Los Reyes Magos nos traerán juguetes rotos
Por Domingo Sanz
Resulta que el último día del año pasado no se les ocurrió otra cosa a los Reyes Magos que entrar en Madrid de noche y por el llamado Arco del Triunfo, también llamado de la Victoria, pero, en cualquier de ambos casos, de los golpistas del 36
Al llegar a Moncloa, dudaron entre Princesa u otra calle que les llevara al almacén que habían contratado en la plaza de España para guardar los regalos que traían. Finalmente eligieron Ferraz para no llamar tanto la atención y porque nadie les había informado de los problemas de tráfico que se habían producido unos días antes a esas mismas horas de la noche.
De repente, se encontraron con un grupo de entre cien y trescientas personas, según las versiones, disfrutando de lo lindo mientras “ahorcaban” a un gran cabezudo que habían colgado de una farola. Asustados por si también terminaban colgados, decidieron volver por sus pasos con todo su séquito y los regalos. Ahora todo el mundo está rezando para que no dejen de desfilar por las calles de Madrid el día 5 de enero, que es mañana y aún no han dicho nada.
Como no está bien que paguen por igual los malos que los peores, para que los Magos de Oriente hagan justicia, pero no como la de Salomón, propongo enviarles un informe con tres verdades.
La primera, que la sangre no ha llegado al río (todavía).
La segunda, que quien esté libre de culpa que tire la primera (mejor una piedra que una bala).
Y la tercera, que el más cruel de cada clase siempre fue el que se ensañaba con el compañero más débil (o vulnerable), esto último a tener muy en cuenta en un país con un 36 como el que decía, en el que los poderosos se aliaron con militares armados (también) por asesinos de masas como Hitler y Mussolini para restaurar a un rey nada oriental tras matar a miles de pobres, sin importarles que muchos de ellos eran sus vecinos o familiares y sólo porque habían cometido la osadía de ganar unas elecciones en un mes tan rebelde como el de febrero, que ni siquiera respeta la norma de tener el mismo número de días todos los años de la vida.
Llegados a este punto, y como toca terminar, le propongo a usted que se convierta en el mismo rey mago que quizás tenga que ser dentro de nada y juzgue los grados de culpabilidad y vulnerabilidad de otros cuatro dúos que también nos han venido a la cabeza tras la Nochevieja del muñeco de Ferraz.
Año 2007
Actores: dos jóvenes catalanes independentistas.
Acción: quemar fotos.
Vulnerable: el de las fotos. El rey o MASUFA (Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, según el artículo 62.h de la Constitución).
Castigo: quince meses de cárcel por la justicia española desde abajo hasta arriba, incluido el Tribunal Constitucional.
Fin de la historia: libre absolución de los jóvenes independentistas y España condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por haber castigado el derecho a la libertad de expresión.
Año 2019
Actores: vecinos de Coripe, en Sevilla, con alcalde del PSOE.
Acción: “fusilar” y quemar un muñeco durante las fiestas del pueblo.
Vulnerable: el del muñeco, Carles Puigdemont. Independentista catalán.
Castigo: no se consideró delito. Fin de la historia.
Año 2020
Actores: Un vecino de Castellón.
Acción: colgar un muñeco de un árbol con un “disparo” en la cabeza.
Vulnerable: el del muñeco, Santiago Abascal. Líder de Vox.
Castigo: al autor del muñeco, 8 meses de cárcel. Fin de la historia.
Año 2023, día 22 de diciembre.
Actores: vecinos de Madrid, cerca del Colegio de San Ildefonso.
Acción: insultar a niñas por la calle.
Vulnerables: las niñas insultadas, que no eran blancas.
Castigo: de momento, la asociación Afroféminas ha denunciado por insultos racistas.
Fin de la historia: hacer seguimiento.
Y feliz Cabalgata, si por fin se atreven.
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