Mujer y literatura
Ángel Escarpa Sanz. LQSomos. Junio 2016
Una reflexión…
Desde aquella Antígona de Sófocles, aquella Lisistrata de Aristófanes, hasta aquella Electra de Galdós y ese Ensayo sobre la ceguera de Saramago, se han producido numerosos acercamientos literarios por parte del hombre al mundo de la mujer. Quizás no hayan sido suficientes para reconciliarnos a hombres y mujeres, pero ahí quedan, y hay que destacarlos, a pesar de la barbarie del burka, de la ablación y del último asesinato de esa mujer a manos de su excompañero sentimental, marido, o lo que quiera que éste fuese.
Hace 119 años León Tolstoy le elevaba a la mujer su magnífico monumento Anna Karenina, luego sería Ibsen y sus Edda Gabler, Casa de muñecas; Tess d’Urville, Lejos del mundanal ruido, de Thomas Hardy, al que siguieron D. H. Lawrence y su El amante de lady Chatterlay, Yerma, de Lorca, Jorge Amado y su Tieta de Agreste, Mujer de rojo sobre fondo gris, de Delibes. Hoy, por, contra, es una mujer, Sophie Barthes, quien nos conmueve con este hermoso Madame Bovary de Gustave Flaubert.
No sé qué me conmovió más en este hermoso filme, si la historia en sí o la bellísima fotografía, los hermosos paisajes del país vecino, la ambientación, la magnífica interpretación de la joven Mia Wasikowska. Embriagado de belleza, uno casi llega a alegrarse de no haber llegado a leer en su día el libro, pues de otra manera bien podría ocurrir que pasara de ver la película, por aquello de que ya conoce la historia, perdiéndose así esta magnífica joya cinematográfica.
– Madame Bovary (2014)
Director: Sophie Barthes. Reparto: Mia Wasikowska, Ezra Miller, Paul Giamatti, Rhys Ifans, Logan Marshall-Green, Laura Carmichael, Henry Lloyd-Hughes, Olivier Gourmet, Morfydd Clark
Sinopsis: Emma Rovault, hija única de un humilde granjero de Berteaux, contrae matrimonio con Charles Bovary, un doctor de una pequeña ciudad. Emma, transgresora, romántica y soñadora, pronto es consciente del enorme vacío que provoca su matrimonio en su interior, por lo que buscará consuelo en numerosas relaciones extra conyugales que deben servirle para colmar sus deseos más íntimos, así como ascender en su estatus social.