Los combates en el Este del Congo frenan el suministro de estaño al resto del mundo

Los combates en el Este del Congo frenan el suministro de estaño al resto del mundo

Por Julián Gómez-Cambronero Alcolea*

Los combates en el Este de la República Democrática del Congo (RDC), que han sufrido con el comienzo del año un recrudecimiento que hasta ha llamado la atención de los grandes medios de comunicación, deparaba recientemente una situación pocas veces dada y que, esta vez sí, nos puede tocar de cerca y el bolsillo, motivo principal de que tantos conflictos lejanos y olvidados ganen nuestra atención.

La mina de Bisie, en el territorio de Walikale, provincia de Kivu Norte, es la tercera explotación de casiterita mas grande del mundo. De la casiterita se extrae el estaño y esta mina suministra el 6% de la producción mundial. Más aún, la RDC y Myammar -otro país de crisis y tragedias olvidadas- suman el 66% de las importaciones de concentrado de estaño de China. Esta mina ha quedado en días pasados a pocos kilómetros del frente creado en el territorio de Walikale por el grupo armado patrocinado por Ruanda: el M-23, especializado en ocupación de zonas de enorme riqueza mundial de minerales -como Rubaya, capital mundial del coltán, no muy lejos de allí-. La mina de Bisie es propiedad de la empresa minera a gran escala (LSM por sus siglas en inglés), Alphamin Resources, dentro de un proyecto en el que también participa el gobierno congoleño y la Corporación Sudafricana de Desarrollo Industrial (IDC) La historia de esta empresa en la RDC es singular pues junta unos inicios de colaboración con grupos armados y unas prácticas posteriores de colaboración con la comunidad y seguimiento de la cadena de custodia. Quizá por ello ha tomado una decisión pocas veces dada en situaciones de tan grave conflicto.

“Les informamos que, por razones de fuerza mayor y de seguridad, todas las actividades en la mina quedarán suspendidas a partir de este viernes y hasta nuevo aviso. Esta decisión se tomó a petición de la delegación sindical, después de una evaluación exhaustiva de los riesgos para la seguridad de nuestro personal, nuestros clientes y nuestros socios. La seguridad de todos es nuestra prioridad. Para ello, evacuaremos a los trabajadores, con excepción de un personal reducido que prestará un servicio mínimo en los departamentos de minería, seguridad, ingeniería, hospital y Logu”, indicaba la empresa en un comunicado de hace unos días, tras quedar los rebeldes a trece kilómetros de la mina el 12 de marzo.

Esta decisión de suspender sus operaciones desde el 14 de marzo representa un serio contratiempo para la empresa y agita más aún el mercado internacional del estaño, afectado gravemente por la parada en algunas explotaciones de Myammar y que ha llevado los precios a valores que no se veían desde junio de 2022. Tan es así, que la propia Alphamin ha reconocido haber contratado a una empresa norteamericana para que presione al gobierno de Estados Unidos y éste intervenga en la solución del conflicto.

Como decíamos, hasta donde sabemos, pocas veces en la RDC la seguridad de los trabajadores, la cercanía de combates o una petición sindical han conseguido que una empresa ponga en segundo término sus ingresos y beneficios y arriesgue -aunque con la esperanza en una rápida solución por posibles conversaciones de paz- su estabilidad financiera. Y esto nos lleva a una reflexión.

¿Por qué nos importa tan poco lo que ocurre en la RDC por terrible que sea?

Hemos visto y sufrido importantes problemas de suministro desde China debido a la pandemia y las drásticas medidas de confinamiento que sus autoridades tomaban ante los sucesivos brotes, hemos corrido a vaciar las estanterías de los supermercados de aceite de girasol al comienzo de la guerra de Ucrania o hemos vivido durante meses con el estómago encogido ante un corte de suministro de gas por las sanciones y contrasanciones a Rusia por este mismo motivo. Miramos el genocidio de Gaza paralelamente a la posibilidad de un conflicto mucho mayor en la región que pueda provocar carestía de gasolina o diesel para nuestro vehículos, fábricas y centrales… pero nunca hemos percibido que las guerras, masacres o violaciones sistemáticas de mujeres en el Congo nos fueran a afectar al bolsillo o alterar nuestra vida normal y nuestro consumo.

Por mortal que sea una epidemia, siempre hay hombres, mujeres y niños congoleños que acudirán a una mina a recoger piedras sin las que su sustento se ve en peligro, temiéndole -parafraseando a un líder que combatió en su día en el Congo- más al hambre que a la enfermedad. Por muchas zonas de guerra que surjan en el Este congoleño, nunca deja de fluir el suministro de minerales esenciales para nuestra vida -razón, muchas veces de esas guerras- aunque sea facilitado por los propios grupos y líderes que masacran, violan o hacen huir de sus hogares a cientos de miles de personas.

Con el cierre temporal de esta importantísima mina, como hemos visto, el mercado mundial de estaño sufrirá nuevas tensiones y el producto final que nos llegue será más caro. Entonces si habrá, como mínimo en el sector, quien pregunte a diario cómo va eso del Congo, si se pacifica y el problema del estaño se arregla o siguen matándose y complicando balances, objetivos y hasta la obtención del bonus. Es así, por cruel que suene, cómo sí puede interesar lo que ocurre en el Congo y a su pueblo.

* “Congo en español”. @CongoActual

República Democrática del Congo – LoQueSomos

Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;

LQSomos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar