Los insultos racistas…
Qué importan aquí los inmigrantes (ilegales o no) y el racismo de facto institucional, que en general ‘sólo’ es clasismo. Lo que importa al buen progre son los insultos a un pijo rico y su amado ‘delito de odio’, esa barbaridad que se cobra veinte antisistema por cada reaccionario. Jesús Gómez Gutiérrez