La contaminación del agua en la minería
Priscila Martínez*. LQS. Abril 2021
La Asamblea Nacional de Afectados Ambientales menciona que la industria minera en México invierte entre 0.5 y 1.5% del valor anual de sus ventas para compensar daños ambientales, mientras que en Europa se destina entre 3 y 5% y en EUA y Canadá se ha prohibido la utilización del cianuro en la minería
El suministro y calidad de agua dependen del sano equilibrio del medio ambiente, el cual es perjudicado en gran parte por la acción de empresas extractivas que además desfavorece la salud pública y amenaza con aumentar, junto con la transición energética, al demandar mayor cantidad de minerales para sus sistemas. A continuación, desarrollamos el tema de la contaminación del agua por actividad minera y añadimos ejemplos de esta actividad, que carecen de una gestión y compensación de daños adecuadas.
América Latina ha basado gran parte de su economía en la explotación de recursos naturales, entre ellos sus grandes depósitos minerales que atraen la inversión extranjera con interés industrial. La mayoría de las mineras en Latinoamérica son manejadas por empresas privadas extranjeras, principalmente canadienses, británicas y chinas. México es el principal productor de plata, Chile de cobre, Bolivia de litio, Brasil ocupa el tercer lugar como productor de hierro y Perú está entre los primeros productores de plata, cobre y oro. Estos países concentran el 85% de las exportaciones minerales de la región.
La minería genera grandes ingresos por exportaciones, empleo indirecto y tiene una elasticidad muy alta con el crecimiento del producto. Sin embargo, casi no contribuye fiscalmente: no hay una aportación directa de parte de las minerías al Estado y las ganancias económicas terminan meramente en las empresas mientras que los costos sociales y ambientales se sufren de manera universal, la relación costo-beneficio no es equitativa.
El sector minero afronta un panorama cada vez más grave de escasez hídrica y demanda social e institucional con compromiso social y ambiental. Se trata de una actividad que inevitablemente afecta al medio ambiente y contamina el agua, suelo y aire. Se genera una gran descarga de material tóxico (Drenaje Ácido de la Minería), partículas finas y gases contaminantes; se degrada el suelo y se arriesga la supervivencia de la biota que mantiene el equilibrio de los ecosistemas. Los riesgos sociales más destacados se relacionan con la salud y el capital humano.
El agua se utiliza en los procesos de exploración, explotación, concentración y lixiviación mineros (Brantes y Olivares, 2008). Suma a su pérdida la evaporación, infiltración y aumento de consumo al disminuir la calidad de los yacimientos conforme son explotados. Algunos químicos de la minería que llegan a contaminar el agua y afectar la vida son:
1. El cianuro y ácido sulfúrico. Acidifican el agua y provocan debilidad, hemorragias y la muerte a organismos intoxicados.
2. Arsénico. A través del consumo de agua y alimentos contaminados puede causar cáncer, lesiones cutáneas y neurotoxicidad.
3. Plomo y mercurio. La vida acuática puede absorberlos, causándoles anemia, hipertensión, disfunción renal y trastornos neurológicos. Estos mismos efectos ocurren en los humanos que ingieren alimentos contaminados.
En México, la Mina de San Xavier es explotada por la empresa canadiense Newgold, que además cuenta con capital estadounidense y actúa mediante la apropiación y despojo territorial pese a la resistencia social desde 1995. En la minería a cielo abierto se extrae principalmente oro y plata posterior al proceso de lixiviación por cianuro de sodio porque reduce los costos de mano de obra. Se remueven grandes superficies con explosivos altamente contaminantes y se utiliza un millón de metros cúbicos anuales de agua para depurar la roca. Una vez utilizada el agua, no puede disponerse para consumo humano ni riego, lo que conduce a sobreexplotar los mantos acuíferos de la región y a la falta de abastecimiento para el consumo local (Reygadas, 2008).
En Perú, la minería aluvial del oro en Madre de Dios perjudica gravemente la salud de la población y los mineros que trabajan en condiciones de riesgo elevado por la exposición directa al mercurio gaseoso y vertido a las fuentes de agua que son utilizadas por los poblados de toda la cuenca del río Madre de Dios. También se ha reportado la destrucción masiva del delicado suelo amazónico y la migración desordenada por enfermedades y violencia social.
La Asamblea Nacional de Afectados Ambientales menciona que la industria minera en México invierte entre 0.5 y 1.5% del valor anual de sus ventas para compensar daños ambientales, mientras que en Europa se destina entre 3 y 5% y en EUA y Canadá se ha prohibido la utilización del cianuro en la minería. Creemos que valorar económicamente el medio ambiente y sus recursos con base en los beneficios y costos que se derivan de la protección del mismo es una tarea demasiado compleja e imposible de cubrir por parte de las empresas extractivas, por eso abusan de la inexistencia de esta valoración y muestran incluso una absurda hipocresía al referirse como países proambientales al cuidar el medio ambiente en su nación mientras degradan incontroladamente la tierra de los países en vías de desarrollo.
* Observatorio Económico Latinoamericano
Síguenos en redes sociales… Facebook: LoQueSomos Twitter@LQSomos Telegram: LoQueSomosWeb Instagram: LoQueSomos