Hombre de buena Elección
Por Francisco Javier Rodríguez Amorín.
No ai perfección donde no ai delecto;
dos ventajas incluye:
poder escoger, y lo mejor (*).
Para decirlo claro, entre Yolanda Sánchez y Pedro Díaz, yo prefiero más Yolanda que Pedro.
Por un cálculo sencillo de intereses, quiero más y mejor sanidad pública, más y mejor servicios públicos, para no dejarme ninguno.
No le pido a Yolanda, y a su movimiento, que haga la revolución; en estas elecciones nos jugamos otras cosas de comer, del día a día.
Tendré medico en el centro de salud.
La inversión necesaria en los hospitales dependerá de la limosna de las fundaciones de los ricos.
Si los tratamientos que tengan que ponerme son muy caros los financiara la Seguridad Social.
Me podrán despedir sin indemnización.
Me podre jubilar antes de los setenta años, y si es así la pensión subirá con el IPC.
(+ Yolanda) (+ Sumar)
Nota:
*.- Oráculo manual y arte de prudencia, Baltasar Gracián. 51:
Hombre de buena Elección. Lo más se vive della. Supone el buen gusto y el rectíssimo dictamen, que no bastan el estudio ni el ingenio. No ai perfección donde no ai delecto; dos ventajas incluye: poder escoger, y lo mejor. Muchos de ingenio fecundo y sutil, de juicio acre, estudiosos y noticiosos también, en llegando al elegir, se pierden; cásanse siempre con lo peor, que parece afectan el errar, y assí éste es uno de los dones máximos de arriba.
-.- Francisco Javier Rodríguez Amorín es trabajador siderúrgico y activista de la Comuna d´Asturies. Autor del poemario Segunda crónica en verso
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