Las políticas climáticas en los tiempos de Trump

Las políticas climáticas en los tiempos de Trump
Yacimientos de extracción de combustibles fósiles en el Ártico occidental de Alaska, en la zona del lago Teshekpuk. Foto: Kiliii Yuyan para Earthjustice

Por Gabriela Ramírez*

A principios del año 2025 el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos, por segunda vez, del Acuerdo de París, firmó varias órdenes para promover los combustibles fósiles y dio término a las políticas climáticas en medio de incendios forestales y nevadas históricas en el sur de su nación.

Lo anterior muestra un panorama aún más lúgubre para los (limitados) esfuerzos globales por combatir el cambio climático. En el presente artículo revisaremos las promesas del nuevo presidente estadounidense y su impacto en el ambiente.

Tras su segunda toma de poder, Trump declaró emergencia energética nacional bajo el argumento de que la capacidad de identificación, arrendamiento, producción, transporte, refinamiento y generación son inadecuados para las necesidades de su nación. Con la declaratoria se busca impulsar la producción de petróleo crudo, gas natural licuado, productos petrolíferos refinados, uranio, carbón, biocombustibles, energía geotérmica, minerales estratégicos y energía hidráulica.

Fuente: OBELA con datos de U.S. Energy Information Administration

De acuerdo con la Administración de Información Energética de Estados Unidos, el gigante de Norteamérica produce más petróleo crudo que cualquier otro país y lo ha hecho consistentemente en los últimos seis años. En el 2023 produjo un promedio de 12.9 millones barriles por día, con lo que rompió su propio récord impuesto en el 2019 de 12.3 millones, por lo que Estados Unidos no tiene escasez de combustible.

En el Polo Sur, la temperatura superó los 28°C por encima del promedio en 1991-2020 en julio del 24. Por su parte en el Ártico el pico de calor a principios del año 2025 llegó a 20°C más del promedio en el mismo periodo. El plan de los petroleros estadounidenses es ampliar su producción, exploración y perforación en lugares protegidos como el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, y posiblemente, llegar a la Antártida en un futuro próximo en donde se encuentran 70 mil millones de toneladas de petróleo y gas.

La llegada de las medidas a favor de la energía fósil se da después de que el año 2024 fuera reconocido como el más caluroso de la historia -por ahora- y el primer año en el que se rompió la barrera de temperatura de 1.5°C establecida por el Acuerdo de París del 2015. De igual manera Estados Unidos fue duramente golpeado en el 2024 por dos huracanes potenciados por el cambio climático: Helene y Milton; la rápida intensificación de estos fenómenos es atribuida a la debacle ambiental.

Aunado a ello, a principios del año 2025 el sur de EEUU se vio cubierta por una inusual tormenta de nieve. Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama, Georgia, Florida, Carolina del Sur y del Norte recibieron cerca de diez pulgadas de nieve, lo que significó romper sus propios récords de más de 100 años y superar la temporada invernal de lugares ubicados más al norte, como Nueva York, Chicago e incluso partes de Canadá y el estado de Alaska.

A pesar de las temperaturas congeladas, gran parte de Norte América no tuvo las precipitaciones esperadas para la temporada. Las condiciones de sequía en el Oeste de Estados Unidos coadyuvaron a la propagación de los incendios forestales que rodearon la ciudad de Los Ángeles durante las primeras semanas de enero de 2025.

Las políticas del gobierno de Trump contrastan con las adoptadas por Beijing. Según Climate Action Tracker, proyecto de Climate Analytics y NewClimate, China (quien es el mayor contaminante del mundo) planea alcanzar su punto máximo de emisiones de CO2 en el 2030 y conseguir la neutralidad de carbono en el 2060. El Financial Times menciona que 44% de un grupo de más de 40 expertos esperan el pico se concrete en el 2025. Un reporte del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) señala que la capacidad de generación de energía limpia en el gigante asiático tendrá un crecimiento acelerado a partir del mismo año, respaldado por la finalización de proyectos eólicos, solares y nucleares a gran escala.

En un contexto de eventos climáticos extremos, el retroceso por parte de Estados Unidos en los esfuerzos por combatir el cambio climático afectará a todo el mundo, agravarán la crisis ambiental, pondrán en un riesgo aún mayor a sus propios ecosistemas frágiles y comunidades vulnerables, como los estados del Sur Profundo. Las medidas de Trump para reforzar la industria automotriz y petrolera de su país acentuarán el rezago con China en materia de energía limpia y afectarán al planeta. La apuesta de Washington es controlar el comercio en el Polo Norte y el petróleo y gas del Polo Sur.

* Facultad de Economía, becaria Instituto de Investigaciones Económicas, miembro de OBELA
Otras notas de la autora.

Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;

LQSomos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar