Escenarios vacíos, decorados ajados
No menosprecien a quienes, de verdad, cortan el bacalao: son personas listísimas, y muy hábiles. (Por eso son ellas quienes lo cortan, claro).
La Comisión Europea ha concedido más tiempo a siete países para que cumplan con el déficit comprometido, a cambio se les exigen reformas. La concesión: es retórica: ni podían cumplir ni van a poder cumplir por los cauces normales: mayor recaudación a través de un mayor crecimiento y mejor organización del gasto. Ni cumplen ni van a cumplir, por ello escenifican un show en dos partes.
Por un lado se produce una ensalada de cifras distintas que nadie aclara y por la que no se pregunta porque no toca.
Vean el siguiente cuadro:
(A) | (B) | (C) | (D) | ||
Déficit | 2013 | -6,7 | -6,3 | -6,5 | -6,9 |
2014 | -7,2 | -5,5 | -5,8 | -6,4 | |
PIB | 2013 | -1,4 | -1,3 | -1,7 | |
2014 | 0,8 | 0,5 | 0,4 | ||
Desempleo | 2013 | 27,0 | 27,1 | 27,3 | |
2014 | 26,5 | 26,7 | 28,00 | ||
(A) Comisión Europea 22.02.2013
(B) Plan de estabilización del Gobierno de España 26.04.2013
(C) Acuerdos de Bruselas 29.05.2013
(D) OCEDE, Economic Outlook 29.05.2013
Con las previsiones que la Comisión Europea (CE) había realizado el 22 de Febrero, al Gobierno español le aceptó el Plan de Estabilización presentado dos meses después a pesar de las diferencias tan significativas y contundentes que existían; y no contenta con eso, la CE se corrige a sí misma y al Gobierno de España y da otras cifras de déficit junto con la concesión de los dos años de margen susodicho. ¡Absurdo!: si con el crecimiento que la CE previó y que ahora no ha modificado España no llegaba al 6,5% de déficit en Febrero, ¿cómo va a llegar ahora?. El mismo razonamiento aplicado al 2014 da unas cifras aún más rocambolescas.
¿Conclusión?. Las cifras ya no importan y lo esencial es ganar tiempo para lo que viene por el otro lado. (Y no olviden las previsiones para el PIB de Nomura para el 2013: -2,5% y de Citigroup para el 2014: -2,1%).
Por el otro lado viene una inteligentísima operación de desmontaje, derribo, deconstrucción y destrucción, todo en uno, del modelo de protección social y del contrato social hasta ahora existentes. Pero sin gritos, sin aspavientos, sin puñetazos encima de la mesa: a través de un concepto magistralmente escogido para la ocasión: ‘reformas’.
Se parte de una realidad de la que no se habla: no se crece porque no se puede crecer ya que la deuda privada, en prácticamente todos los países, ya no puede aumentar más y la pública, en numerosas economías, tampoco. Pero insisto, todo eso se obvia. Lo que se hace es poner el foco en el déficit, lo que es obvio: no se puede gastar más de lo que se tiene, sobre todo si se da lo que acabamos de comentar. Se pone el foco sobre el déficit y se aumenta la intensidad de la luz de modo que todo lo demás: desempleo, pobreza, … quede en sombras, en todas partes, pero sobre todo en los PIIGS (añadan también, de momento, una ‘F’: Francia; los PECOs ya han dejado de contar, y Polonia, si aún cuenta algo, es porque a Alemania aún le conviene).
Quienes cortan el bacalao comprensiva y graciosamente conceden más tiempo a quienes no pueden cumplir con el déficit a fin de que cumplan, sin mencionar ni una sola vez que por la vía normal es imposible que cumplan, y sin susurrar siquiera que lo que deben lo tienen que pagar pase lo que pase y suceda lo que suceda. Pero nada es gratis: ese ‘más tiempo’ tiene que ser a cambio de reformas.
¿Qué reformas?, aquellas que inciden en cambios de elementos que contribuyen a generar el déficit debido a que no se produce crecimiento, y aquellos que impiden que pueda ganarse algo de competitividad ya que no puede ganarse de otra manera, es decir, servicios públicos integrados en el modelo de protección social y condiciones de trabajo hasta ahora reguladas por el contrato social.
¡Verdaderamente es para quitarse el sombrero!: ‘¿No se crece ni se va a poder crecer?, ningún problema. Veamos hasta donde pueden aumentarse los impuestos indirectos sin que la recaudación descienda demasiado y sin que la gente proteste excesivamente, y analicemos hasta donde pueden recortarse los gastos sociales y la inversión pública sin que la gente proteste excesivamente y sin que se mate demasiada gente en las carretas (y si hay que bajar la velocidad hasta 70 Km/h en autopista, y el AVE tiene que convertirse en MBVE (Muy Baja Velocidad Española) pues se hace’. (¿Perseguir el fraude fiscal?, sí, sí, pero sin aspavientos y sin que nadie pueda decir que se está en una dictadura del proletariado)
¿El resultado final?, recuerden: llegar a un déficit estructural del -0,5% en el 2020. Pregunta: ¿podrá España llegar ahí?. Si los países tal y como los conocemos continúan entonces existiendo, sin lugar a dudas: se ‘consolida’ todo lo que haya que ‘consolidar’, es decir, se poda todo lo que haya que podar, y ya está, y, además, se consigue otra cosa: dejar la estructura que va a corresponder al nuevo modelo: la propia al nuevo modelo.
O sea que ya saben: en los próximos años, diseño, anuncio e implementación de las medidas que conformarán una nueva estructura: nueva: diferente a la que existe, con carencias sociales monstruosas y con desigualdades por las nubes, pero eficiente a tope.
¿Les gusta?, genial; ¿no les gusta?, pues tienen dos opciones: o se aguantan o montan una revolución, pero si escogen lo segundo, recuerden que Paris 1870 ya no está de moda.
@sninobecerra