Empresas inmobiliarias patrocinan el genocidio
Por Nònimo Lustre
La guerra siempre ha estado privatizada -léase, siempre en favor de los intereses privados de los monarcas y de otros jerarcas. Pero ahora el Estado de Israel ha dado un paso más allá y ha sido el mismísimo Estado -es decir, su Ejército, el verdadero rey puesto que los civiles están todos militarizados – el que se ha privatizado en beneficio de una empresa inmobiliaria, la Harei Zahav (= montañas de oro en hebreo) Dicho en modo sarcástico, por fin Israel ha vuelto a sus orígenes, cuando preconizaba en sus primeras propagandas que aspiraba a construir la Tierra Prometida mediante una suerte de Socialismo de Estado.
Mercenarios al servicio del emperador Carlos V que saquearon Roma, los lansquenetes alemanes, vestidos de fantasía acuchillada… pero descalzos porque su paga les llegaba con mucho retraso.
En este sentido, mucho se habla del ruso Grupo Wagner pero se olvida el enorme crecimiento de las empresas de mercenarios de las demás potencias, los EEUU en primer lugar.Las guerras de Academi (antes Xe, antes Blackwater), una de las mayores empresas de mercenarios
Harei Zahav (en adelante, HZ; https://hzahav.co.il/en/about-us/) es propiedad de Zeev Epstein, conocido constructor de asentamientos para colonos -ilegales para la ONU y para el mundo, Israel no incluido-, ha pregonado a bombo y platillo que va a urbanizar las playas de Gaza, noticia que luego fue desmentida con la boca chica. Obviamente, lo quiere hacer sobre los escombros que le fabrican la artillería pesada sionista y su fuerza aérea. Es decir, pretende construir casas de lujo sobre el gigantesco cementerio en el que están convirtiendo la Franja de Gaza.
Sabemos, incluso por la misma HZ, que la vesania sionista se manifiesta a diario en el asesinato indiscriminado, la tortura carcelaria, la humillación y la burla (literalmente, sangrienta) contra los gazatíes pero, proyectos como el de HZ, atacan directamente el respeto que, todas las culturas, reservan hacia los muertos. Sin embargo, desde hace 75 años, los sionistas se creen por encima de este mundo. Por ello, están seguros de que las tumbas ajenas son objetivos militares y, al parecer, los actuales bombardeos en alfombra no satisfacen el sadismo de sus pilotos y sus artilleros. Los segundos disparan a mucha distancia y los primeros no tienen tiempo -manejan aviones céleres- para ver bajo los escombros a los gazatíes literalmente sepultados. De ahí que, en virtud de la homeostasis interna del Tsahal, sólo los de infantería se ejercitan en el goloso berrinche nacional. Colegimos que la iniciativa playera de HZ aspira a equilibrar esta anomalía. Aunque los hipotéticos compradores de HZ serán de clase media, aposentar sus culos sobre huesos gazatíes les ayudará a creerse clase alta.
Y, tratándose de restos viejos de sólo pocos años, ¿qué dirán los arqueólogos sionistas, únicos interesados en las exhumaciones? Estos (supuestos) académicos dedican mayoritariamente sus esfuerzos a borrar todo vestigio de presencia árabe o palestina en Israel -especialmente, en Gaza- pero, en el poco tiempo que les queda para sus excavaciones bíblicas, desentierran maravillas de dudoso entendimiento. Por ejemplo, en este año 2023, presumen de que han “completado la Universal Theory of Human Evolution” (ozú, na’ menos y yo creía que eso no se completaría nunca) y, en lo doméstico, han identificado las casas de los Apóstoles de Jesús, unas flautas de hace 12.000 años –“universalmente, los más antiguos reclamos (cimbeles) para pájaros” y, finalmente, lo que más nos ha sorprendido: han ‘demostrado’ que los humanos [más bien, homínidos] coleccionaban plumas hace 420.000 años -especializados en Amazonas, nos parece imposible que, ni siquiera por técnicas palinológicas adheridas, hayan fichado un material tan frágil y elusivo como son las plumas. Es decir, que los arqueólogos forenses podrían identificar a los gazatíes que yacen debajo del proyecto HZ pero, evidentemente, no lo harán jamás. Nos daríamos por satisfechos si no los mean y cagan, los insultan, los queman o los pulverizan para abono.
