Las jineteadas en la picota
La muerte de ocho caballos en un accidente vial cuando volvían de Jesús María impulsó a militantes contra el uso de animales en espectáculos a redoblar reclamos para que se prohíban estas actividades.
La Fundación Sin Estribo pedirá a la Justicia la inconstitucionalidad de la ley 8952 que avala la realización de la jineteada como deporte en la provincia de Córdoba, a la vez que renovó el reclamo de instituciones similares que condenan la utilización de animales como atracción en espectáculos públicos.
Así fue anunciado luego de que dos equinos murieran durante el Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María y otros ocho perecieran ayer en un accidente de ruta cuando una tropilla era trasladada de regreso a su lugar de origen en la localidad bonaerense de Chacabuco.
El accidente ocurrió en la avenida de Circunvalación en proximidad de su empalme con la ruta 19 que conduce a Santa Fe, cuando el camionero que transportaba a los equinos debió realizar una brusca maniobra y volcó al cruzarse en su camino otro vehículo.
Algunos de los caballos murieron en el acto, otros poco después y los restantes debieron ser sacrificados a causa de sus heridas.
Andrea Heredia de Olazábal, presidenta de la Fundación Sin Estribos, declaró que frente al reclamo de la entidad “el marco es complicado porque hay una especie de tradición y cultura que empuja de fondo el evidente conflicto de leyes que se produce en esta situación que atrofia la mirada del jurista, diciendo hasta qué punto hay una monta y una manipulación lícita del animal y hasta cuál se está infringiendo la ley penal argentina 14436 que protege a los animales de la explotación”.
La mujer aseveró que los caballos que participan en los espectáculos de jineteada son “drogados o picaneados para estimularlos más” con el fin de mostrarse “bravos y enojados”.
La afirmación fue enfáticamente rechazada por el propietario de la tropilla “La sube y baja”, a la que pertenecían los animales accidentados, quien aclaró que los caballos “reservados”, como se denominan los utilizados en estos espectáculos, no sufren maltrato alguno y reciben los mejores cuidados.
“Simplemente se trata de animales que nunca han podido ser domados porque no aceptan que se los monte, y reciben la mejor atención en su crianza. Fuera de eso son dóciles con quienes los cuidan y tienen dedicada atención veterinaria, aseguró Humberto Cavallieri al responder a las acusaciones.
“Los argentinos somos víctimas del machismo y la crueldad como una muestra de virilidad. Es la forma irrisoria de mostrar la fuerza sobre un débil”, replicó la mujer, quien recordó que la ley nacional 14436 “es clara cuando advierte que los espectáculos con animales están prohibidos cuando haya parodia de animales donde éstos mueran o sufran”, sostuvo por su parte Heredia de Olazábal.
“Estas jineteadas son parodias, porque se lo hace embravecer para que la gente aplauda”, añadió.
Cavallieri negó que los animales sean estimulados para que se comporten como lo hacen o que sean lastimados durante la práctica, a la que defendió como una costumbre enraizada en la tradición argentina que forma parte de la cultura nacional y como tal es digna de ser apoyada y preservada.
Pero Laura Baggio, presidenta de la Fundación en Defensa y Protección de Animales, al referirse a las muertes ocurridas durante el festival, advirtió que “los dos casos no van a quedar así” y recordó que “ya pasó hace un tiempo que murió otro caballo, que se había desbocado y chocó contra la valla que separa la doma de la gente”.
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Especial LQSomos “Maltrato animal”
