La Santa Virgen tiene derecho a recibir medallas
Anthony Bellanguer*. LQsomos. Marzo 2016
En consideración a que nos encontramos en tiempo de Semana Santa, no pareció digno de tal fecha reproducir este artículo del periodista francés Anthony Bellanguer, de France Inter. Con su mentalidad francesa, se asombra de ver que en España se le otorga a la Santa y Dulce Madre de Dios condecoraciones civiles y militares, y no encuentra mejor forma que tomárselo a la chachota, que al fin y al cabo el asunto no da para más.
Imaginen por un instante que el Consejo Constitucional se plantea la cuestión siguiente: que administración pueda otorgar la legión de honor a la Santa Virgen. Imaginen también la cara que pondrían Laurent Fabius (Ministro de Relaciones Exteriores de Francia) o Lionel Jospin (Primer Ministro del Presidente Jacques Chirac). Es esta la cuestión a la que tendrá que responder muy seriamente el equivalente español de nuestro Consejo, la Corte Constitucional, en los próximos meses.
¿Cómo se llega a cosa semejante en Madrid? En 2012, el Ministerio del Interior le otorga a la Muy Santa Virgen del Amor de Málaga la medalla de oro al mérito policial. De inmediato, una organización laica presenta la denuncia, porque en España, como en Francia, el Estado es aconfesional.
¡En España se conceden constantemente medallas a la Virgen! A este respecto, pese a las quejas recibidas, el Ministro del Interior no abandona el buen camino: ha repetido en 2015, acordado los mismos honores a la Virgen del Pilar, de Zaragoza, no se que se ponga celosa.
Si este caso no es una cuestión de medallas, se las dan igual. En España, las vírgenes no se contentas con que las paseen por las calles durante la Semana Santa, también son cubiertas de honores, tanto civiles como militares. Lo menos que los españoles puede hacer es nombrarlas alcaldesas perpetuas de las ciudades que las acogen. Es lo mínimo. Así, hay 85 vírgenes elegidas por unanimidad por sus consejos municipales, las que han recibido solemnemente el bastón de mando.
Por ejemplo, la Virgen de los Reyes, en Sevilla, es alcaldesa perpetua de la villa, con llaves de oro. Pero eso no es todo, también es capitana general de las fuerzas armadas españolas. Como una quincena de otras vírgenes del país, habría que saber que «capitana general» ostenta el mismo grado que el rey de España. Dicho de otra manera, cuando se declara la guerra a España, se va contra los carros de combate, los aviones de caza, los destructores y las terribles vírgenes españolas. Pero los tiempos cambian, y por una parte la población, aquella que seguía una tradición centenaria, también un poco franquista, como a propósito de “la corrida”, le ha resultado insoportable. De allí esa queja inédita ante los jueces constitucionales.
* Publicado en France Inter, miércoles 9 de marzo 2016
Traducido para LQSomos por Arturo Seeber