Los nietos de los fachas croatas a la conquista neoliberal del mundo

Los nietos de los fachas croatas a la conquista neoliberal del mundo
Foto: Álvaro García/El País

Por Nònimo Lustre

Sobre un akelarre fascista-franquista… si se pudiera distinguir entre ellos, el chiringuito convocante del akelarre en Madrid ha sido dirigido por un gringo-croata, así que he considerado que hay que recordar a los Ustashis, al campo de exterminio de Jasenovac. (Akelarre dicho sea con perdón de las brujas)

Bajan a los pobres [indígenas] a patadas del camión.
A saber como hacen los destazadores.

Los agarran uno a uno. ¡Sólo embrocan al hombre que agarran y, tás,
le meten el puñal y lo sacan con sangre y lo lamen!.
“Sabroso el pollo” dicen los soldados matagentes
(Ricardo Falla, Masacres en la selva; Guatemala 1992)

Algunos dicen que las persecuciones en los pueblos vascos fueron terribles,
pero no debieron serlo tanto cuando todos los
guardias civiles gallegos pedían ir al País Vasco.

Era una situación de extraordinaria placidez
(Mayor Oreja, exministro español y europarlamentario ultra,
entrevista en La Voz de Galicia, octubre 2007)

Sobre la primera cita: los kaibiles, soldados guatemaltecos especialmente asesinos, degollaban en masa a los aldeanos mayas y se regodeaban con ese infame “sabroso el pollo”. Quien opine que tal sadismo no es verosímil que ocurra en Europa, ignora adrede la historia del (mal llamado) Viejo Continente. Para demostrarle que, en el orden de la matazón, no es necesario remontarse al nazismo y/o a la II Guerra Mundial, estas notas versan sobre masacres aún mayores que sucedieron en Europa Central en tiempos contemporáneos.

Sobre la segunda cita: al neonazi Mayor Oreja, se le atribuye la frase “el franquismo fue una época de extraordinaria placidez”. Esta cita muestra el contexto de tan tremebunda farsa y lo que resulta es todavía peor que la frase publicitada porque, a su escandalosa falsedad -los verdugos serían plácidos pero no los cientos de miles de reos asesinados-, se une la doblez de ocultar que los picoletos gallegos que ansiaban ser destinados a una Euskal Herría en llamas fueron unos avariciosos encandilados con la promesa de unas pagas extraordinarias -aunque conformaran una minoría.

Por la libertad y la cultura de la vida”. Contubernio del PNfV en el Senado madrileño. Inaugurado por el Nuncio apostólico de España, Monseñor Bernadito Azúa.

Ambas citas vienen a cuento del akelarre celebrado recientemente en Madrid, en el antiguo salón plenario del Senado -no en el actual hemiciclo. Los medios españoles han destacado las atronadoras proclamas de Mayor Oreja, presidente de Honor del capítulo español del convocante Political Network for Values (PNfV) Según la crónica de la periodista A. Caballero, el Gran Oreja “mencionó lo empeñados que están algunos en cambiar las cosas, manipular la Historia, las ganas de destruir los valores cristianos y cambiar el relato de la creación por el de la evolución de las especies. La importancia de combatir la comodidad del relativismo por la batalla, la cultura woke que menos mal que ha dado un paso atrás gracias a, y cito textual, “las victoriosas elecciones de Estados Unidos”. Como propina fashion, comparó el derecho al aborto ¡con la esclavitud! puesto que, según este ex ministro de La Porra “también fue durante siglos una moda dominante”.

Pero, sin duda, su consigna más glosada fue: “Nosotros no tenemos que tener ningún temor. Estamos ganando a pesar de que la moda dominante siga rabiosa y enfadada con nosotros Entre los científicos están ganando los que defienden la verdad de la creación frente al relato de la evolución”. Tratándose de un magnoevento (sic) cuyos eslóganes más coreados fueron los anti-abortistas, colegimos que, en tan rotunda declaración propia de los marcadores deportivos, Creación es la de un feto mientras que Evolución es el eufemismo progresista para Aborto puro. Tal Séptimo de Caballería, el fútbol siempre en ayuda de la demagogia. No me extrañaría que, escuchando a estos feroces hooligans, el Vaticano organice unas olimpíadas entre evolucionistas y creacionistas que, evidentemente, ganarían por goleada los retro-curas, adictos a la halterofilia, frente a unos evolucionistas quienes, como buenos científicos, creyendo ganada la opinión universal y el sentido común, son más proclives al laboratorio que a los gimnasios. ¡Campeones, oé oé!

Pero semejante reptil antediluviano no es nadie para preocuparnos. Sólo es un renqueante fósil en estado de perpetua irritación por la sencilla razón de que ya no está en ningún gobierno, ni siquiera autonómico. Dejémosle que vegete con sus mal habidas propiedades. Porque ahora solamente es el florero de su PNfV, un chiringuito más al que han puesto una etiqueta en inglés cuando su presidente de Honor malamente chapurrea el castellano. Hoy, quien corta el bacalao en ese cuévano de fascistas reveníos es un señor cincuentón. Justamente, sobre quien discurren los siguientes párrafos:

Hablamos del nuevo Presidente de PNfV: Stephen Nikola Bartulica (St. Joseph, Missouri, EEUU; 1970), un croata que conjuga dos herencias a cual más dañina, la croata de los Ustachis y la gringa pre y post trumpista.

Bartulica, heredero de los Ustachis.

Cuando aludimos al facherío, lo primero es recordar el árbol genealógico de los ‘sospechosos habituales’: el padre de Bartulica fue uno de los primeros siquiatras que examinaron a los iluminados que, en octubre de 1981, se derritieron antes las apariciones de la Virgen de Medjugorje. Su dictamen forense -”las apariciones fueron reales”-, fue decisivo para que se popularizaran hasta el hacinamiento aquellas apariciones marianas, enésimo caso de adolescentes desquiciadas pastoreadas por una caterva de numerarios del 0pus Dei, curas doctrineros y trabucaires. Sin olvidar que, desde el año 1982, la izquierda gobiernera en la entonces agonizante Yugoslavia, optó por considerar la peregrina histeria colectiva no como un akelarre católico propiciado por extremistas croatas sino como una fuente de ingresos. En 1983, desde el gobierno de los herederos del mariscal Tito (fallecido en 1980), se organizaron tours religiosos, devocionarios edificantes, festivales de la Juventud y hasta líneas directas al santuario por la estatal Jat Airways. En 2019, el papa Francisco bendijo esos peregrinajes, hasta entonces polémicos para la Santa Sede, evaluando “los abundantes frutos de la Gracia que fluyen desde aquel tabernáculo”. Huelga añadir que todo este bululú crematístico alrededor de la Madonna sirvió para que los principales ‘emprendedores’ privados (sobra decir que controlados por los sempiternos franciscanos) se lanzaran al negocio de los souvenires píos. Y no fueron los únicos en oler al vil metal. También los milicos croatas, claramente neo-Ustachis, preparándose para la apremiante ‘guerra de Yugoslavia’, se rearmaron hasta los dientes. Y no digamos la Camorra napolitana quien llegó no sólo a erigir hoteles de lujo sino también bancos comprensivos para la beatorra clientela.

[NB: La muy milagrosa Virgen de Medjugorje es venerada popularmente con un apodo extraído del croata arcaico: la Gospa; traducido al castizo, sería algo así como la Señora Zagala o la Doncella Núbil]

Jasenovac y Medjugorje

En los párrafos anteriores he mencionado a los Franciscanos y a los neo-Ustachis. Ambas entidades son decisivas para entender el pasado del antes citado presidente Bartulica y, en cuanto a los Ustachis (= rebeldes en croata), para conocer uno de los episodios más despiadados de la complicidad entre el empíreo Vaticano y los sicarios ultra-nazis que esclavizaron a la periferia del III Reich. Dicho esquemáticamente: Hitler entregó la antigua Yugoslavia a la Ustacha que presidía un tal Ante Pavelic, @ el Poglavnik [= caudillo], sanguinaria marioneta quien, tras la derrota del Eje (en este caso frente a los partisanos de Tito), para fijar su residencia de exiliado, tuvo que escoger entre la Argentina peronista y/o la España franquista: aunque de entrada prefirió Buenos Aires, después optó por España -desde Madrid se enriqueció fabulosamente e incluso, en 1959, allí fue enterrado con todos los honores. Su decisión final estuvo anunciada por una obviedad: que nadie le perseguiría en un Estado que, ¡en 1945!, aún se negaba a reconocer la derrota del Eje. Véase un ejemplo: Adolfo Hitler, hijo de la Iglesia Católica, falleció mientras defendía al cristianismo. Es, pues, comprensible que no se hallen palabras para lamentar su muerte, cuando se hallaron tantas para exaltar su vida. Sobre los restos mortales se yergue su victoriosa imagen moral. Con la palma del mártir, Dios le da a Hitler los laureles de la victoria (prensa española, mayo 1945, llorando el suicidio de Hitler del 30 IV 1945)

Otrosí, los Ustachis tienen una larga tradición de terrorismo croata: desde que, en 1934, asesinaron en Marsella a Alejandro I, rey de Yugoslavia, hasta que, el 07.I.1971, asesinaron a V. Rolovic, embajador de Yugoslavia en Suecia originando una de las mayores imbecilidades perpetradas por un ministro español de Asuntos Exteriores. Véase: en 1972, Olof Palme pidió a Madrid la extradición de los asesinos croatas, entonces presos en Carabanchel. Dos años después, Pedro Cortina Mauri (ministro de A.E. entre 1974 y 1975) reactivó el tema y, mediante su publicación en la prensa franquista, propuso a Estocolmo canjear a los croatas de Carabanchel por J.L.R.O., exiliado español en Suecia. La diplomacia sueca evaluó los pros y los contras de la noticia (poco) diplomática española y se negó a todo trato -obvio, los suecos recibirían a unos terroristas que pondrían en riesgo toda la estructura escandinava y, a cambio, entregarían a las ergástulas de Franco a un resistente republicano asilado y bienquisto en Suecia. Pocas veces se ha visto a un alto diplomático dizque europeo plantear un disparate semejante. Y, encima, para que no le quitaran la paternidad de tan brillantísima idea, Cortina Mauri la publica en los medios… Dicho paremiológicamente: Cortina pedorreó en botija pa’que retumbara.

Ante Pavelic y sus sayones franciscanos

La casi descocida historia de la complicidad entre el Vaticano y Pavelic/Hitler estalla en los ocho grandes y pequeños campos de exterminios agrupados bajo el infame nombre de “Jasenovac” pues, durante buena parte de su criminal existencia entre 1941 y 1945, fue dirigido por la Orden franciscana siendo su principal director el fraile Miroslav Majstorovic Filipovic -MMF, ahorcado por los Aliados en 1946.

Durante la II Guerra Mundial, con un mínimo de 700.000 víctimas, por orden cuantitativo de asesinadas, Jasenovac fue el tercer campo de exterminio en territorio europeo y, seguramente, el menos conocido. La mayoría de sus martirizados fueron serbios pero también perecieron judíos, eslovenos, gitanos, musulmanes, bosnios, comunistas, anarquistas y muchísimos partisanos de Tito. En 1946, el tribunal de Nuremberg informó que “en Jasenovac se asesinaba con golpe de maza en la nuca, con cuchillo, con toda clase de objetos contundentes, por ahogamiento, hambre, quema de personas vivas y ahogamientos en piletas de cal viva”. Si son aficionados a los informes de las Comisiones oficiales, cf. Crimes in the Jasenovac Camp. State Commission for the Investigation of the Crimes of the Occupation Forces and their Collaborators, Zagreb, 15 XI 1945; 74 pp., disponible en https://dokumen.pub/crimes-in-the-jasenovac-camp-croatia.html)

La extremada placidez de Vukasin

Si bien MMF es el más sádico de los muy sádicos franciscanos croatas, el caso más detalladamente documentado es el de un campeonato que MMF promovió durante su mandato en Jasenovas en el que resultó ganador el también fraile Petar Brzica (PB; n. 1917- m. ¿) Es una matanza tan espectacular que hasta Wikipedia le dedica un buen espacio:

El franciscano Petar Brzica, Ante Zrinusic, Sipka y yo [Mile Friganovic, a quien debemos esta evidencia documental] apostamos para ver quién mataría más prisioneros en una noche. La matanza comenzó y después de una hora yo maté a muchos más que ellos. Me sentía en el séptimo cielo. Nunca había sentido tal éxtasis en mi vida, después de un par de horas había logrado matar a 1100 personas mientras los otros pudieron matar entre 300 y 400 cada uno. Y después, cuando estaba experimentando mi más grandioso éxtasis, noté a un viejo campesino [Vukasin] parado mirándome con tranquilidad mientras mataba a mis víctimas y a ellos mientras morían con el más grande dolor. Esa mirada me impactó en medio de mi más grandioso éxtasis y de pronto me congelé y por un tiempo no me pude mover. Después me acerqué a él y descubrí que era del pueblo de Klepci, cerca de Capljina, y que su familia había sido asesinada y enviado a Jasenovac después de haber trabajado en el bosque. Me hablaba con una incomprensible paz que me afectaba más que los desgarradores gritos a mi alrededor. De pronto sentí la necesidad de destruir su paz mediante la tortura y así mediante su sufrimiento poder yo restaurar mi estado de éxtasis para poder continuar con el placer de infligir dolor.

