España candidata al Consejo de Derechos Humanos…
Por Alfonso Lafarga*. LQSomos.
… Los que no defiende en el Sáhara Occidental
España se define como un país profundamente comprometido con los DDHH, un eje prioritario de su política exterior. El Gobierno de Pedro Sánchez pasa por alto los Derechos Humanos si se trata de la excolonia española
España ha presentado su candidatura al Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2025-2027 y alega que es “un país profundamente comprometido con los DDHH, “cuya protección y promoción constituye un eje prioritario” de su política exterior.
Pero esa “protección y promoción” no se perciben si se trata del Sáhara Occidental, un territorio que parece tabú para el Gobierno de Pedro Sánchez cuando se habla de Derechos Humanos, de misiones de Paz de la ONU, del derecho de los pueblos a decidir su destino… salvo que sea para apoyar las pretensiones de Marruecos sobre la excolonia española, como ocurrió con la carta del jefe del Ejecutivo a Mohamed VI.
Declaraciones generales sobre los Derechos Humanos o referidas a cualquier lugar del mundo que no sea el Sáhara Occidental son habituales por parte del Gobierno, como se ha informado repetidamente en Contramutis.
Por ejemplo, en diciembre de 2030 la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, escribió que España, que fue miembro del CDH en 2011-2013 y en 2018-2020, en el segundo trienio hizo “un esfuerzo redoblado por hacer avanzar de manera estratégica la agenda de derechos humanos”, tratando de “despolitizar las discusiones”, y destacó que el Consejo se ocupó de Venezuela, Nicaragua, Myanmar o Libia.
El actual ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el mismo que publicó el 13 de julio, tres días después de su nombramiento, que en España “defendemos los Derechos Humanos sin condiciones”, evitó pronunciarse sobre este tema si se trataba del Sáhara Occidental cuando fue preguntado tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado.
El propio Pedro Sánchez el 10 de diciembre de 2018, con motivo del 70 aniversario de la Declaración Universal de los DDHH, dijo que su defensa era la única vía para profundizar en la Democracia, el Estado de Bienestar y el desarrollo de nuestras sociedades y pidió actuar “para convertir los Derechos Humanos en una realidad innegociable”.
Marruecos denunciado por violar los Derechos Humanos
Ni una palabra sobre las violaciones de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental por el régimen marroquí, denunciado reiteradamente por organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Fundación Robert F. Kennedy, el Observatorio para la Protección de los DDHH o Reporteros Sin Fronteras.
El pasado 19 de mayo, con motivo de la reunión en Madrid del presidente Sánchez con la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, el Gobierno aprovechó para decir que España incrementó en 2021 su contribución voluntaria para la defensa de los Derechos Humanos con una aportación que ascendió a 2,75 millones de euros, y que había presentado su candidatura al Consejo de Derechos Humanos.
Días después, el 31 de mayo, José Manuel Albares recibió a Jean-Pierre Lacroix, Secretario General Adjunto de Operaciones de Paz de las Naciones Unidas, para abordar el papel de las misiones de paz de la ONU.
El ministro escribió en su cuenta de Twitter que España continuará plenamente comprometida con Naciones Unidas y el mantenimiento de la paz en misiones como FINUL en Líbano o MINUSMA en Mali. Ni una cita sobre la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental), la única misión de paz que no tiene entre sus cometidos la vigilancia de los Derechos Humanos al oponerse Marruecos con el apoyo de Francia en el Consejo de Seguridad de la ONU. Así ocurrió en abril de 2013, con el respaldo de España, cuando Estados Unidos presentó un proyecto de resolución para incluir los DDHH en los cometidos de la MINURSO.
Con motivo de la visita que el presidente del Gobierno hizo a Marruecos el 7 de abril para normalizar las relaciones con Rabat, Amnistía Internacional planteó a Pedro Sánchez que tras romperse el alto el fuego en la zona en noviembre de 2020 se incrementó la presión contra los defensores de los DDHH, contra quienes apuestan pacíficamente por un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental, o contra quienes critican la gestión de los recursos naturales de dicho territorio por parte de Marruecos, “una presión que ha provocado que se incrementen arrestos, detenciones y malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad”.
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