La Rambla, paradigma de una ciudad vendida al turismo de masas
La Rambla de Barcelona es, sin duda, uno de los lugares más visitados de la capital catalana. Un estudio realizado en 2007 por la asociación de comerciantes del paseo cifraba en cerca de 80 millones al año los transeúntes que la recorren. Pero a pesar de ser uno de los lugares más representativos de la ciudad, es casi tarea imposible observar en ella la vida local barcelonesa. El vecino esquiva la Rambla, convertida en paradigma del modelo de turismo masivo desarrollado durante los últimos años en la capital catalana. Esto es lo que busca denunciar el fotógrafo Marc Javierre en Tourist Walk (La Rambla), un proyecto de fotografía documental crítico con lo que denomina “el turismo masivo irresponsable”, focalizado en un paseo “exclusivo para turistas, colonizado por tiendas de souvenirs de baja calidad, heladerías, hamburgueserías, fast-foods, apartamentos turisticos, hoteles y cafeterías franquicia”.
“Utilizo la fotografía documental para criticar el hecho social que es la invasión del turismo masivo del centro de Barcelona, apoyado por el lobby turístico, que son hoteleros y grandes empresarios, y que también entronca con el tema de las mafias… Eso evidentemente en las imágenes no se ve, pero el resultado, lo que puede ver todo el mundo en la calle, es lo que enseño”, explica Javierre desde una terraza del barrio Gótico.
Durante semanas, se ha mezclado con los turistas que abarrotan el paseo para captar sus actitudes, sus modos de actuar y de relacionarse con el entorno en el que se encuentran. “Me he encontrado actitudes muy miméticas, de ese turismo sin sentido que está como impuesto, como algo que se tiene que hacer porque sí, porque lo recomienda la guía”, cuenta. “Es un trabajo hecho en modo voyeur. Estoy alejado de lo que fotografío con el teleobjetivo, para no interferir en el comportamiento de los turistas”.
El fotógrafo afirma haberse encontrado con “un tipo de venta y de turismo que se basa en el pasaje de miles y miles de personas que tengan que comprar cosas de un euro o dos, que es lo que se vende en las tiendas de souvenirs”. “Es totalmente insostenible para este espacio. ¿Esto qué tipo de beneficio trae a Barcelona?”, se pregunta. “No la hace avanzar culturalmente, hace que el centro de la ciudad sea desertado de sus vecinos”.
Javierre mantiene que el modelo turístico de la Rambla es excluyente con los vecinos. Y no es el único. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) hace tiempo que viene denunciando que la política municipal acerca del modelo de ciudad antepone los beneficios del turismo a las necesidades de los ciudadanos.
“El día de la Mercè había una invasión turística increíble. Solo había turistas, y pensé, ¿cómo es posible? Si es festivo la gente de Barcelona debería ir a pasear por La Rambla… Bajé hasta el puerto y había cuatro cruceros gigantes, entre ellos el Norvegian Epic, que es uno de los más grandes del mundo y vomita 15.000 personas en 8 horas”. Los hoteles y apartamentos turísticos brotan por doquier. La proliferación de los hospedajes para turistas contó con la oposición de la ex regidora del distrito de Ciutat Vella, Itziar González, que formó parte del consistorio barcelonés como independiente bajo el mandato del PSC.
En el 2010, una investigación judicial sacó a la luz extorsiones, amenazas, y pagos de comisiones por la concesión de licencias en el distrito. La misma Itziar González dimitió después de recibir amenazas de muerte. Aunque el asunto siempre se rodeó de silencio por voluntad de la propia concejal, no es aventurado relacionar estas amenazas con grupos de presión o mafias que pretenden una política más acorde con sus intereses, y que probablemente explican en parte el modelo de paseo que hay en la actualidad.
Tras haber conseguido más de los 3.000 euros necesarios en la página de crowdfunding Verkami para tirar adelante el proyecto, Javierre prepara la edición del libro de autor que contará con 102 fotografías en color, y un póster central con la imagen que es portada del libro.
