Ilustres en la Universidad

Por Iñaki Alrui. LQSomos.

El título puede llevar a engaño, pero NO, este articulo no va sobre el desvergonzado acto de babosos honores a repugnantes personas. Este artículo es una llana narración sobre personas verdaderamente Ilustres (mayúscula obligatoria) que el pasado miércoles 25, intervinieron en las Jornadas de memoria Social de la Transición. Conmemoración de la “Semana Negra” en la Facultad de Políticas y Sociología de la Universidad Complutense.

Las personas Ilustres a que me refiero son familiares, amistades o compañeras de las personas asesinadas durante la supuestamente “modélica” transición, un periodo sangriento y silenciado de nuestra reciente historia.

La entrada es libre y la Sala de Juntas se llena poco a poco hasta albergar a cerca de dos centenares de asistentes, que van ocupando el suelo cuando se acaban las butacas. Y arranca la mesa que preside el acto: Matías Viotti, profesor de antropología en la UNED, será el conductor del acto; realiza las presentaciones y nos introduce en materia.

Y llega la palabra para les Ilustres: Manuel Ruiz (hermano de Arturo Ruiz, asesinado por bandas fascistas el 23 de enero de 1977), Javier Almazán (hermano de Ángel Almazán, asesinado por la policía, fallecido después de cinco días de agonía el 20 de diciembre de 1976), Pilar Navarro (compañera en esta misma facultad de José Luis Montañés Gil, asesinado por la policía, junto a Emilio Martínez, el 13 de diciembre de 1979), Marc Muñoz (hermano de Gustau Muñoz, asesinado por la policía, el 11 de septiembre de 1978). Una alumna de la Facultad, Teresa, nos ilustrará también sobre María Luz Nájera, asesinada por la policía el 24 de enero de 1977, y estudiante, también, de esta misma facultad.

Las pláticas son emocionantes, narraciones limpias, desde adentro, en primera persona, de lo vivido, lo sentido, lo sufrido. El trágico silencio después de cada asesinato, la visita o llamada de la policía (o de fanáticos fascistas) para seguir amenazando, la impotencia en la lucha por la verdad del relato, el rechazo constante a la petición de justicia, el vacío en la mesa, en el pupitre, en la calle. Narraciones de dolor sentido sobre quien fue tu hermano, tu amigo, todos y todas jóvenes como los que hoy escuchan estas historias. No eran nada espectacularmente especial, fueron jóvenes que vivieron su momento y se comprometieron con él, con las luchas por la amnistía de los presos, contra el fascismo, por la justicia social, jóvenes que llenaron las calles de libertad y de esperanza, jóvenes que oían cintas y vinilos de rock o de folk, que se apasionaban por el cine o el teatro, leer, salir al monte, bailar, dibujar… ¡Jóvenes! Sí, como los y las que hoy están aquí, como los que vendrán a soñar, a vivir; pero jóvenes a quienes cercenaron sus vidas por ejercer el derecho a protestar, por disentir, por nadar a contracorriente de la impuesta transición, pensamiento único obligado.

Las palabras de les ponentes impactan y llevan a hacer preguntas, unas saldrán y otras muchas quedan para seguir repensando en momentos posteriores. Y se inicia el conversatorio en esta Sala de Juntas, convertida en aula de memoria oral para la historia, llena de relatos para el presente y el futuro.

Y el tiempo transcurre de forma rápida, rompiendo nuestra propia ley de la relatividad, y hay que dar fin al acto. Ineludible mención a la intervención de Juan Carlos Cuervo, presente en la sala (hermano de Vicente Cuervo, asesinado por los fascistas el 10 de febrero de 1980).

Nada más, que no es poco, dar las gracias a la Facultad de Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, la pública, la de todos y todas, por abrir el templo del conocimiento a otras voces, por abrirse al enriquecimiento mutuo del aprendizaje común.

Termino lanzando una de las propuestas comentadas en esta sesión: ¿para cuándo el nombramiento de Alumni ilustres para Mari Luz Nájera y José Luis Montañés? A quienes no permitieron realizar sus sueños, sus vidas, terminar sus estudios en la Facultad  de Políticas y Sociología, Universidad Complutense. Sobran los motivos, pero para no hacer una larga lista, lo resumo en uno: las personas asesinadas entonces son los auténticos padres y madres de la democracia que hoy tenemos, mejor o peor, y pagaron con su vida la defensa de una de las palabras y conceptos más grandes que existen, LA LIBERTAD.

– Imagen de cabecera: Mural realizado por estudiantes con motivo de las I Jornadas de memoria Social de la Transición. Conmemoración de la “Semana Negra” en la Facultad de Políticas y Sociología, UCM.

Notas relacionadas:
– 46 Aniversario: Semana Negra de 1977
– ¿Modélica transición? Sangres de Enero 1976-1981.
– La transición ensangrentada

* Miembro del Colectivo LoQueSomos. Otras notas del autor
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