HZ exhibe sin recato alguno su proyecto playero y lo publicita con este eslogan: “¡Despierta, una casa en la playa no es un sueño!” y se explica en detalle: “En Harei Zahav estamos trabajando para preparar el terreno para el regreso a Gush Katif. Varios de nuestros empleados han empezado a trabajar en la rehabilitación de la zona” -en Gaza, antes de la retirada unilateral de 2005 ordenada por Ariel Sharon, Gush Katif era un complejo de 17 colonias sionistas. Y continúa HZ: “Esperamos que en un futuro próximo… podamos empezar a construir en la Franja de Gaza, en todas las regiones de Gush Katif”. De hecho, la constructora ha bautizado el proyecto de repoblación como Nova Katif. Otras urbanizaciones recuperarían los nombres de comunidades israelíes en Gaza que se evacuaron en 2005: Neve Dekalim, Netzarim haJadashá (Netzarim la Nueva), Moreg haTsirá (Moreg la Joven) o Kerem Atzmona. Y un detalle importante: asimismo, Nova Ilit —proyectada sobre Rafah, el ahora famoso punto fronterizo con Egipto— estaría destinada a acoger a familias ultraortodoxas. Se cumple así el pronóstico que, al comienzo del genocidio, publicamos en diez ensayitos sobre Gaza: que la Franja sería aplanada, entregada a colonos y hasidic ultraortodoxos y convertida en un vergel -igual que la publicidad sionista pregona que hicieron en el desierto de Neguev, olvidando la millonada en dólares gringos que, disparando con pólvora del Rey, gastaron en expulsar a los Beduinos y en regar los baldíos.Composición pergeñada con antiguos edificios en construcción, no bombardeados. Un anuncio de HZ presenta una urbanización en primera línea de playa sobre los escombros de Gaza
Por desgracia, muchas señales apuntan a que la infamia de HZ puede materializarse en cuanto “se evacúe a los invasores y se limpien los escombros” -nuestro énfasis. No es sólo porque varios ministros hayan declarado a los cuatro vientos que ‘ya están loteando para los colonos el norte de Gaza’ (el titular de Patrimonio, Amijai Eliyahu, sostiene que Israel “debería ocupar totalmente la Franja de Gaza”) sino porque el sadismo sionista imita a sus maestros nazis. Ejemplo literal, hace pocos días, un concejal de Metula —ciudad fronteriza con Líbano— preconizó que Israel debería expulsar a todos los habitantes de Gaza y convertirla en un museo “como el campo de concentración de Auschwitz… Toda la Franja de Gaza debería ser vaciada y arrasada, como Auschwitz. Que se convierta en un museo, que muestre las capacidades del Estado de Israel y disuada a cualquiera de vivir en la Franja de Gaza”.
Sobra decir que el ‘magnate’ Zeev Epstein está capacitado para emprendimientos calcados de los nazis. Hoy, las playas de Gaza son peores que Auschwitz-Birkenau pero la empresa HZ no se interesa en las comparaciones históricas. Nuestro estimado -es un decir- Zeev sigue siendo un poderoso constructor en Samaria y en Judea (antes, Cisjordania) de asentamientos absolutamente delincuenciales. Y son muchos: Emanuel (el más conocido, porque allí, en 2001 en 2002, las defensas palestinas perdieron 11 y 9 hombres respectivamente), Tal Menashe, Maale Michmash, Dotan, Reichan, Negohot, Na’ama, Kfar Eldad, Mitzpe Shalem, El Matan, Neriah, Ma’aleh Shomron y, casi terminado, Shadmot Mehola. Además, HZ tiene planeados Mitzpe Ramon Bamidbar y Tene Omarim. Por ende, construir sobre cementerios de gazatíes no le inquietará. Al contrario, sabe que la clase playera sionista -sea alta, media o baja-, lo entenderá como un plus de calidad.
Es fama mundial que ‘la primera víctima de una guerra es la Verdad’. OK. Para completar esta perogrullesca certeza, quizá sea oportuno preguntarnos: entonces, ¿quiénes son los beneficiados? Además de los obvios -la industria de las armas, vulgo de la muerte-, la segunda agraciada es la mafia inmobiliaria -vulgo, constructora. Viendo el caso de HZ, hasta podemos decir que patrocina el genocidio. Pero, dirán los tiquismiquis, los emprendedores (¿) no tienen ideología, sólo profesan la ambición numismática. Cierto… en parte. Todos estos vampiros defienden una ideología que, en este caso, es francamente la neoliberal (mal llamada libertariana) que reniega del Estado… hasta que se apropia de los bienes comunes. La siguiente foto demuestra que la caterva HZ sabe que la manera más rápida para hacerse con los bienes comunes gazatíes es apropiándose de los tanques:La conquista del Estado militar por parte de una avariciosa ciudadanía. Dizque dentro de la Franja de Gaza, dos soldados sionistas sostienen el logo de la empresa privada Harei Zahav.
– Foto de portada: La ‘sociedad civil’ en su mejor momento, el Pesebre, Belén o Nacimiento de la iglesia luterana de Belén.
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