La Ginebra Internacional, la estrategia del derrumbe de un capitalismo implacable

La Ginebra Internacional, la estrategia del derrumbe de un capitalismo implacable
Sala de los Derechos Humanos. ONU. Ginebra

Por Eduardo Camín*

Ginebra, sede de las Naciones Unidas, corre el riesgo de dejar de ser el lugar fundamental para los órganos de gobernanza mundial. Los recortes en los presupuestos de la ONU y la competencia internacional por atraer a los organismos multilaterales pueden arrebatarle su importancia en los intereses mundiales

Ginebra debe convencerse de que sigue siendo el sitio multilateral por excelencia

La biología no enseña que antes de ser objeto de especulación, el tiempo se lo vive. En nosotros y todo lo vivo hay un movimiento creciente, un empuje sordo que sigue una curva ascendente primero y descendente después, que se muestra en periodos; juventud, madurez, vejez. Por lo tanto, pasar es lo propio del tiempo. Y en este tiempo psicológico solemos adoptar tres actitudes: me entrego totalmente en el presente, sumergiéndome en mis impresiones actuales; me vuelvo hacia mi pasado por medio de la memoria; o me dirijo hacia el futuro. Estas tres dimensiones teóricamente diferentes están profundamente ligadas; el presente está formado por el pasado y preñado por el porvenir como señalaba Leibniz.

Tal como hemos querido reseñar en este preámbulo, los ritmos vitales elementales concuerdan con los del mundo físico. Pero también la vida social tiene sus ritmos propios que se relacionan, en los tiempos del relato. El tiempo de la palabra y la escritura en la cual el cronista o el historiador debe proyectar una cronología adquirida y ello es así porque los textos son el marco donde se encuentran los hombres de ayer y los del presente.

Y tal vez como nadie en los tiempos que corren, la historia del filántropo ginebrino Gustave Revilliod nos lo recuerde, en momentos de incertidumbres, sobre el destino de la Ginebra Internacional, que algunos Consejeros Federales prefieren llamar «Suiza Internacional», pero que en múltiples ocasiones muy poco tiene que ver con ella.

Palacio de las Naciones. Ginebra

Recordaremos que, en 1928, fue necesaria una votación «forzada» de la Comuna de Ginebra, ratificando una violación de la voluntad del patrón, para legar, en forma de usufructo, a la Sociedad de Naciones, el terreno con que soñaba y que a posteriori consolidaría a Ginebra como un importante centro internacional.
Después de la Sociedad de Naciones, el establecimiento de la sede europea de las Naciones Unidas permitió a Ginebra florecer a nivel internacional. Construido entre 1929 y 1936, el Palacio de las Naciones es la sede europea de la ONU desde 1966. Situado en un vasto parque, alberga a muchos órganos de gobernanza mundial en los ámbitos de la promoción de los derechos humanos, la asistencia humanitaria, el desarme, la economía, el desarrollo, la ciencia y la tecnología

Jaque a la Ginebra Internacional

Vista de los edificios de Naciones Unidas en Ginebra

Hoy, sin embargo, los logros son más frágiles de lo que parecen. En efecto los atrasos de los 193 Estados miembros de los cuales unos cincuenta estados no están al día con el pago de sus contribuciones, entre ellos Estados Unidos, han generado una crisis de liquidez en la organización, por la cual ésta decidió ahorrar en calefacción, electricidad y costes de mantenimiento, teniendo que cerrar el Palacio de las Naciones durante más de dos semanas durante el período navideño, entre el 20 de diciembre 2023 hasta el 12 de enero 2024.

Sin duda que el año 2023 ha sido difícil para las agencias humanitarias de Ginebra. Además, se han sumado desastres naturales, a veces en áreas ya debilitadas; terremotos en Siria y Afganistán, así como inundaciones en Libia, Brasil etc. Además de los conflictos ya existentes entre Rusia y Ucrania y el genocidio que se perpetua en Palestina. Por su parte los recortes de 4.000 puestos de trabajo de la Cruz Roja Internacional (CICR), 900 en la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la falta crónica de financiación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y los drásticos recortes en los presupuestos de las ONG ilustran un mundo en el que el multilateralismo ya no puede convencer a la gente de su absoluta necesidad de resolver las crisis mundiales.

Frente a este cuestionamiento existencial, la Ginebra Internacional no puede contentarse con simplemente gestionar la actualidad. Ya que, si no toma la iniciativa, existe un riesgo real de marginación. Por el momento, la Conferencia de Desarme sigue vigente pero sólo tiene un mérito: el de existir y de agrupar a otras organizaciones en torno a ella. Pero con el aumento de las tensiones geopolíticas y militares, se espera mucho más de ella, aunque los beligerantes no estén por la labor.

La Silla Rota, homenaje a las víctimas de minas antipersonas. Ginebra

Por otra parte, y ante el riesgo del desarrollo anárquico de la inteligencia artificial, la Unión Internacional de Telecomunicaciones también decidió subir su apuesta para tratar de unificar las diferentes concepciones de China y Occidente. En este sentido, es acertada la ambición de GESDA (Geneva’s Anticipator for Science and Diplomacy) de crear un instituto cuántico en el CERN para garantizar que esta tecnología beneficie a todos en el futuro.

Pero para que tenga una oportunidad de tener éxito contra los gigantes tecnológicos y las grandes potencias, el proyecto debe desarrollar sus mecanismos y poner los medios necesarios en su lugar. Por el momento, estos son muy limitados.

A pesar del alto costo de la vida en Suiza, Ginebra debe convencerse de que sigue siendo el sitio multilateral por excelencia gracias al valor añadido que aporta. Sin embargo, el ecosistema de Ginebra sigue estando tal vez, demasiado compartimentado. Su rica diversidad es su fuerza y su debilidad, a la vez. La tormenta perfecta se genera cada vez que una gran organización reduzca sus velas para impactar en todo el sistema.

La competencia es global, pero se está acercando peligrosamente a Ginebra. Francia, – frontera natural que divide el Lago Leman- ya es anfitriona del Foro de la Paz, y quiere llevar a París a la FIFA y a otras federaciones deportivas con sede en Suiza. Antes de atraer quizás a otros organismos multilaterales, vemos como la competencia entre aliados es sutil y dura … la competencia en el capitalismo sigue siendo implacable.

* Periodista uruguayo residente en Ginebra exmiembro de la Asociación de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra, CLAE
Otras notas del autor

Comparte este artículo, tus amig@s lo leerán gratis…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Telegram: LoQueSomosWeb
Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos

LQS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar