Led Zeppelin I: 55 Aniversario

Led Zeppelin I: 55 Aniversario

Por Mariano Muniesa

Muy probablemente no sea necesario a estas alturas insistir en ello, pero hoy, que celebramos el 55 aniversario de la edición de uno de los discos más impactantes y decisivos en la historia del rock como fue ‘Led Zeppelin I’

Enero de 1969: Led Zeppelin incendian el mundo de lava volcánica eléctrica

Entiendo que debe recordarse: con el lanzamiento de su debut homónimo en enero de 1969, Led Zeppelin y su desbordante creatividad musical dieron vida a un universo sensorial de posibilidades de evolución infinitas, un mundo en el que abandonada ya la época beat, trascendiendo la psicodelia y gestando un estilo mucho más directo, fuerte y revolucionario del que habían creado Cream o The Jimi Hendrix Experience en el blues progresivo de finales de los 60, lograron que el mundo del rock nunca volviera a ser el mismo. El género que ellos crearon, el hard rock base del heavy metal experimentó un cambio con cada nuevo álbum que lanzó la banda, y durante una década estuvo influenciado por ese sonido combinación del blues-folk-rock en constante evolución y reinvención de Led Zeppelin hasta su final en 1980.

Todo comenzó en octubre de 1968 en los Olympic Studios de Londres a cargo de cuatro músicos que solo se habían conocido personalmente y habían empezado a ensayar tres semanas antes en un flat de Gerrard Street en la capital británica, pero que según recuerdan tanto John Paul Jones como Robert Plant, salieron de ese primer ensayo conmocionados ante la incontenible descarga de energía musical que se había generado en aquel ensayo, la fuerza de su sonido, la magia que envolvió aquellas paredes y la convicción de que esa tarde sin ni siquiera sospecharlo habían dado vida a un monstruo de intensidad sonora y emotiva que devoraría cuanto encontrase a su paso.

Curiosidades de la historia: Led Zeppelin empezaron a grabar este histórico álbum sin contrato discográfico, cuando todavía su nombre no estaba bien definido y cuando todavía hacían algunas actuaciones como The Yardbirds o The New Yardbirds, puesto que en realidad el grupo era la continuación de la banda pionera del british blues en la que se hicieron grandes como músicos Eric Clapton y Jeff Beck, de los que recogió el testigo Jimmy Page. Disuelta la formación en el 68, el que era su manager Peter Grant, convencido de que Page tenía no solamente la preparación musical, sino la experiencia y capacidad de liderazgo para sacar adelante un nuevo proyecto, no lo dudó y se puso al frente de los que en un primer momento serian esos “The New Yardbirds”, quienes no tardarían en convertirse en Led Zeppelin y de los que Grant estaba seguro que serían todo un suceso en el rock internacional. Por ello hizo las gestiones necesarias para que el grupo grabase su primer disco cuando todavía no tenían compañía que sacase aquel LP.

En una entrevista que pude hacer al legendario ejecutivo discográfico Ahmet Ertegun, fundador de Atlantic Records para mi programa de radio ‘Rock Star’ y de la que extraje algunos fragmentos para mi libro ‘Led Zeppelin, el poder de la pasión y la magia’ en 2008, Ertegun me contaba: “Peter Grant apareció en mi despacho con una copia del master del disco, una carpeta de fotos, cintas de grabaciones en directo y una fe casi podría decirse que sobrenatural en su grupo. Hablaba con tal entusiasmo de Led Zeppelin que era difícil no contagiarse de esas ganas de hacer grandes a esos cuatro ingleses de aspecto hippie. Di el OK a Grant y negociamos, a cambio de unas cantidades más moderadas sobre royalties, un anticipo de 25.000 dólares para sufragar los gastos de la grabación y para el propio grupo, que a excepción de Jimmy, estaban sin blanca. Hicimos historia, porque en efecto, nunca se había dado antes un anticipo tan cuantioso a un grupo antes de editar su primer disco, cosa que también me costó muchas reuniones con los asesores económicos de Atlantic, pero es que… ¡eran tan endiabladamente buenos! Estaba seguro que iban a ser muy grandes, y afortunadamente, no me equivoqué”.

‘Led Zeppelin I’ fueron 9 temas de una genialidad sin duda irrepetible hoy en día, que se abría con uno de esas piezas que ya era puro heavy metal dentro del peculiarísimo estilo del grupo, marcado por una guitarra demoledora y una base de ritmo muy en primer plano, “Good Times, Bad Times”, al que sigue “Baby I’m Gonna Leave You”, una de esas canciones en las que se entrecruzan el folk acústico y el blues con pinceladas psicodélicas en una suerte de in crescendo que deriva en un final de desbordante intensidad. “You Shook Me”, una maravillosa pieza de blues creada por Willie Dixon y J.B.Lenoir procedente del repertorio de los Yardbirds y que también grabó para su álbum ‘Truth’ el Jeff Beck Group, es esa genialidad de puro blues a la que los teclados de John Paul Jones y la estremecedora voz de Robert Plant convierten en una joya que pone los pelos de punta escuchar. También proviene de los Yarbirds una de las canciones que mejor ejemplifica todo lo que era el concepto de blues progresivo de finales de los 60 en Inglaterra, “Dazed And Confused”, que fue pieza imprescindible de sus actuaciones en directo a lo largo de toda su historia.

La cara B del disco de vinilo se abría con una genialidad que nunca entendí por que nunca fue tocada en directo por el grupo ni como no pertenece a la categoría de grandes clásicos de su discografía: “Your Time Is Gonna Come”, un medio tiempo bluesero con aire sinfónico que venía a ser una nueva demostración del talento de John Paul Jones como teclista además de su habilidad con el bajo. “Black Mountain Side”, una brillante e inspirada excentricidad instrumental a cargo de Jimmy Page fruto de su nunca negada influencia de la música hindú, “Communication Breakdown” probablemente la primera canción de puro heavy metal de la historia junto a “Born To Be Wild” de Steppenwolf, a la que no le va a la zaga la fantástica “How Many More Times”, ocho minutos y medio de genial combinación entre hard rock y blues progresivo que coronaría otra gran versión de un estándar del blues clásico, nuevamente de Willie Dixon, “I Can’t Quit You Baby”, popularizada anteriormente por Otis Rush y que también grabaron los Rolling Stones en su disco tributo a sus raíces blues ‘Blue And Lonesome’.

Sorprendentemente, al menos en las primeras semanas de enero de 1969 no supuso un gran impacto de ventas a nivel mundial, aunque sí logró un muy buen resultado comercial en países como Alemania, Holanda o incluso España, donde vendió a través de la filial de Atlantic Records, Hispavox, una notable cantidad de copias para lo que era la España de aquella época. Fue la inmensa energía y genialidad de Led Zeppelin en directo lo que lo llevó a lo más alto en Inglaterra y USA meses más tarde.

Como las grandes obras maestras, el tiempo no ha hecho sino engrandecerlo. Les reto a escucharlo y una vez más, apuesto a que me darán la razón.

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