¿Double Dip en la Eurozona?
Según JP Morgan Chase Londres, la Eurozona volvería a escenarios ya olvidados de Double Dip en 2012 (-0,5% del PIB, con las excepciones de Irlanda y Alemania con crecimientos del 0,2% y el 0,3%).
Dicho informe representa un brutal recorte de las previsiones iniciales para la locomotora europea, con un crecimiento para 2012 de un raquítico 0,2% frente a la anterior estimación de un 2,8% y según Destatis, las ventas minoristas de Alemania se desplomaron un 2,9% en 2011, cuando los economistas consultados por Bloomberg esperaban de media una bajada de tan sólo el 0,5%, lo que ratificaría la pérdida de confianza de los alemanes en la solidez y estabilidad de su economía.
Ello, aunado con la inevitable depreciación del euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana en la Eurozona y el alza galopante del precio del crudo (rondando el Brent los 120 dólares) debido a factos geopolíticos desestabilizantes que podrían acarrear problemas de aprovisionamiento a otros países y en particular a China, podría dar lugar a episodios de estanflación en la Eurozona para 2012 (inflación rozando el 3% y crecimiento negativo del PIB) y producir un nuevo crash bursátil en 2012.
Dicho estallido bursátil tendría como efectos benéficos obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil de 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera.
A ello se sumaría la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en una brutal reestructuración de sectores básicos de la economía europea (con incrementos de las tasas de paro hasta niveles desconocidos desde la II Guerra Mundial), lo que aplazaría sine die el regreso a sendas de crecimiento positivo de las economías europeas, rememorando la década de estancamiento económico de la economía japonesa (Década perdida).
Riesgo de desaparición de la Eurozona
Además, podríamos asistir en el horizonte de 2014 al inicio de la desmembración de la actual Eurozona y su sustitución por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-germana (la llamada Europa de los Seis), debido a las exigencias del BCE de cumplir con el límite marcado para el Déficit Público del 3% para 2013.
Dicha empresa se antoja harto complicada para los países fleco de la Eurozona (periféricos y emergentes) que superarán con holgura el primitivo listón fijado por el BCE (3%), y agravado por la severa Crisis de su Deuda Soberana, corren el riesgo de ser excluidos en el horizonte de 2014 y retornar a sus monedas nacionales.
En el caso de España, significaría el regreso a la peseta, la subsiguiente depreciación de la misma, regresión a niveles de renta propias de la década de los 90 e inicio del éxodo al medio rural de una población urbana afectada por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales, rejuvenecimiento de su población y regreso a escenarios ya olvidados de economía autárquica.