España, incultura histórica
El problema principal de España ha sido y es -desgraciadamente- en la actualidad: su incultura (desconocimiento) histórica y política debido (por culpa de) al Franquismo y su Monarquía sucesora. Persecución, postergación, silencio, olvido, manipulación (tergiversación o falseamiento) y utilización han sido y son sus funestos métodos o procedimientos y prácticas habituales.
Así pues, Educación y Cultura; y, también, Memoria Histórica y Ética son necesarias y urgentes para el progreso democrático y social presente y futuro de España.
En una importante entrevista, realizada por Laura Ballester al hispanista Paul Preston y publicada en el diario Faro de Vigo, con motivo de la presentación de su último libro el "Holocausto español", éste manifiesta -muy acertadamente- en resumen que:
"Durante el Franquismo y después hubo un lavado del cerebro de la nación".
–¿Cómo se explica que las falsedades de la propaganda franquista sobrevivan hasta el siglo XXI?
–Porque durante todo el franquismo el dominio total del sistema de educación, de los medios de comunicación, fueron la base de un lavado de cerebro de toda la nación. Y eso no acabó con la muerte de Franco en noviembre del 75. Porque esa fecha no cambiaron los directores de todos los periódicos, los maestros de todas las escuelas y todos los libros de texto. Y tampoco cambió con las primeras elecciones del 77 ni con el advenimiento de la democracia. Hubo un contralavado de cerebro porque, claro, eso habría sido poco democrático, eso habría sido más bien soviético. La consecuencia es un franquismo sociológico que sigue siendo muy fuerte.
–¿A ese franquismo sociológico se debe la crispación que existe 75 años después de la Guerra Civil?
–Creo que se debe más al lavado de cerebro, porque ha dejado a unos frustrados e indignados por los obstáculos a saber, y a otros que se sienten incómodos por los deseos de establecer la verdad. Creo que tiene muchas explicaciones. Por un lado, no es cuestión de incomodar a los que se beneficiaron del franquismo. Evidentemente había falangistas y militares que se hicieron ricos con el franquismo al principio del régimen. Husmear en eso no interesa a nadie. O las empresas que se enriquecieron gracias al uso de mano de obra esclava en los años 40. Por otra parte, había mucha gente para la que el franquismo es sinónimo de crecimiento económico, por el lavado de cerebro que hubo. Y también hay una dimensión psicológica. A mucha gente se le hace incómodo pensar que Franco fuera un dictador sangriento, prefieren no saber nada de eso.
* Hijo del Exilio republicano y socialista español e “institucionista” . Doctor en Derecho y ex-Profesor Titular interino de Historia del Derecho Español de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga