¿Hacia la hambruna mundial?
Continuación de la dependencia del petróleo en la presente Década: Cada año, el mundo fagocita la mitad de las reservas de un país petrolero importante y las energías alternativas todavía necesitan enormes subsidios como para ser viables en los países en vías de desarrollo , lo que aunado con que la tecnología del hidrógeno ( especie de piedra filosofal que resolverá los problemas energéticos de la Humanidad), es todavía incipiente y la inercia de los activos petroleros no permitirá que las grandes compañías abandones sus equipos e infraestructura actual , hará que la economía mundial siga gravitando sobre la dependencia del petróleo.
El gas se presenta como el único sustituto ante una presunta escasez de petróleo, pero este recurso también sigue el mismo camino de inestabilidad y su declinación es tan solo unos años después que la del petróleo, por lo que algunos países ya cuentan con reservas estratégicas de petróleo que destinan exclusivamente para uso en situaciones críticas para garantizar el consumo interno durante un par de meses, y otros ya están tomando tímidamente medidas de ahorro de energía.
Así, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció que el Gobierno norteamericano reducirá sus emisiones de gases con efecto invernadero un 28% para 2020 ( de alcanzarse el objetivo fijado, supondría ahorrar 250 millones de barriles de petróleo para 2020) y en China, se habría fijado el Plan Energético Quinquenal como objetivo reducir la dependencia del carbón y del petróleo en el 2012, aunque según Greenpeace con un “insuficiente incremento de las energías renovables del 1%" , en un país donde el carbón cubre el 70% de las necesidades energéticas y si continúa la tendencia actual, la combustión actual de carbón se duplicará en 15 años.
En Rusia, según Reuters, la producción petrolera subió 1,2 por ciento en 2011 para alcanzar 10,27 millones de barriles por día (bpd) y el principal motor para el alza fue el nuevo campo petrolero Vankor, que desarrolla Rosneft, la mayor productora petrolera del país, y que alcanzó una meta de producción de 15 millones de toneladas (300.000 bpd) el año pasado y es la principal fuente de la exportación rusa por oleoducto a China por vía de la conexión Siberia – Océano Pacífico (ESPO), ( 300.000 bpd de petróleo a Daqing desde Skovorodino )con lo que la UE, que consume el 30 % del petróleo ruso, deberá acostumbrarse al chantaje energético de Putin.
En cuanto a Irán, posee, según los expertos, las terceras mayores reservas probadas del mundo de petróleo y gas tras Arabia Saudí e Irak , pero al parecer carece de la tecnología suficiente como para extraer el gas en los yacimientos más profundos . Además, la industria petrolera iraní necesita una urgente inversión multimillonaria pues corre el peligro de sufrir un deterioro irreversible y de acuerdo con el quinto plan quinquenal (2010-2015) puesto en marcha por el régimen, el Gobierno está obligado a invertir unos 155.000 millones de dólares para el desarrollo de la industria petrolera y gasística, pero el contencioso nuclear con EEUU y las posibles sanciones en forma de inanición financiera exterior podrían dejar obsoleto dicho plan.
Las exportaciones de crudo y productos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) hacia los Estados Unidos representan 38% del total de las compras que efectúa ese país y Venezuela aporta 21,6%, (1,5 millones bpd) y lo coloca en el segundo lugar como principal suplidor dentro de los miembros de la OPEP por razones de cercanía geográfica ( la navegación de los buques petroleros hacia ese país dura 5 días, a Europa son 14 días y al Lejano Oriente son 45 días lo que hace que los fletes sean prohibitivos ), pese a la disminución dramática que han vivido sus exportaciones globales ( según datos publicados por el Ministerio de Energía y Petróleo, las ventas del país retrocedieron en 6,3%, y se colocaron en 2,3 millones de barriles por día en el 2011).
¿Nueva crisis del petróleo?: La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por su parte, mantiene sin cambios su pronóstico sobre la demanda mundial en el 2012, que cifra en 89,01 millones de barriles diarios (mbd) , pese a las incertidumbres que se ciernen sobre el mercado, con lo que la previsión del crecimiento de la demanda petrolera mundial en 2012 permanece así sin cambios en 1,2 mbd (un 1,36 por ciento anual)", señala la OPEP en su informe mensual correspondiente a noviembre del 2011.
En cualquier caso, la recuperación y la demanda estarán lideradas por países emergentes como China , pues su demanda de petróleo no ha dejado de crecer vertiginosamente llegando en la actualidad a unos 8.200 mb/d (9,72%) frente a una producción de 3.860 mb/d, lo que hace que sea netamente importador de unos 4.340 mb/d. ( cerca del 10% del total comercializado en el mercado) y para el 2011 China incrementará su demanda petrolera en 560.000 bpd., lo que representa un 50% del total del incremento mundial de consumo petrolero para este año y convertiría a China en el segundo consumidor mundial .
Sin embargo, el estancamiento del precio del crudo en el bienio 2008-2010 ha imposibilitado a los países productores conseguir precios competitivos (rondando los 90 $) que permitirían la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas explotaciones, por lo que no sería descartable un posible estrangulamiento de la producción mundial del crudo en el horizonte del 2.015, al concatenarse la recuperación económica de EEUU y la UE con factores geopolíticos desequilibrantes.
Así, Irán, el segundo mayor productor de la OPEP, podría tratar de impedir el tráfico a través del estratégico Estrecho de Ormuz si Estados Unidos recurre a la acción militar contra la República Islámica sobre su disputado programa nuclear y según estimaciones de la AIE (Agencia Internacional de la Energía), 13,4 millones de barriles por día (bpd) de crudo pasarían a través del estrecho canal en buques petroleros,(lo que representa casi el 40 por ciento del suministro de crudo que se comercializa mundialmente).
Todo ello, originará presumiblemente una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo hasta niveles del 2008 ( rondando los 150 $) que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas, lo que, aunado con inusuales sequías e inundaciones en los tradicionales graneros mundiales y la consecuente aplicación de restricciones a la exportación de commodities de dichos países para asegurar su autoabastecimiento, terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial.
Así, la carestía de productos agrícolas básicos para la alimentación (trigo, maíz, arroz, sorgo y mijo) y el incremento bestial de dichos productos en los mercados mundiales que tuvo su punta de iceberg en el 2.007, irá presumiblemente “in crescendo” a lo largo de la próxima década hasta alcanzar su cenit en el horizonte del 2.016, provocado por la concatenación de los siguientes factores:
Desarrollo económico suicida de los países del Tercer Mundo con crecimientos desmesurados de macrourbes y megacomplejos turísticos y la consiguiente reducción de superficie dedicada al cultivo agrícola.
Cambio de patrones de consumo de los países emergentes debido al aumento espectacular de la clases medias y su poder adquisitivo y la debilidad del dólar y el hundimiento de los precios del crudo con el consiguiente desvío de inversiones especulativas a mercados de materias primas (commodities).
A ello debemos añadir el incremento del uso por los países del primer mundo de tecnologías depredadoras (biocombustibles), que bajo la etiqueta BIO de países respetuosos con el Medio Ambiente no han dudado en fagocitar ingentes cantidades de maíz destinadas en un principio a la alimentación para la producción de biodiesel, aunado con inusuales sequías e inundaciones en los principales graneros mundiales.
La hambruna afectaría especialmente a las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay, Egipto, India, China, Bangladesh, Corea del Norte y Sudeste Asiático, ensañándose con especial virulencia con el África Subsahariana y pudiendo pasar la población atrapada en la inanición de los 1.000 millones actuales a los 2.000 millones estimados por los analistas.