Ni sangre, ni sudor, ni lágrimas: Ozzy Osbourne
Por Mariano Muniesa*. LQSomos.
“No More Tears” es el mejor álbum de toda la trayectoria del que fue cantante de Black Sabbath desde que empezó su carrera en solitario en 1980
Este pasado 17 de septiembre se ha puesto en circulación la esperadísima reedición 30 aniversario del álbum de Ozzy Osbourne “No More Tears”, un álbum que en opinión de quien suscribe estas líneas es con gran diferencia el mejor de toda la trayectoria del que fuera el cantante de Black Sabbath desde que empezó su carrera en solitario en 1980. No en balde es el único disco de Ozzy Osbourne que se ha reeditado en una edición extraordinaria como esta, haciendo honor a su calidad y al éxito que logró en aquel ya mítico otoño de 1991, en el que “No More Tears” apareció en las mismas semanas en las que vieron la luz discos como el famoso “Black Album” de Metallica, “Use Your Illusion” de Guns N’Roses, “Nevermind” de Nirvana, “Ten” de Pearl Jam o “Blood, Sugar, Sex & Magick” de Red Hot Chili Peppers.
En el momento de su edición, “No More Tears” colocó cuatro singles entre los diez primeros en la lista Billboard Rock Tracks, “Mama, I’m Coming Home” (nº 2), “Road To Nowhere” (nº 3), “Time After Time” (nº 6) y “No More Tears (nº 10). Además, “I Don’t Want to Change the World” del álbum le valió a OZZY su primer Grammy por la versión en vivo de la canción que apareció en su álbum “Live And Loud” de 1993, grabado durante la gira mundial que siguió a la edición de este álbum.
La producción del LP corrió a cargo de John Purdell y Duane Baron, con quienes Ozzy recuerda que tuvo una relación excelente a lo largo de todo el trabajo en el estudio. “A decir verdad, Duane y John se convirtieron en dos miembros más de la banda”, ha afirmado el cantante en recientes declaraciones. “Antes de entrar al estudio, discutimos muy pormenorizadamente lo que íbamos a hacer, todo estaba planeado. Es muy agradable cuando trabajas tener a tu lado un productor que es casi un compañero más de grupo que no alguien que llega y empieza a llevarte la contraria en todo y a hacerte repetir una toma cientos de veces. Cuando escribes las canciones, tienes una imagen mental de cómo quieres que sean, y no siempre es fácil que el productor entienda exactamente que es lo que quieres transmitir. A veces te sorprende y saca un sonido mejor del que tú pensabas, pero otras veces te decepciona. Esta vez no fue así. John y Duane hicieron un trabajo extraordinario en el álbum. Cada canción se trabajó durante mucho tiempo y lo cierto es que lo pasamos muy bien haciéndolo. Y la actuación de Zakk es espectacular”.
En referencia al comentario de Ozzy sobre Zakk Wylde, que en efecto además de su gran trabajo como guitarrista también dejó su impronta como compositor en este disco de manera muy profunda, el “line up” que grabó con Ozzy este disco estaba compuesto por el ex bajista de Uriah Heep Bob Daisley, Mike Inez, que también intervino como bajista en algunas canciones y Randy Castillo en la batería, siendo esta la última vez que intervendría en un disco de estudio de Ozzy Osbourne. De igual manera, es imprescindible mencionar en este trabajo como compositor a Lemmy Kilmister, en tanto que el líder de Motörhead coescribió cuatro temas de este disco junto al propio Ozzy Osbourne.
Muchas son las canciones que han convertido a “No More Tears” en un verdadero clásico de clásicos. Entre las más heavymetaleras, la que abre el disco y que sonó con frecuencia en aquel otoño en programas de radio como la “Emisión Pirata” o “Disco-Cross”, la potentísima “Mr. Tinkertrain”, “Zombie Stomp” o “A.V.H”, ésta última con quizá el mejor trabajo de Zakk Wylde como guitarrista en un trabajo de Ozzy con gran diferencia. Igualmente fuertes y cargadas de energía aunque más hard rock, “I Don´t Wanna Change The World”, “Desire” o “Hellraiser” y junto a estas, maravillosas baladas como “Time After Time”, “Road To Nowhere” y muy especialmente la canción que fue el mayor éxito como single de este álbum, una emotiva y vibrante pieza llamada “Mama I´m Coming Home”, que es una canción de amor de Ozzy a su mujer Sharon, una oda al deseo del reencuentro con la pareja que esta muy lejos, pero a la que se anhela volver a ver y amar. Esta masterpiece, que nació como una idea de Zakk Wylde al piano, llegaría a ser todo un himno entre muchísimos soldados estadounidenses desplegados en diversas operaciones militares en muchos países, especialmente entre los que tuvieron que pasar largas temporadas en Irak a consecuencia de la llamada I Guerra del Golfo, que se desato en enero de 1991.
Paradójicamente, Ozzy Osbourne editó este trabajo en un momento en el que su popularidad y su credibilidad estaba muy en entredicho. Sus últimas giras, en gran medida por los problemas de alcoholismo que Ozzy sufría desde los años 70 y que tuvieron mucho que ver con su salida de Black Sabbath, habían sido desastrosas, su forma física y su voz estaban bajo mínimos y quienes estaban en su entorno más próximo en aquellos años aseguraban que la dureza de los tratamientos de rehabilitación y desintoxicación habían sido tan duros que le habían desmotivado mucho para seguir en la música y que a la hora de enfocar la elaboración de “No More Tears” padecía una fuerte crisis de autoestima, cercana a la depresión. Sin embargo, y como sucede en muchas ocasiones, las situaciones más extremas, difíciles y dolorosas son las que propician el despertar de una creatividad y una inspiración aletargadas, y eso es exactamente lo que sucedió en 1991 con Ozzy Osbourne y “No More Tears”. De hecho, me parece sumamente significativo que se eligiera ese título para un disco que salvó la vida profesional y personal de un cantante hundido en el alcohol y la desesperación: No más lágrimas, es decir, despertar, levantarse, volver a la vida con ganas y recobrando la fuerza.
Ozzy anunció que la gira de “No More Tears” sería la última de su carrera como cantante en 1992. Esbocemos una irónica sonrisa…
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