Madres desesperadas de madrugada robando pan de los portales en Canarias
Madres desesperadas en los barrios de Canarias, de madrugada robando pan de los portales, avergonzadas y con hijas/os de estómagos vacíos, sin cenar, esperando un desayuno de pan con pan.
Esto está sucediendo en la nocturnidad de una primavera todavía fría de unas islas saqueadas por la banda político-empresarial, donde salen antes del alba, sigilosas, abrigadas, en silencio, buscando las bolsas de pan que todavía mucha gente deja en las puertas hasta despertar, en el reparto del confiado panadero. Pan calentito que iría bien untado de mantequilla, mermelada o queso fundido, pero que en la mayoría de los casos es puro “pan con pan”, un bocata de imaginación que muchas madres estimulan: “ahora cariño lleva dentro salchichón o salami, mortadela italiana, queso gouda, nocilla, una tortillita de papas sin cebolla como a ti te gusta”.
El chiquillo, la chiquilla desnutrida/o cierra los ojos y muerde el crujiente pan, sintiendo esos sabores imaginarios en el fondo de su sufrido subconsciente desesperado, como un juego terrible y triste, llegando a saborear esas ricuras en sus exiguas bocas, acostumbradas a la necesidad, al hambre, a no cenar, a depender de un comedor escolar para no morir de inanición.
Las calles de la madrugada tienen ahora sus hermosas brujas particulares que avanzan entre el rocío, abrigadas hasta el cuello, bajando escaleras sin hacer ruido, buscando el alimento para sus hijas/os, recorriendo las calles de los llamados pudientes, donde pueda quedar un mendrugo tierno que pueda salvar la vida de la chiquilla enferma, del pibe con anemia, del bebé con cáncer en fase terminal hace varios meses, de la hija de Gladys que fue detenida en el Corte Inglés con solo 8 años, simplemente por robar un bote de leche para su hermana lactante, la misma que se desmaya en clase por no desayunar nunca.
El empobrecimiento infantil en Canarias se sitúa 12 puntos por encima de la media de la Unión Europea y 8 respecto a la media estatal. Estos datos contundentes y terribles, tratan de ser tergiversados por políticos cipayos del gobierno español y canario, junto a su consejera de Asuntos Sociales. Reduciéndolos, manipulándolos, para que este genocidio encubierto no salga de nuestras fronteras marinas y mentales, que todo quede en casa, para que cuando comiencen las muertes por hambre no sea tan fuerte el tremendo impacto social.
Seguramente dirán como dicen en los miles de suicidios mensuales por razones económicas, “que murieron porque estaban muy enfermos o porque eran desequilibrados/as o con graves desajustes psíquicos, por tirarse de un puente, colgarse o quemarse a lo bonzo”, junto a otras falsedades asquerosamente respaldadas por el mediocre poder mediático, siempre al servicio de sus amos, los que les untan el beso con millones y otras prebendas innombrables.
En las islas desafortunadas SE ESTÁ PASANDO HAMBRE y esto no pasaba desde los tiempos del golpe de estado fascista de 1.936, la culpa directa la tiene la impresentable casta política, que solo gestiona para llenarse los bolsillos, obviando la tremenda realidad de un pueblo masacrado, olvidado, condenado a la barbarie, a un futuro incierto de miseria y explotación.
Con datos tan estremecedores como que más de un 50% de isleñas/os sobreviven bajo el umbral de la pobreza extrema, las de las neveras vacías, sin nada, las que revuelven contenedores de basura para poder alimentase.
Una inmensa mayoría de la ciudadanía abandonada a la buena de Satanás y una minoría mamando del bote, haciéndose más multimillonaria con sus pelotazos urbanísticos constantes, con la mano abierta para cobrar en sobres cada favor, cada nuevo pelotazo.
Ahí tenemos el caso de Lanzarote con más de doscientos políticos y empresarios imputados por corrupción en una población de casi cien mil habitantes, los miles de escándalos en el 90% de los municipios y cabildos canarios, con todo tipo de operaciones de nombres policiales rimbombantes.
