencias que debiéramos tener en cuenta quienes aún aspiramos a abandonar la selva. Y lo digo, especialmente, ahora que en Euskadi andamos de elecciones, porque de la lectura del poema podría desprenderse alguna luminosa consecuencia para quien se atreva el próximo 21 de octubre a responder a la pregunta con que el escritor concluía su fábula, y por lo que les animo a la lectura y a la respuesta.
“El león falleció, ¡triste desgracia! y fueron, por vivir en democracia, a nombrar nuevo rey los animales. Aunque a algunos les parezca tonto, las ovejas votaron por el lobo; como son unos buenos corazones, por el gato votaron los ratones, y a pesar de su fama de ladinas por la zorra votaron las gallinas. La paloma, inocente, votó por la serpiente; las moscas, nada hurañas, decidieron que reinaran las arañas. No tuvo el topo duda, como tampoco queja, mientras votaba por la comadreja; los peces, que sucumben por la boca, entusiastas votaron por la foca. Por no poder encaminarse al trote, un pobre asno quejumbroso y triste se arrastró a dejar su voto por el buitre; el caballo y el perro, no os asombre, como siempre, votaron por el hombre. Amigo lector ¿qué inconsecuencias notas? Dime ¿no haces tú lo mismo cuando votas?”.