Libre descarga: Las rutas del exilio republicano de 1939

Libre descarga: Las rutas del exilio republicano de 1939

Por Redacción*

Presentación

Esta publicación que tenéis en las manos es parte de la documentación utilizada durante las prácticas relacionadas con la Història de l’Educació de los universitarios que cursan los estudios de Pedagogia, Pedagogia Social y Treball Social de la Universitat de Girona.

Se trata de una práctica de un día de duración que tiene la intención de pisar territorio histórico, territorio fronterizo por donde pasaron muchos republicanos, entre ellos un buen puñado de maestros, durante la Retirada de 1939. Generalmente, se suele hacer a finales del otoño y durante los meses de invierno. El 10 de febrero de 1939 las tropas franquistas llegaban a La Jonquera y la frontera francesa se cerraba. Comenzaba el exilio.

La actividad se inicia visitando el Museu Memorial de l’Exili en La Jonquera y después vamos a algunos lugares emblemáticos de nuestra historia más reciente. Desde el lado de l’Empordà: La Jonquera, el mas Perxés y el Coll de la Manrella (Agullana), la mina Canta y el Coll de Lli (La Vajol), etc. Y del lado del Rosselló: el camp d’Argelers. Todo este recorrido se complementa leyendo textos escritos por los protagonistas, especialmente maestros. De esta manera recuperamos nuestra historia pasada.

En este dossier ofrecemos el itinerario ampliando las referencias a otros espacios de memoria vinculados a la guerra y al exilio republicano en la zona. También presentamos algunos datos que nos permiten entender y valorar mejor el exilio.
Salomó Marquès Sureda
Universitat de Girona.

Agradecemos la colaboración de Jaume Vila y Gaspar Segués, técnicos del Servei Educatiu de la Tecnologia i la Comunicació (SETIC) del Departament de Pedagogia de la Universitat de Girona (UdG), de Jordi Font y Miquel Serrano, director y documentalista, respectivamente, del Museu Memorial de l’Exili (MUME), Anna Maria Ferrer (documentalista), Serge Barba, expresidente de la asociación FFREEE (Fils et Filles de Républicains Espagnols et Enfants de l’Exode) y vicepresidente de la asociación DAME (Descendents et Amics de la Maternitat d’Elna), Isabel Planas, jefa de la biblioteca del Campus de Barri Vell de la Universitat de Girona y del Centre de Documentació i Recerca Històrica de l’Escala (CEDRHE).

Introducción y contexto histórico

I. La II República (1931 – 1939)

En enero de 1930, con la dimisión de Primo de Rivera, se iniciaba en el Estado español un período que se caracterizó por un creciente descrédito de la monarquía de Alfonso XIII, el inicio de un cierto malestar económico y social y una radicalización de las ideas políticas con la irrupción de nuevos partidos políticos que rompieron la hegemonía de los partidos dinásticos existentes hasta entonces.

Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 -las primeras que se celebraban después de la destitución de los ayuntamientos y las diputaciones, en 1923, con la dictadura del general Miguel Primo de Rivera- se convirtieron de manera espontánea en una especie de plebiscito entre monarquía y república. El triunfo incontestable e imprevisible d’Esquerra Republicana de Catalunya, constituida poco antes y que se convertiría en el partido político hegemónico en Catalunya durante la Segunda República, creó un clima de euforia general que culminó con la proclamación de la República, el mediodía del 14 de abril, desde el balcón de l’Ajuntament de Barcelona por parte de Lluís Companys, seguido poco después por Francesc Macià, que proclamó la República catalana. Unas horas más tarde, también en Madrid se constituía un gobierno provisional de la República española. La difícil situación creada por el doble poder, en Madrid y en Barcelona, se solucionó el 17 de abril de 1931, cuando miembros del gobierno provisional de la República española, junto con miembros del govern catalán y Francesc Macià, decidieron sustituir la República por la Generalitat de Catalunya. Poco después, el 28 de junio de 1931, se celebraron en todo el territorio estatal elecciones a las Cortes Constituyentes. Los diputados electos redactaron la Constitución de la República española, aprobada el 9 de diciembre de 1931. Paralelamente el 2 de agosto de 1931 se celebraba un referéndum en Catalunya en el que se aprobó por amplia mayoría el Estatut de Catalunya, también llamado Estatut de Núria. El anteproyecto, sin embargo, sería significativamente discutido y recortado una vez presentado a las Cortes Españolas por el gobierno de Azaña. Su aprobación no sería definitiva hasta el 9 de septiembre de 1932 y simbólicamente hasta seis días después, el 15 de septiembre, con la firma del Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, en San Sebastián. Se institucionalizaba así, por primera vez después de muchos siglos, la autonomía y la capacidad legal de Catalunya para autogobernarse.