Lo aparté y lo hice sentar conmigo en un tronco. Le ordené gritar: «¡Viva el poglavnik Pavelic!», o le cortaría una oreja. Vukasin no habló. Le arranqué una oreja. No dijo una palabra. Le dije otra vez que gritara «¡Viva Pavelic!» o que le arrancaría la otra oreja. Le arranqué la otra oreja. Grita: ‘¡Viva Pavelic!’, o te arranco tu nariz y cuando le ordené por cuarta vez gritar ‘¡Viva Pavelic!’ y lo amenacé con arrancarle el corazón con mi cuchillo, me miró y en su dolor y agonía me dijo: ‘¡Haga su trabajo, criatura!’ Esas palabras me confundieron, me congeló, y le arranqué los ojos, le corté la garganta de oreja a oreja, le arranqué el corazón y lo tiré al pozo. Pero algo se rompió dentro de mí y no pude matar más durante toda esa noche. El franciscano Pero Brzica me ganó la apuesta porque había matado a 1360 prisioneros y yo pagué sin decir una palabra.

En esta (digamos) ‘anécdota’, ¿se inspiraron los destazadores kaibiles y sus hipotéticos capellanes? El Gran Oreja, ávido lector de canallerías, gracias al genocidio de Guatemala ¿estimuló la tortura mientras fue ministro de La Porra con Aznar, el Presidente Palanganero del trío de las Azores? No me cabe duda de que los Orejas y sus gángsteres narcopresidentes estarían encantados de imitarlo bajo el disfraz de unas olimpíadas-de-la-libertad.

PB, miembro de la Juventud Católica Ustashá, gobiernero fascista con Pavelic y serial killer en Jasenovac, ganador del campeonato de degollaciones en una noche de agosto -no las más largas pero tampoco las muy cortas. Aquí con uno de sus muchos trofeos: la cabeza de un serbio. Consiguió escapar hacia EEUU donde, en 2007 o en 2010, quizá murió a sus 90 o 93 años.

Cuchillo srbosjek (= cortaserbios) Como la gumía magrebí para los corderos sacrificiales, su curvatura también facilita el degüello de humanos -cf. supra, primera cita. Lamento no saber cómo se dice en lengua croata “sabroso el pollo”.

Conclusión

No cabe duda de que el antes mencionado Bartulica, designado por el akelarre de Madrid 2024 como nuevo presidente del PNfV, de haberlo vivido, hubiera sido uno de los impulsores de Jasenovac. Su pedigree ustasha está confirmado por su familia y por su ideología manifiesta… pero con una adaptación al inminente Trump que, sin duda, fue evaluada positivamente por el cónclave madrileño, tanto por su condición de gringo-croata como por la escandalosa sumisión que estos saurios ‘cosmopolitas’ padecen con respecto al espectáculo trumpista.

Sea como sea ésta internacional del Odio al Pobre, es obvio que está asimilándose vertiginosamente a sus recientes victorias mediáticas. Al broncosaurio (sic) franquista de La Porra le dejan que inaugure su akelarre pero el resto de sus conspiraciones está manejado por cuarentones demócratas-de-toda-la-vida -léase neoliberales. Desde la conjunción galáctica de las estrellas enanas (Thatcher, Reagan, Juan Pablo II), el anacrónico y cerril autoritarismo ha tardado 40/50 años en reciclarse en neoliberalismo al módico precio de olvidar su consustancial racismo, imperialismo, misoginia, odio a la Naturaleza y etc. El control social cibernético -made in China- creen que les garantiza la inmune explotación de la Tierra y de los terrícolas. Y el ‘progreso’ de las máquinas pesadas no menos creen que les allana el camino para asfixiar los últimos rincones del globo. Item más, gracias al uso masivo de drones tienen sueños húmedos con la fantasía de una conquista mundial con guerras de exterminio pero sin víctimas propias militares…. Por ahora, sus aquelarres se celebraron en Madrid y, pocos días después, en el Buenos Aires del León Milei -plagiario de Trump mitinero. Pero ya están envenenando las periferias de las capitales, incluyendo el medio rural. Para desgracia de la Humanidad, los vetustos ejemplos de los ustashis -muy católicos croatas- y de su heredero político, el gringo-croata Bartulica, están más presentes que nunca. En el planeta y no digamos en España, donde existe una triste experiencia en campos de exterminio similares a Jasenovac.

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