Lo del aceite de oliva…
Por Carlos Sánchez Mato*.
El precio del aceite de oliva se dispara. Cuando le preguntan al ministro Planas, sólo se le ocurre pedir que llueva para que bajen.
Sin embargo hay soluciones. Pero hace falta voluntad política e intervenir desde el sector público para estabilizar precios y garantizar rentas.
La foto de la actual campaña del aceite de oliva da muchas claves acerca de lo que ocurre. La producción ha sido un 54% inferior al promedio de las cuatro últimas temporadas. Eso hubiese causado tensiones alcistas en los precios pero las exportaciones “nos han matado”.
La producción de aceite de oliva en esta campaña ha sido un 56% inferior a la anterior. Altas temperaturas en primavera de 2022 quemaron la flor y hubo menos aceituna. Y este año la sequía puede suponer una segunda mala cosecha. Lógico que se incrementen los precios, ¿no?.
Pues no. Las malas cosechas no explican toda la subida de precios. Nuestro país exporta mucho aceite de oliva y en esta campaña, se ha reducido un 32% con respecto a las últimas 4 campañas. Pero mucha menos bajada que el 54% de la producción. Lógicamente las tensiones se agudizan.
En la campaña anterior destinamos el 60,8% de la producción a la exportación. En la actual y cuando faltan dos meses para que finalice, ya vamos por el 91,7%. Es decir, todo lo que producimos, se va fuera. Las subidas de precio con malas cosechas se multiplican.
De hecho, hemos tenido que importar 169 mil toneladas de aceite de oliva hasta julio y reducir las existencias para atender el consumo interior. Y esa presión ha facilitado que los precios se disparen. Dejas al mercado actuar solito y ya veis las consecuencias.
El efecto sobre el consumo ha sido letal. La subida de precios expulsa a muchas personas a modificar un elemento esencial de la dieta mediterránea, el aceite de oliva, por la incapacidad de hacer frente al elevado coste. La tendencia decreciente se agudizará.
El cambio en la pauta de alimentación tiene impactos negativos con total seguridad, pero yo solo me centro en el económico. El consumo de aceite de oliva en el mercado interior se ha reducido un 36,6% con respecto al promedio de los últimos cuatro años anteriores.
Quienes producen, en su gran mayoría no van a ganar más dinero con los precios disparados del aceite de oliva y una cosecha menor. Quizá no cubran costes. Quienes consumimos, reducimos el volumen y cambiamos la dieta. ¿Quién gana?… Quienes producen en gran cantidad para exportar. Lo cuenta de manera espléndida en este artículo “Aceite de oliva: el precio del oro líquido”.
¿Y esto cómo se soluciona?
Pues interviniendo desde el Estado. Las existencias de aceite de oliva se han reducido paulatinamente en estos últimos años. Almacenan las almazaras, las envasadoras y una fundación (Patrimonio Cultural Olivarero). Hay que cortar en seco la especulación.
El consumo interior anual se puede estimar que será de 398 mil toneladas en el próximo año. Y las existencias almacenadas casi suponen esa cantidad. Aunque la cosecha fuera cero (que no lo va a ser porque se estima en unas 700 mil toneladas), no habría desabastecimiento.
Hay mecanismos para actuar. Se trata de desarrollarlos. Desde un gobierno responsable hay que garantizar la renta de los productores cuando la cosecha es excelente y los precios se desploman. Pero también cuando son malas y los precios se disparan.
En 2021 el gobierno aprobó un Real Decreto para regular la comercialización del aceite de oliva. Es insuficiente. Se hizo para cosechas abundantes y no estableció el mecanismo de adquisición de toneladas para sostener el precio que ahora vendrían fenomenal: Real Decreto 84/2021.
Hay que proteger a los pequeños y medianos productores y a las personas consumidoras. Tenemos una empresa pública, Mercasa, que debería ser el instrumento público que adquiriese a precio tasado las existencias de aceite de oliva y bajase los precios. En vez de rogativas, audacia.
Aquí la fuente específica donde podéis ver todos los datos detallados: INFORME MENSUAL DE LA SITUACIÓN DE MERCADO DEL SECTOR DEL ACEITE DE OLIVA Y LA ACEITUNA DE MESA
– Los hilos de Sánchez Mato (@carlossmato)
* Economista. Profesor de Economía Política Mundial en la UCM. Responsable Elaboración Programática de IU.
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yo creo que le estamos regalando el aceite a ucrania.antes de que rusia cerrara el grifo de la exportacion de grano lo compensabamos pero ahora hay que darselo a costa de los pringados de siempre.
El Corte Inglés vende en España su aceite de oliva virgen extra 14 euros más caro que en Portugal…
Se trata del mismo producto, envasado en Jaén por Aceites del Sur-Coosur SA. FACUA ha puesto los hechos en conocimiento de Consumo. La ley prohíbe subir márgenes de beneficio en alimentos con el IVA rebajado.
https://facua.org/es/noticia.php?Id=19970