Pero el entusiasmo y las esperanzas que habían confluido en la proclamación de la Segunda República se desvanecieron bien pronto, ya a finales de 1933. El primer bienio republicano o bienio reformador (1931 – 1933), bajo el gobierno de coalición de fuerzas republicanas y del PSOE, presidido por Manuel Azaña, se había concentrado en la elaboración la Constitución Española, las reformas militares, la Ley de Reforma Agraria, los traspasos de competencias a la Generalitat de Catalunya según lo que preveía el Estatut, la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas, etc. Pero la implementación de estas reformas hizo crecer el número de enemigos del gobierno de Azaña, que se fue erosionando, hasta que, finalmente, la coalición de gobierno se hizo añicos.

En las elecciones legislativas del 19 de noviembre de 1933, la correlación de fuerzas parlamentarias se invirtió y el nuevo partido católico de José María Gil Robles -la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA)- se convirtió en la primera minoría en el Parlamento español. Se iniciaba así el segundo bienio -el llamado Bienio Negro- que estuvo condicionado por la fragilidad de los ejecutivos, siempre de coalición. Según muchos historiadores, la prueba de fuego para la Segunda República y el detonante de la crisis que conduciría a la Guerra del 36 fueron los sucesos conocidos como los Hechos de Octubre de 1934. La entrada de la CEDA en el gobierno de Lerroux, el día 4 de aquel mismo mes de octubre, provocó la declaración de huelga general revolucionaria por parte de los socialistas, lo que paralizó totalmente Barcelona.

El 6 de octubre, el president de la Generalitat, Lluís Companys, proclamaba el Estat Català, como un acto de rebeldía contra el gobierno de Lerroux. Sin embargo, la respuesta no fue el entusiasmo desatado de la población que tres años antes había contribuido al nacimiento de la República, sino la declaración del estado de guerra por parte del general Domènec Batet, jefe de la región militar de Catalunya. Al cabo de pocas horas, Companys y otros cargos políticos se rindieron y fueron encarcelados en el barco Uruguay, en el puerto de Barcelona, hasta que el 5 de junio de 1935 fueron condenados a 30 años de prisión.

Los hechos del 6 de octubre de 1934 no fueron directamente la causa del estallido del conflicto armado, pero sí que contribuyeron a debilitar y enrarecer sensiblemente el clima político de la Segunda República. La represión de después de aquellos hechos, la clausura del Parlament de Catalunya, la destitución y sustitución de alcaldes y regidores de izquierdas, la anulación de la Llei de Contractes de Conreu o la suspensión del Estatut son algunos aspectos que favorecieron decididamente la erosión política. Con el triunfo del Frente Popular (el Front d’Esquerres en Catalunya) en las elecciones legislativas del 16 de febrero de 1936, se decretó inmediatamente la amnistía y se restableció el Estatut de Catalunya.

La victoria electoral de las izquierdas no fue vista con buenos ojos por los sectores más reaccionarios de la sociedad española. La polarización política entre derechas e izquierdas se acentuó de manera considerable durante los meses inmediatamente anteriores al estallido del conflicto bélico. La elevada conflictividad laboral en un contexto de crisis económica internacional, el clima de conspiración militar y la espiral de violencia política protagonizada por grupos de extrema derecha y de extrema izquierda dibujaron un clima prebélico durante la primavera de 1936. El proceso de enrarecimiento político tuvo su culminación con un golpe de estado tramado por una parte del ejército y sectores conservadores de la sociedad civil, con el beneplácito de la Iglesia Católica. El 17 de julio de 1936, en el protectorado de Marruecos, los jefes militares rebeldes proclamaron el estado de guerra y al día siguiente el levantamiento se trasladaba a la península. Comenzaba así la Guerra Civil Española.

El mes de julio de 1936 una parte del ejército se levantó contra el gobierno de la República instaurada el 14 de abril de 1931. La derrota de los sublevados en algunos territorios y la victoria en otros iniciaba una violenta y larga Guerra Civil…

Seguir leyendo, PDF completo: Les rutes de l’ exili republicà del 1939, clic aquí

* Traducción para LoQueSomos de Leticia Palacios
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