Estos son solo algunos, una milésima parte de los muchos, cientos en cada una de las siete islas, extraídos de un estudio sobre la corrupción en Canarias elaborado por “Las Palmas Toma la Calle”:
Caso Eólico. Partido Popular. AMAÑO DEL CONCURSO EOLICO.
Caso Góndola. Mogán, Gran Canaria. Partido Popular. CORRUPCION GENERALIZADA.
Caso Faycán. Telde, Gran Canaria. Partido popular. CORRUPCION GENERALIZADA.
Caso Brisan. Santa Brígida, Gran Canaria. Partido Popular. CORRUPCION GENERALIZADA.
Caso Unión. Lanzarote. Casi todos los partidos. CORRUPCION GENERALIZADA.
Caso Arona. Tenerife. Coalición Canaria. CORRUPCION GENERALIZADA.
Caso Las Teresitas. Tenerife. Coalición Canaria. CORRUPCION GENERALIZADA.
Torres del Canódromo. Las Palmas. Partido Popular. CORRUPCION URBANISTICA.
Caso Hemodiálisis. Partido Popular. ADJUDICACION ILEGAL A DEDO.
Caso Palmera. Santa Lucia, Nueva Canarias. PELOTAZO EN UN PARQUE EOLICO.
Caso Catis. Partido Popular. VENTA ILEGAL DE TÍTULOS.
El 75 % de los casos de corrupción en Canarias son de miembros del Partido Popular.
Esta pequeñísima muestra de los escándalos de corrupción constantes, nos da una idea aproximada de cómo se las gasta gran parte de la casta política. Como el vale todo es la consigna general a toque de trompeta: saquear y no dejar piedra sobre piedra, porque quien paga su putrefacción es el pueblo trabajador, que sufre en sus carnes este despíporre vergonzoso, presunta y altamente delictivo.
Ciento cincuenta mil niños/as viven bajo el umbral del empobrecimiento solo en Canarias, lo que supone más de un 40% de la población infantil de las islas, según advierten distintas organizaciones internacionales de defensa de los derechos de la infancia.
La tasa de niños/as menores de doce años en situación de empobrecimiento en las islas supera con creces la media estatal, que fue del 30% en 2013.
Esta pobreza infantil se encuentra asociada al desempleo de los padres, que en este archipiélago supera el 35% de la población activa, la segunda más alta del estado.
La infancia no es una prioridad para los gobiernos español y canario, prefieren la construcción de millonarios centros deportivos como el Gran Canaria Arena, monumentos a la locura y la codicia humana como el de Tindaya, la instalación de gradas a cuatro forofos en un estadio grancanario por un coste de más de un millón y medio de euros.
No existe coordinación institucional para acabar con esta gravísima lacra social, que en breve comenzará a engrosar las listas de personas muertas por hambre, en su mayoría niñas/os para vergüenza del resto de la humanidad.
Esas madres que salen a robar pan, sigilosas, avergonzadas, en silencio, se convertirán en pocos años en activistas sociales, y esas salidas clandestinas dejaran de ser para robar y si para tumbar con acciones directas de resistencia este sistema putrefacto y corrupto, que permite que las niñas y niños de esta tierra pasen hambre.
Esto se llama estado fascista y degenerado, jamás podrá ser una democracia, más bien un nido jediondo de supuestos ladrones y criminales de lesa humanidad.
Esta misma semana pasada el ultracatólico ministro Gallardón cambió el Código Penal, presionado por el Corte Inglés, Mercadora y otros emporios del consumo salvaje, para tipificar como delito robar comida en un supermercado o gran superficie. Las condenas serán de más de 18 meses de cárcel, según la cantidad sustraída. La leche maternizada expropiada para bebés lactantes que pasan hambre, será condenada con prisión a quien ose llevar a cabo ese inmenso acto de valentía y amor supremo.
“Las madres del pan”, serán quienes encabecen esta revolución necesaria, no tengo la menor duda. El amor a sus hijas/os podrá más que las armas, las balas de goma, las porras y la corrupción generalizada, en un régimen dispuesto a todo para asesinarnos de hambre; y convertirnos en esclavos/as de sus casinos, prostíbulos de lujo y cortijos del terror para el abuso de poder.