¿Qué preparan?
El momento es especialmente turbio. Siempre ha habido desinformación, pero nunca tanta. Se está mintiendo descaradamente a la ciudadanía y se le está ocultando lo que se viene encima.
No se iba a pedir rescate para los bancos. Se acabó pidiendo. Se trataba, según ellos una maravillosa operación que ni nos endeudaba ni cargaba las cuentas del Estado. Ahora, con la extraña connivencia de los “auditores” se habla de 61 mil millones de euros. Puro camelo; la banca española necesita más, mucho más. Ahora se reconoce que traerá consecuencias nefastas y contrapartidas durísimas para la población, con una oleada de “reformas” impuestas por el poder financiero. No se subiría el IVA y el IVA va a subir. Se nos habla de perspectivas y “políticas” de crecimiento cuando en realidad estamos entrando en una recesión a nivel global.
Durante toda la semana pasada se rumoreó que el reino de España iba a pedir un rescate no para la banca, sino global, por un total de 500/600 mil millones de euros. Se dice que 117 “hombres de negro”, instalados en las afueras de Madrid están ya controlando las cuentas, todas las cuentas, del Estado. El Estado español está de hecho intervenido. Quebrado e intervenido.
A nivel global las cosas evolucionan también muy rápidamente. La agencia de rating Moodys tiene los mismos dueños que algunos de los principales bancos estadounidenses y, sin embargo, les rebaja la calificación (a los 15 mayores del mundo). Es como un autoatentado, seguramente porque están preparando un derrumbe financiero.
Por otra parte, los mercados han pasado la semana esperando más dinero gratis de Bernanke. Como no lo ha dado, han bajado. Y como las perspectivas de “crecimiento” se esfuman, han bajado el petróleo y las demás materias primas. Todo apunta en la misma dirección: recesión ya en Europa, frenazo en China y los demás países emergentes, y recesión para final de año en los Estados Unidos. Y es precisamente hacía los Estados Unidos hacia donde se va a desplazar el foco de la crisis este otoño, a pesar de los esfuerzos desesperados que están llevando a cabo para que Alemania se sume a su política suicida de imprimir más y más moneda. Los americanos llevan meses intentándonos convencer de que el problema es el euro. Pero el euro no va a desaparecer. El verdadero problema es el dólar, y pronto se va a ver. Vienen olas gigantes producidas por ese cóctel explosivo de superendeudamiento (de los estados –con los americanos a la cabeza–, los bancos, las empresas y los particulares) y recesión global.
En una última nota hablábamos de Siria e Irán. Aquí las cosas evolucionan también muy rápido. Con la ayuda de Turquía (antigua amiga de Siria) se está buscando una excusa para intervenir ya abiertamente. Turquía ha pedido incluso una reunión de la OTAN. Parece que los turcos dan cobijo a un centro de la CIA que, con unos 30 agentes, está coordinando la entrada masiva de armas en Siria.
Y hoy mismo conocemos que oficiales del ejército israelí afirman que Netanyahu ha decidido atacar a Irán antes de las elecciones de USA en noviembre. Es conocido que una de las personas de máxima confianza de Netanyahu, Sheldon Adelson, está dando su apoyo al candidato Romney para esas elecciones. Así que el doble objetivo parece evidente: resolver el “problema” de Irán y tener un presidente norteamericano más favorable a sus políticas agresivas.