Honduras: Medios comunitarios
2ª parte. Medios comunitarios empoderan a pueblos indígenas y negros.
Nuevas emisoras privilegian participación de jóvenes y mujeres, desempeñando un trabajo educativo y cultural.
La normativa especial para medios comunitarios recientemente aprobada en Honduras, así como la creación de la AMCH (Asociación de Medios Comunitarios de Honduras) como estímulo para que organizaciones sociales y comunidades se animen a solicitar al Estado nuevas frecuencias o el reconocimiento de aquellas a través de las cuales ya transmiten en ‘forma libre’, son elementos que evidencian la creciente concientización de las y los hondureños sobre la importancia de la comunicación y el rompimiento del oligopolio informativo que existe en el país.
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Un proceso iniciado ya hace varios años con el apoyo y el empeño determinante de las poblaciones indígenas y negras de Honduras, y continuado después del golpe de Estado de 2009, cuando quedó aún más evidente la capacidad de las grandes corporaciones de la información de crear “cercos mediáticos” y manipular la realidad que el pueblo hondureño estaba viviendo.
Radio Guarajambala y Radio La Voz Lenca AM y FM son tres emisoras comunitarias que operan bajo la coordinación y el financiamiento autogestionario del Copinh (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras). Creadas con mucho esfuerzo y coraje a inicio del nuevo siglo, estas radios tienen como objetivo principal el trabajo contrainformativo y de comunicación alternativa popular, empoderando la gente de temas como la defensa de los derechos humanos, de la tierra, de los recursos naturales y de los derechos de los pueblos indígenas.
“Su presencia en el territorio lenca ha sido fundamental para crear conciencia en la población sobre las grandes problemáticas que afectan su vida. Asimismo, ha permitido romper el cerco mediático impuesto por los medios corporativos de información, y aglutinar a varias comunidades para que defiendan sus recursos naturales ante la embestida del gran capital nacional y transnacional”, dijo Tomás Gómez, corresponsal de Radio Guarajambala, a Opera Mundi.
Las emisoras comunitarias del Copinh, cuyas frecuencias fueron reconocidas por el Estado en 2007, han privilegiado la participación de jóvenes y mujeres, desempeñando una labor educativa y cultural fundamental para las nuevas generaciones. “En nuestra programación no hay una mercantilización de la información. Queremos recorrer caminos de liberación, reivindicando nuestro derecho a luchar por nuestra cultura, nuestra identidad y cosmovisión, por la refundación de Honduras”, afirmó Gómez.
Por estar llevando adelante este trabajo de contrainformación y de concientización del pueblo lenca, así como promocionar innumerables campañas contra los megaproyectos hidroeléctricos y mineros, la Radio Guarajambala y Radio La Voz Lenca han sufrido varios ataques y atentados. “Con nuestro trabajo diario nos hemos enfrentado al poder político, económico y judicial, y por eso hemos sufrido repetidos cortes de energía eléctrica, amenazas y agresiones contra locutores y corresponsales, y daños severos a los transmisores y a los equipos”, recordó el joven corresponsal.
Sin embargo, la represión no ha podido parar el trabajo de las emisoras y el Copinh está solicitando 15 nuevas frecuencias para varias comunidades lencas que quieren impulsar su proyecto de radio comunitaria.
La Voz de Zacate Grande
Diez comunidades en la península de Zacate Grande, en la costa sur de Honduras, llevan más de once años luchando para que se les reconozca el derecho a vivir y trabajar en la tierra donde han permanecido por más de ochenta años. Según los miembros de la ADEPZA (Asociación por el Desarrollo de la Península de Zacate Grande), este derecho estaría en peligro a causa de la “insaciable voracidad del terrateniente Miguel Facussé Barjum”, cuyo nombre está ligado al sangriento conflicto agrario que afecta la zona del Bajo Aguán, al noreste del país.
El próximo 14 de abril, la radio comunitaria La Voz de Zacate Grande cumplirá 4 años de estar al aire. Durante ese tiempo, la emisora que involucra a un nutrido grupo de jóvenes se ha transformado en uno de los bastiones de la lucha de las comunidades en defensa de sus tierras, denunciando la presencia de guardias de seguridad, policías y militares, y la represión feroz desatada contra los miembros de la ADEPZA.
También ha sido caja de resonancia de las denuncias contra la criminalización y judicialización de la protesta social, que ha dejado un saldo de decenas de detenidos, encarcelados, golpeados y heridos. De acuerdo con información brindada por pobladores de Puerto Grande, comunidad donde funciona la radio, actualmente hay más de 90 personas acusadas de varios delitos y 45 han recibido amenazas de muerte.
“La radio ha jugado un papel fundamental en el rompimiento del cerco mediático impuesto por los terratenientes. Sabíamos que en las comunidades nadie se estaba dando cuenta de lo que estaba pasando y de cómo les estaban estafando. Fue a través de la radio que pudimos alertar a la población y aglutinar a más personas para dar la lucha contra el acaparamiento y la concentración de la tierra”, dijo Pedro Canales, presidente de la ADEPZA.
