La memoria, espacio de libertad y resistencia

Iñaki Alrui*. LQS. Septiembre 2018

29 de septiembre 2018. Barrio de San Fermín. Madrid

De madrugada, cuando el cielo aún está rojo
y el camino de mi vida ya marcado
cogeré todo el amor que tú me has dado
y marcharé a despertar al dormido.‎

Recordar el pasado con libertad, reivindicar las luchas que nos han precedido para mejorar nuestra realidad, es reconocernos y construir futuro.

Septiembre dice adiós, traspasado ya el umbral del otoño. El barrio de San Fermín, al sur de Madrid, se sacude la rutina de un sábado al sol de verano. Hoy hay acto en el barrio.

Septiembre, mes de la Resistencia Antifranquista. Los “veintisiete” de septiembre, aniversarios de los últimos fusilados por el franquismo. Hace ya 43 años. Hoy homenajeamos a aquellos valientes inolvidables.

El centro La Pirámide nos acoge. Se acerca el mediodía mientras se ultiman intervenciones y l@s asistentes intercambian saludos. La sala se llena. Un poco más allá de las doce, Adolfo Fernández abre el acto. Él lleva el timón, abre, presenta, explica, modera y cierra… Estamos en buenas manos de principio a fin.
Sus primeras palabras van dedicadas a Felisa Echegoyen, “Kutxi”, agredida por grupos violentos de extrema derecha en las recientes fiestas de la Melonera, en Arganzuela. “Kutxi” es una de esas mujeres que se enfrentó cara a cara con el franquismo. Torturada y represaliada, hoy sigue en todas las luchas que dignifican la vida. Está en la sala y un caluroso aplauso la saluda en el homenaje que comienza.

Adolfo expone brevemente el motivo que nos reúne: el 27 de septiembre 1975, los últimos fusilados del franquismo, sus nombres, su juventud, contra el olvido, con el presente…

Antonio Crespo, poeta comprometido, recita dos bellos poemas y hace que otro histórico fusilado, Lluís Companys, esté también presente con nosotros.

Pepe Díaz, activista del barrio y luchador infatigable, es el siguiente en tomar la palabra. Nos explica en qué va a consistir la Consulta Popular Monarquía o República del próximo 2 de diciembre. Nos adelanta que en todas las zonas de Orcasitas se pondrán mesas para esta consulta, no institucional y, por tanto, no vinculante, pero sí importantísima como un primer paso para materializar y hacer visible entre la gente de a pie qué significa el Derecho a Decidir. No falta en su discurso un llamamiento a apoyar el pleno municipal del próximo 3 de octubre y acallar las voces boicoteadoras y profascistas que tratan de reventar la dinámica municipalista del barrio. Hace también un llamamiento de urgencia contra el desahucio inminente de una vecina. Estamos en el sur de la ciudad, en barrios que se han formado a base de luchas. La conquista de los derechos sigue pasando por la movilización, Pepe Díaz nos lo ha dejado claro.

Adolfo presenta el primer momento musical de la jornada. Es Bernardo Fuster, cantante de Suburbano, el Pedro Faura de la clandestinidad que compartió banderas con los tres fusilados del FRAP. Y después de cuarenta y tres años, vuelve a interpretar en directo, como hizo en el año 75, en el exilio de Francia y Alemania, la hermosa canción “De madrugada” (2), dedicada a tod@s los que dejaban una vida convencional y cómoda para pasar a luchar en la clandestinidad.

Por la tierra y en la tierra mi camino
junto al hombre que en su muerte aún está vivo
junto al humo de las fábricas y el trigo.
Solo, solo luchando no seremos vencidos.‎
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Lo siguiente es la lectura de una carta enviada por Victoria Sánchez-Bravo, hermana de José Luis, uno de los fusilados en aquel septiembre terrible. No ha podido venir pero nos dice: “[…] Mi hermano José Luis dejó en mí un sedimento de justicia social imborrable… A día de hoy sigo esperando Justicia, sus torturadores siguen viviendo tranquilamente y con honores. A mi hermano con solo 21 años de edad lo callaron para siempre. Los hijos del franquismo proliferan cada vez más porque no se ha hecho Justicia…”

A continuación toma la palabra Vladimir Fernández Tovar (1), condenado a muerte en Consejo de guerra de los días 11 y 12 de julio del 75, junto a Manuel Blanco Chivite y Xosé Humberto Baena Alonso, este último fusilado.
En su presentación, Adolfo Fernández nos ha contado una anécdota de los días de encierro en la cárcel de Carabanchel, ya con las penas de muerte. Salían al patio en cortos momentos del día, solos, con la prohibición de hablar. En uno de esos paseos empezó a sonar “La Internacional” silbada desde una celda, y en unos instantes, la melodía resonaba por toda la cárcel. La solidaridad ponía corazón y calor al aislamiento y lo rompía. La emoción pone el vello de punta al recordarlo.

