Méjico y la “Ciudad de las Ideas”
Filosofía para dudar de la realidad, del pensamiento y de todo. No creas en todo lo que te venden.
A estas cosas quieren que nos acostumbremos
Con la lógica del shopping han ideado un zapping de novedosismo ideológico. Uno más. ¿Muy oportuno? Se trata de una pasarela “think tank” bestselleriana que supone tener la prerrogativa simpática de traerle a Méjico las ideas "provocadoras" que le hacen falta. Flota en el medioambiente ideológico de esta "Ciudad de las Ideas" una admiración mansa por los ideólogos norteamericanos (aunque no todos los invitados nacieran allá). Auspician varias empresas paradigmáticas neoliberales (1). Organiza "Poder Cívico A.C." que suscribe aquello de "No creas en todo lo que piensas" pero cree en nuestro negocio. Participar cuesta sus pesos sólo por entrar, hoteles y transportes se ofrecen aparte. Muchos salarios mínimos.
Paradójica e insosteniblemente se realizará en Puebla, feudo de gobiernos afamados no por su honestidad y fervor de servicio a los más desamparados. No aparecen en el programa. Ellos sostienen que se trata de un foro mundial para que "grandes pensadores e ideólogos" den a conocer en Méjico ideas, pensamientos, proyectos o planes encaminados a la transformación del planeta. ¿Hacia dónde? ¿Con el modelo de los "genios" yanquis que desfondaron al mundo? ¿Con las fórmulas del capitalismo salvaje?
Hay en los pueblos "sed de ideas" pero no estupidez: el capitalismo se cae a pedazos. ¿Hay quien lo dude?
Un paisaje (no exhaustivo) de Méjico para que las "mentes brillantes" piensen cómo transformarlo: crece el desempleo y más mejicanos regresan de EE.UU. para ser explotados en condiciones infrahumanas, luego de haber sido explotados allá en forma inhumana. Méjico padece el peor baño de violencia en su historia protagonizado por las redes del narcotráfico, el crimen organizado y un gobierno espurio que anhela "modernizar" (privatizar) el petróleo de todos los mejicanos. Méjico padece los índices más bajos en calidad educativa, vivienda y salud pública de su historia. El crecimiento económico está detenido, los indígenas padecen las peores vejaciones y represiones, la clase obrera vive ahogada en deudas y los monopolios mediáticos celebran ganancias obscenas frente a un pueblo usurpado, alienado y desnutrido. La clase política goza del peor prestigio, gana sueldos insultantes y es jauría mansa al servicio de la élite empresarial, la explotación, el saqueo y la corrupción más degenerada. Méjico vive el secuestro fiscal y bancario (ultra refinado) de los salarios, del trabajo y de las tierras… mantiene a una cúpula parasitaria que cuenta con algunos de los hombres más ricos del planeta (5). Ahora el asalto financiero más descarado de la historia se ha perpetrado y nosotros pagaremos consecuencias monstruosas… una vez más. Ellos, por ser cómplices del saqueo, cobran sueldos obscenos. Para pensarlo en serio ¿no?
Es verdad que en Méjico, como en el mundo, hacen falta ideas… pero ideas para la práctica revolucionaria. Todo mundo ve con claridad cómo el capitalismo se derrumba a diario y no lo ve como en la tele, lo padece en carne viva y lo paga con trabajo, penurias y sangre. Todo mundo siente la humillación y el hurto, lo vive con terror y con indignación bajo la mezcla criminal de medidas económicas dictatoriales, militarización ilegal y payasadas mediáticas alienantes. Todo mundo tiene claro que el capitalismo es responsable de todas las desdichas y calamidades que reinan con impunidad insultante, todos ven su vida, su trabajo y su patrimonio a expensas de un modo de vida esclavizante que se impone como fatalidad, como amenaza y como callejón sin salida. Y sin embargo, la inmensa mayoría piensa y busca los medios y los modos para producir cambios sustanciales, no reformas, no maquillajes, no ilusiones. Todo mundo sabe que hacen falta ideas correctas para impulsar un cambio en sentido correcto: la revolución mejicana permanente, esta vez hacia el socialismo. A pesar de todos los bloqueos mediáticos que nos victiman con desinformación y con mentiras "periodísticas" mercenarias. A pesar de los mares de saliva demagógica entrenada y financiada para regalar el petróleo. A pesar de los intelectuales burgueses lebreles del entreguismo. Entre otras cosas.
Hacen falta ideas y acciones, las mejores ideas, al servicio de la emancipación. Hacen falta ideas y acciones para terminar con la miseria y con la barbarie. Hacen falta ideas y acciones para recuperar el ánimo y la confianza en la organización de los trabajadores. Y hacen falta ideas y acciones para transformar el mundo hacia lo nuevo, que si realmente lo será, lo será por ser socialista. Eso es lo nuevo verdaderamente. No hacen falta voluntarismos mercantiles entusiasmando con vendernos más ideas para perder el tiempo, por novedosas o provocadoras que parezcan en el aparador bobalicón de ciertos intelectuales ciegos, sordos e ignorantes. Aunque vendan muchos libros, aunque salgan en la tele, aunque vociferen y adornen al capitalismo con pases de silogismos mágicos. La realidad exige pensadores revolucionarios, los pensadores de los trabajadores. A los trabajadores sólo los salvan los trabajadores en lucha organizada, no las "mentes brillantes" de los intelectuales burgueses aliados con empresa y con gobernantes mafiosos. Habrá que proponer una revolución socialista de las ideas en esa "Ciudad de las Ideas". Le vendría bien.
Notas:
(1) http://www.ciudaddelasideas.com/
(3) http://www.lydiacacho.net/
(4) http://www.periodicodigital.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=34226&Itemid=85