La Voz de Zacate Grande ha sido repetidamente militarizada y ha sufrido varios intentos de cierre y desalojo. En abril de 2011, los comisionados nacionales e internacionales de la Comisión de Verdad visitaron la comunidad de Puerto Grande. Durante la visita, ellos pudieron escuchar los testimonios de decenas de personas que sufren sistemáticas amenazas, acoso judicial y represión por parte de los cuerpos represivos del Estado, los órganos competentes para impartir justicia y los guardias privados de Facussé.
“Quiero señalar la importancia de que los jóvenes de la comunidad hayan organizado la radio La Voz de Zacate Grande, porque es un instrumento con el que pueden informar y formar la comunidad. Se trata de una lucha contra un sistema, contra un Estado que se organiza para proteger a unos pocos que pretenden ser dueños de todo. Es una situación que me indigna”, dijo en aquella ocasión la entonces magistrada salvadoreña Mirna Perla.
Cuatro años después, la radio está finalmente en víspera de tener su frecuencia reconocida por el Estado. “La persecución en contra de los jóvenes y de los dirigentes que luchamos por la tierra ha sido terrible. Yo mismo he sufrido varios atentados con disparos, sabotearon mi vehículo y me amenazaron. En este sentido, si bien consideramos como muy positiva la decisión de la CONATEL (Comisión Nacional de Telecomunicaciones) de aprobar una normativa especial para medios comunitarios, no podemos olvidar lo que nos ha tocado vivir y lamentamos que no lo haya hecho antes”, concluyó Canales.
Movimiento social y popular
Según el padre Ismael Moreno (Melo), director de Radio Progreso, cualquier proyecto del movimiento social y popular en Honduras “tiene que incorporar una estrategia para romper el cerco mediático y la concentración de los medios de comunicación”, y también para “construir articulaciones, tanto a nivel interno como a nivel nacional e internacional”.
En este sentido, una estrategia de comunicación en redes y la apropiación de las nuevas tecnologías son imprescindibles para cualquier propuesta que pretenda configurarse como una alternativa del modelo existente. “Me parece fundamental que, en esta coyuntura, las radios comunitarias puedan apropiarse de un poder tan importante como son las frecuencias, convirtiéndolas en parte de su estrategia de lucha”, aseveró Moreno.
Carlos Enamorado, coordinador de la AMCH y directivo de la Fundación Simiente, reforzó esta tesis, describiendo la experiencia peculiar de Radio Revelación. La radio nació en el marco de un proyecto dirigido a fomentar la participación de los jóvenes de la zona rural del municipio de Curarén, en la zona central del país. Motivados por el ejemplo de la vecina radio La Voz de Zacate Grande, diez jóvenes comenzaron a realizar un diagnóstico de comunicación de la zona y en el 2010 decidieron montar su propia radio, aglutinando a un número creciente de coetáneos.
“Actualmente, Radio Revelación tiene a unos 150 jóvenes organizados en colectivos de trabajo, que llevan adelante una estrategia importantísima de desarrollo local y defensa del territorio, en uno de los municipios más empobrecidos del departamento de Francisco Morazán”, explicó Enamorado a Opera Mundi.
Para el desarrollo y el sostenimiento del proyecto, en cuanto a capacitación y formación de los jóvenes y equipamiento de la radio, ha sido fundamental el apoyo, entre otros, de la Fundación Simiente, una organización que trabaja con casi 400 mujeres campesinas, cuyos hijos se han involucrado y están administrando la emisora comunitaria, de Radio Progreso, Alter Eco (Alternativas en Comunicación) y Oxfam Internacional.
El permiso de operación entregado por la alcaldía municipal permitió, desde un inicio, frenar cualquier intento de hostigamiento de parte de la autoridad de telecomunicaciones. “La radio ha contribuido a frenar la fuga de jóvenes hacia los Estados Unidos, a transformar los procesos sociales y los patrones culturales, a hablar abierta y públicamente de temas que otros medios callan, informando y sensibilizando la población sobre violencia de género, sexualidad, defensa del territorio y los recursos naturales”, afirmó Enamorado.
Un tema que atañe a toda la comunidad es el de la explotación minera. “Los jóvenes se han informado, han visitado otras experiencias de resistencia contra la minería a cielo abierto, han realizado seminarios y han ido fortaleciéndose en sus conocimientos para poder contrarrestar el proyecto minero que se pretende implementar en la zona”, dijo el directivo de Fundación Simiente.
El reconocimiento, en agosto pasado, de la frecuencia de Radio Revelación ha ido potenciando el trabajo de los jóvenes. “Lo que hemos logrado en estos meses no sólo ha dado más impulso a esta experiencia, sino que está fortaleciendo todo el movimiento de radios comunitarias y es el inicio de un proceso mucho más amplio, que apunta a crear una nueva Ley de Medios que democratice más las comunicaciones en el país”, dijo Enamorado.
Según él, la nueva normativa representa, al mismo tiempo, una oportunidad y un gran desafío para las organizaciones y las comunidades. “Esperamos que aprovechen de esta coyuntura. Desde la AMCH vamos a seguir promoviendo un sistema de medios de comunicación alternativos entrelazados y encadenados nacionalmente, para así lograr mayor incidencia en la población”, concluyó.
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Fuente original Opera Mundi