Mi burro Plato
Daniel de Cullá. LQSomos. Diciembre 2017
Mi burro Plato es un astro, un crack
E ilustra a la nación en el lenguaje.
Sobre el lomo lleva un cendal o manto trasparente
De seda china con pájaros y flores bordadas
De diversos colores.
Su boca bien abierta, de dientes blancos
Hace burbujas puras, limpias
Cuando se pone a leer
El Arte de Amar (Ars amatoria) de Ovidio.
Una curjaca o bolsa de cuero guarda sus pelotas
Y adorna su verga como una planta brasileña.
-Yo soy Burdégano, nos dice con descaro
Engendro de caballo y asna
Para el vulgo, mulo romo.
Tiene un Máster conseguido
En cátedra de Rebuznos
Cátedra de donde salen nobles y plebeyos.
Le gusta frecuentar los sitios
Donde hay mucho ruido, algazara, bromas
Y no pueden entenderse.
Es algo viciosillo y lascivo este Asno de cuello garboso
Se parece a los alcahuetes
Que están a orillas de los burdeles
Y próximos a las casas de citas
De los barrios antiguos de las ciudades.
Un burelete ata su penacho y lambrequines
Pareciéndose mucho a los Burros de Mijas, Málaga.
La escala de las notas musicales de su Rebuzno
Es una escala de colores
En sonido a grito chillón y destemplado
Como el que suele escapárseles a algunos cantantes
Al atacar las notas altas de la escala.
Cuando canta, salta la correa que sujeta
Por un extremo a la cincha
Y por el opuesto a la muserola
En cruce de patas
Pero su Rebuzno no sale por la boca
Sino por el culo
¡He ahí su milagro!
Afectado en los ademanes para llamar la atención
De los majaderos curvos que hacen cola
Para admirarse en su espejo de popa
Y poder ver su otro milagro:
El de soltar boñigas en el lomo de tierra
Al mismo tiempo que canta
Esperando que su verga toque a la babosa
O a la semilla del mamey
Alzándola y levantándola como quien corre un albur.
Cuántas veces le he oído decir
En menos que canta un gallo:
“Que si queremos salir bien
De la cuestión o negocio de la Vida
Debemos aprendernos de memoria
El Arte de Amar de Ovidio
Sin fingir que estamos satisfechos.
Bachiller en artes es mi Burro
Y Burro en todas partes:
¡Ese su Cuerpo es una Academia de sabios literatos!
Un santo Padre apellidarse puede.
El mismo, tan sabio es, ¡qué majo!
Nos dice con sus pelos y señales:
-A Asno lerdo, arriero loco.
¿Qué? ¿No ves siete en un Burro?
Ni Júpiter ni Saturno son señores del Cielo
Yo soy el legítimo dueño de la Luna, por ejemplo
Y no ese Asno, gran señor de América
Que quiere arrebatar
Mi corona y cetro.