Vladimir empieza sus palabras recordando a los luchadores contra el franquismo después de la derrota de la República, a los maquis, y en especial a los del AGLA, la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón, que luchó principalmente en la zona de Cuenca. Ell@s no se rindieron nunca y mantuvieron viva la llama de la libertad.

En la segunda parte de su intervención se encarga de desmontar el mito de que el franquismo en los últimos años era un régimen abierto, suave… Es ahí cuando la sala empieza a quedarse atónita porque Vladimir, sin ninguna nota de apoyo, apunte, iPad o móvil, a golpe de pura memoria, va desgranando nombres, fechas, lugares y circunstancias de los asesinados en los sesenta y setenta, siguiendo un exacto orden cronológico. Nos recuerda que en las notas oficiales de la dictadura figuraba con total normalidad lo de “se tiró por la ventana” o lo de “la policía efectuó disparos al aire” a consecuencia de los cuales morían manifestantes con los pies en la tierra. A continuación, traza alguna descripción de personajes y herederos del franquismo y pasa a contar los Consejos de guerra, los fusilamientos, la muerte, la larga noche.
Vladimir calla y el espacio que ha dejado su voz es ganado por una sala que se pone a un tiempo en pie para romper el silencio con largos aplausos, mucha emoción, rabia, cariño, muchos sentimientos. ¡Qué grande, Vadimir!

Si hoy nos cierran las ventanas de la vida,
si hoy nos atan con los yugos encendidos,
contra ellos están los muertos y los vivos,
contra ellos estás tú, yo y todos.‎

La voz de Bernardo Fuster nos clava de nuevo en nuestros asientos. Muchos tararean con él ese bello poema de Miguel Hernández, musicado en 1975, Rosario dinamitera (3).

Begoña Lalana, miembro de la Asociación Libre de Abogadas y Abogados, jurista comprometida históricamente con la defensa de los Derechos Humanos, nos cuenta cómo pudo iniciarse la Querella Argentina -mención al inolvidable Carlos Slepoy-, en qué situación está y hacia dónde va. Nos habla en positivo, a pesar de todas las denegaciones y la constante resistencia por parte del Estado a hacer justicia. Nos recuerda lo que escondía la en su momento bienvenida Ley de Amnistía de la Transición, las recientes querellas contra Billy “El Niño” en Madrid… Es un camino largo, pero vamos andando. ¡Claro que es posible!

De nuevo sobre el escenario una poeta, Ángeles Maeso, vecina del barrio, comprometida, nos regala dos poemas, recuerdos de un mundo rural de miseria y un hoy de represión.

Adolfo recuerda que en la sala están otros procesados y condenados el 27 de septiembre de 1975, Manuel Blanco Chivite y Pablo Mayoral, y much@s miembros de La Comuna. ¡La sala esta llena de luchador@s!

Bernardo Fuster se arma de nuevo con la guitarra e interpreta Al Alba, la canción de Luis Eduardo Aute dedicada a los condenados a muerte. La canción se convierte en un himno cantado por tod@s los asistentes.

Recordamos, no olvidamos. La memoria es un espacio de libertad conquistada a un precio muy alto. Verdad, Justicia, Reparación.

Volveremos a sentir nuestra la tierra
y el aire llegará otra vez a todos
y mirando atrás veremos quiénes fuimos
y luchando hoy quiénes somos.‎

27-9-1975: Prohibido olvidar
PD: La sorpresa final será una foto colectiva de parte de los asistentes al acto en el escenario, para enviarla a la campaña de WithCatalonia en solidaridad con el primer aniversario del referéndum del 1 de octubre.

Notas:
1.-Diálogos con Vladimir Fernández Tovar
2.- La letra de la canción es la que aparece en cursiva en esta nota.
3.- Rosario, “La dinamitera”
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